El jueves es el día de la aparición del Señor Nrisimhadeva. Cita tomada de Prabhupada Vani en español.
Todas las Glorias a los devotos vaiṣṇavas, quienes siguen las huellas de Śrī Prāhlada Mahārāja para alcanzar la devoción pura.
Presento a todos los respetables vaiṣṇavas mi humilde ofrenda en este día tan auspicioso.
Estoy seguro que todos ustedes están inmersos en pensamientos del Nṛsiṁha-līlā, tal como se presentan en el Śrīmad-Bhāgavatam. Quisiera ofrecer algunas reflexiones acerca de las glorias de la exaltada devoción de Śrī Prāhlada.
Su devoción supera la de todos los semidioses. El Señor Śiva cuestiona cómo puede la devoción de Prāhlada ser mayor que la de los semidioses, siendo que ellos pueden ver siempre al Señor, en tanto que Prāhlada tan solo piensa en Él. La respuesta es que su meditación es tan intensa que prodiga intenso placer al Señor, mientras que otros desean obtener algo de Él. También, el Señor envió a Prāhlada para enseñar la naturaleza de la devoción pura bajo las más difíciles circunstancias. Incluso Brahmā fue ignorado por el Señor cuando deseaba pacificarlo después de que Hiraṇyakaśipu fue muerto. Brahmā estaba pensando en su propio bienestar y en el del universo, pero también había cometido muchas ofensas, las cuales admite -en los párrafos subsecuentes- ante el Señor Nṛsiṁhadeva. Pero Prāhlada únicamente desea complacer al Señor. Es por ello que su devoción es mayor incluso que la de los residentes de Vaikuṇṭha.
El Señor Brahmā ora:
"Tan solo considera esto, mi querido profesor de lógica: Él ama únicamente la devoción. Él muestra Su misericordia únicamente a Sus devotos, nunca a los no-devotos. !Qué decir si yo tuviera alguna devoción por Él! Mas no la tengo. Yo sería feliz si tan solo fuera verdad que nunca lo he ofendido. No puedo esperar que Él tolere mis ofensas, tal como ha tolerado las del Señor Śiva”.
"Con las bendiciones que obtuvo de mí, el malvado Hiraṇyakaśipu se volvió el tormento de todos los mundos, dedicado a la violencia contra los vaiṣṇavas. Luego que el Señor en Su forma como Nṛsiṁhadeva destruyó a Hiraṇyakaśipu, mi séquito y yo permanecimos temerosos y alejados, tratando de glorificar al Señor con oraciones excelsas, pero Él ni siquiera nos dedicaba una mirada de soslayo. Sin embargo, cuando Prāhlada fue instaurado como rey, el Señor fue pacificado al instante. Entonces me acerqué a Él con lentitud, y Él me gritó
iracundo: 'No debes dar tales bendiciones a demonios, !oh, nacido del loto!'. No obstante, continué otorgando bendiciones a malvados demonios como Rāvaṇa. ¿Qué lengua puede siquiera mencionar los pecados que Rāvaṇa ha cometido?".
El Señor Nṛsiṁhadeva no perdonó inmediatamente a Brahmā por sus equivocaciones, por ello ni siquiera lo miró, ni a los otros semidioses. Brahmā pidió a Lakṣmī, quien está íntimamente vinculada al Señor, pacificarlo, pero ella, por la influencia de Līlā-śakti, no pudo determinar el origen de esa forma, y estaba renuente a acercársele. Entonces se le solicitó a Prāhlada que lo hiciera, y lo hizo sin temor inmediatamente.
En un principio, Prāhlada no habló, él estaba disfrutando la bienaventuranza de poder acercarse al Señor. El ofreció como excusa que había nacido en una familia demoniaca y por lo tanto no podía glorificar al Señor apropiadamente.
Esa era su humildad. Pero la verdadera razón es dada en el
Hari-Bhakti-Sudhodaya:
1. La manera en cómo el Señor Nṛsiṁhadeva apareció ante todos fue tan impactante que Prāhlada estaba sintiendo gran respeto y veneración.
2. La escena dramática; su padre destripado y la belleza sin precedente del palacio situado en el océano y decorado con la presencia del Señor.
3. Prāhlada no pudo manifestar su devoción extática debido a la presencia de sabios y semidioses, ante los cuales él se consideraba a sí mismo como inferior.
