martes, 18 de octubre de 2011

Actividades de Srila Prabhupada en 1977 Parte 2

A la mañana siguiente, el 8 de octubre, el horóscopo de Srila Prabhupada llegó a Delhi e hizo que Tamal Krishna se lo leyera, este mencionaba diversos días que no eran propicios en particular, el 8, 9 y 11, y otras fechas más durante el mes y en los meses siguientes, Srila Prabhupada escuchó en silencio. De acuerdo como pasa cada día, parece ser que Srila Prabhupada se resigna cada vez más dentro de sí mismo. Todo lo que podemos hacer es cantar y orar al Señor Krishna que lo libere de cualquier dificultad y esperar que se alivie para que permanezca con nosotros.


Srila Prabhupada permanece acostado toda la mañana muy calladamente, simplemente escuchando el kirtan. En cierto momento dice en voz alta: “Jaya Radhe, jaya Krishna, jaya Vrndavana” e indicó de esta manera que quería que esta canción se cantara. Como a las 11:00 a.m. Hamsaduta Swami está ahí y Srila Prabhupada empezó a hablar “…. De esta manera organicen tanto como sea posible, incluso en Ceilán o en cualquier parte y al mismo tiempo, canten Hare Krishna. No se dejen seducir por la civilización de las maquinarias, existe suficiente tierra, especialmente ustedes americanos, donde sea que puedan habitar, no es muy difícil, en una cabaña, pueden producir sus alimentos en cualquier lugar, ¿estoy en lo correcto?”, “Sí Prabhupada, nosotros lo haremos”, respondió Hamsaduta Swami.

Srila Prabhupada: “Nuestro dinero se gasta para Krishna, en el palacio de Krishna, en el templo de Krishna, en la adoración a Krishna, para la glorificación de Krishna, no para fines personales, esto es vida humana, y organicen el varnasrama, dividan a la sociedad: brahmana, ksatriya, existe la división así como existe en el cuerpo, eso es ayuda, no desperdicien la forma de vida humana con una vida pecaminosa, yo quise introducir esto, ya he dado la idea, ustedes son inteligentes, todos ustedes. El Señor Caitanya Mahaprabhu dijo para upakara: hagan el bien a los demás, no los exploten, cualquier ser humano que se le ha otorgado este cuerpo, tiene la capacidad de cantar Hare Krishna, denles la oportunidad y hagan la situación favorable, ¿está eso claro?”.

Hamsaduta: “Sí Prabhupada, usted ha hecho todo muy claro”.

Y después a Brahmananda Swami otra vez Srila Prabhupada le repitió el mismo mensaje: “Efectúen sankirtana todos los europeos, africanos, americanos, naciones unidas bajo la bandera de Caitanya Mahaprabhu, hagan todo como yo he tratado, esto es posible, esto es las verdaderas naciones unidas, ustedes traten bajo la protección de Caitanya Mahaprabhu y las cosas serán exitosas, otros simplemente desperdiciarán su tiempo y serán frustrados, cambiarán de cuerpo y sufrirán”, Srila Prabhupada nos pidió: “Canten dos canciones en especial: cintamani prakarasamadsu y el Hare Krishna Maha-mantra, se deben cantar continuamente”.



Tamal Krishna Goswami le preguntó a Srila Prabhupada si quería algo de beber, y él respondió: “Cuando quiera, me darán caranamrita”, de esta forma Prabhupada dejó de tomar cualquier tipo de bebida a excepción de algunas gotas de caranamrta, “Un poco me pueden dar”, dijo, “pero no me lleven al hospital”, cuando se le aseguró que bajo ninguna circunstancia se le llevaría, comentó: “Sí, estoy totalmente bien aquí”, después de una pausa dijo: “Regresé de Londres temiendo hospitalización, ahora pueden continuar cantando Hare Krishna”, minutos más tarde hizo la petición de que su reloj de pulso se le diera a Upendra después de su partida.

Para ese tiempo, la atmósfera se fue volviendo más y más intensa en la medida que veíamos que diariamente se resignaba cada vez más a su partida y hacía menos y menos esfuerzos en mantener su cuerpo, incluso habíamos ido con los discípulos de sus hermanos espirituales que residen en un Math de Mathura para informarnos acerca de cómo efectuar los preparativos para su samadhi, temíamos que su partida podría ser inminente, la única petición que había hecho a cualquiera de nosotros era que simplemente continuáramos cantando. Por la noche nos llamó y pidió que se trajera ante su presencia a uno de los discípulos de uno de sus hermanos espirituales, mientras esperaba su llegada, discutió con uno de los dirigentes locales acerca de si la administración continuaría en Vrindavana después de su partida, en ese momento todos estábamos resignados pero desesperados, se envió el coche y se trajo al discípulo de su hermano espiritual.