Pero cuando el Señor Nṛsiṁhadeva tocó su cabeza, Prāhlada comenzó a recitar las más hermosas oraciones. Mientras glorificaba al Señor, su éxtasis se incrementaba aún más y al sentir como el Señor le otorgaba Su misericordia, quizo compartirla con los demás y exclamó una de sus más famosas oraciones:
naivodvije para duratyaya-vaitaraṇyās
tvad-vīrya-gāyana-mahāmṛta-magna-cittaḥ
śoce tato vimukha-cetasa indriyārtha-
māyā-sukhāya bharam udvahato vimūḍhān
“¡Oh, joya entre las grandes personalidades!, no siento el menor temor de la existencia material, pues allí donde me encuentre estoy completamente absorto en pensar en Tus glorias y actividades. Mi única preocupación son los necios y sinvergüenzas que elaboran complicados planes para alcanzar la felicidad material y mantener a sus familias, sociedades y países. Me preocupan porque siento amor por ellos”.
Después de terminar esas oraciones, El Señor se tranquilizó y ofreció bendiciones una y otra vez a Prāhlada. Primero dijo: “Por favor, pide cualquier bendición que desees”. Luego le dijo a Prāhlada que viviría por largo tiempo y señaló su devoción pura diciendo que cuando un devoto está satisfecho, él no necesita de nada. Entonces Prāhlada, empapado con esa devoción pura dijo que él no quería nada material para la gratificación de los sentidos.
Tras escuchar las bendiciones ofrecidas por el Señor, Prāhlada, con plena humildad dijo: “Yo vengo de una familia demoníaca así que por favor no me tientes con esas cosas. Yo quiero renunciar a las cosas materiales y estas bendiciones únicamente me enredarán de nuevo; yo quiero el refugio de Tus Pies de loto. Tú me has enviado a este mundo solo para mostrar síntomas de devoción pura, así pues, ¿por qué he de ser tentado? Yo no soy un comerciante que busco una recompensa por mi ofrenda. Tú eres mi Señor, yo soy Tu sirviente, no hay necesidad de nada más. Pero si Tú deseas darme algo, yo oro para que no existan más deseos materiales en mi corazón, los cuales nos perturban a cada paso, sino que mejor mi único deseo sea servirte nacimiento tras nacimiento. Sin deseos, entonces podré tener opulencia para servirte”.
En el Viṣṇu Purāṇa, Parāśara Muni glorifica la devoción desinteresada de
Prāhlada:
nātha yonī-sahaṣresu
yeṣu yeṣu vrajāmy ahaṁ
teṣu teṣv acyuta bhaktir
acyutastu sadā tvayi
“Oh maestro, en todos los miles de nacimientos a través de los que debo vagar en este mundo, por favor déjame tener devoción sin falla a Ti, el infalible Señor Supremo”.
El Señor Nṛsiṁhadeva ofreció repetidas bendiciones para demostrar que el devoto puro no está atraído por la opulencia o incluso la liberación, para que nosotros también adoptemos la misma actitud. Nosotros queremos algo de Krishna, pero Prāhlada está demostrándonos cómo comportarnos.
El Señor dijo: “Tú nunca disfrutas de opulencias, así te ordeno hacerlo, y disfrútalas como el rey de los demonios”.
Entonces Prāhlada dijo: “Yo puedo pedir una cosa, porque mi padre Te ofendió, por favor ejecútalo”.
Pero el Señor dijo que dondequiera que los devotos te quieran, las generaciones se purificarán. También, él estaba purificado al tocar Mi cuerpo.
Nosotros podemos entender de las oraciones de Prāhlada que el avance material no es una bendición, sino una maldición, a menos que seamos puros y lo podamos usar en el servicio de Kṛṣṇa. Mejor ofrecer nuestra opulencia a Kṛṣṇa, al tener un lindo altar, distribuyendo prasādam y teniendo eventos, imprimiendo libros y facilitar actividades devocionales.
Nosotros también podemos entender que tenemos que aceptar cualquier posición en la que el Señor nos ponga, incluso la de rey de los demonios, pero al mismo tiempo, nunca olvidarlo ni desviarnos de Su servicio internamente. De esta manera usted va a quemar todas sus actividades piadosas, y al mismo tiempo adórele a Él, y sea elegible para regresar a Su morada.
Adicionalmente, nosotros podemos aprender del espíritu de prédica de Prāhlada. El rechazó la liberación, pero, como él dice en su oración antes mencionada, él quería que nosotros predicáramos y ayudáramos a todas las almas condicionadas. Así, él aceptó un reino limitado y la riqueza de los demonios para facilitar su prédica. Nada para sí mismo, incluso la liberación, sino aceptando todas las inconveniencias (rey de los demonios) para predicar y agradar al Señor trayendo de vuelta a Sus hijos perdidos. Esto es un vaiṣṇava.
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