La atmósfera estaba muy tensa, permanecíamos sentados en silencio, cuatro o cinco de nosotros dábamos un masaje a Srila Prabhupada en diferentes partes de su cuerpo, mientras él yacía escuchando el kirtana, cuando Narayana Maharaj finalmente llegó. Srila Prabhupada empezó a decirle que su Guru Maharaj había querido que ellos, los hermanos espirituales, predicaran en Europa y América, ese fue su deseo, y su otro deseo fue que todos ellos hubieran trabajado juntos para predicar conjuntamente, y dijo,

Prabhupada: Prabhupada y Bhaktivinoda Thakura quisieron que nosotros predicáramos en Europa y América. Otro deseo era que predicáramos conjuntamente—

Narayana Maharaja: Sí. Eso es correcto.

Prabhupada: Yo hice mi mejor esfuerzo —“prithivite ache jato” [“En cada ciudad y aldea en la Tierra . . . ”]—eso se ha logrado hasta cierto punto. Yo tengo la experiencia de que si todos predicamos conjuntamente, entonces la misión de Mahprabhu, “prithivite ache jato,” tendrá una gran posibilidad. Estoy en mi última etapa. Mi deseo es que todos ustedes, los devotos, mis hermanos espirituales, [perdonen] todas mis ofensas. Algunas veces, al predicar, existe algún mal entendido, desacuerdos. Mis hermanos espirituales deben perdonar mis ofensas. Por favor haga ese arreglo. Y después de que yo me haya ido, todos deben convergir...

Narayana Maharaja: Sí.

Prabhupada: Ellos no tienen ningún antecedente hereditario. Todos ellos son de antecedentes de familias mleccha y yavana. Los he entrenado de acuerdo a mi habilidad. Ellos también están haciendo su mejor esfuerzo. Si todos trabajan unidos -hay grandes templos; hay suficiente espacio donde quedarse; no hay escasez de elemento humano. Si todo sucede cuando todavía estoy aquí, eso será muy bueno.

De esta manera, incluso en sus horas finales, Srila Prabhupada estaba pensando en sus discípulos, otra vez pidió que lo perdonaran [sus hermanos espirituales] si había cometido alguna ofensa en el transcurso de su prédica, ellos le aseguraron que no había ninguna, que en cambio, si alguien pensaba que había alguna ofensa de su parte, esa persona era realmente la ofensiva, uno de los brahmacaris bengalíes empezó a cantar muy suavemente: Sri-rupa-manjari-pada y todos en silencio escuchábamos, el cuarto estaba oscuro y Srila Prabhupada yacía muy sosegadamente en su cama, había como veinte devotos reunidos a su alrededor, Narayana Maharaj prosiguió: “es muy bueno que haya venido del occidente a Vrajabhumi”, Srila Prabhupada dijo: “Sí, les dije que mi condición era muy mala”, y entonces le preguntó a Tamal Krishna Maharaj: “¿Has consultado con Narayana Maharaj?”, se refería a la ceremonia del entierro después de la partida de un vaishnava, él nos preguntó que dónde estaría su samadhi con relación al templo, y se aseguró con Narayana Maharaj que el servicio se efectuaría apropiadamente.

Narayana Maharaj le dijo a Srila Prabhupada: “Todo el trabajo de su vida ha sido muy bien efectuado, no hay nada por hacer, no hay nada por qué preocuparse, ha cumplido todo”, después de una pausa dijo: “A ellos (los devotos de Srila Prabhupada) se les debería decir que no se dejen motivar por sus propios intereses, deben hacer su misión exitosa”, entonces Srila Prabhupada nos miró a todos, levantó su mano con su palma abierta y dijo: “No riñan entre ustedes, he dado indicaciones en mi testamento”. Después llegó otro hermano espiritual de él, Indumati prabhu, y Srila Prabhupada volteó hacia él y dijo: “Te llamé solo para decirte que mi final se acerca, ante todo, quiero decir que me perdones por todas mis ofensas, no quise ofender a nadie, pero predicando algunas veces uno tiene que decir algo que puede ofender a los demás, ¿me perdonarás?”.

Narayana Maharaj respondió: Maharaj, usted no cometió ninguna ofensa, jamás pensamos que haya cometido nada malo, al contrario, usted nos bendice, lo necesitamos, nunca hizo nada malo, si alguien se siente ofendido por alguna de sus acciones, entonces es su propio defecto”, de esa forma, era muy conmovedora e intensa la situación, después todos salieron y Srila Prabhupada se volvió a acostar para escuchar el kirtana.

9 de octubre de 1977.- El pulso de Srila Prabhupada va más lento y se ha debilitado un poco, en la mañana estaba escuchando a Guru Krpa Swami dirigiendo el kirtana y cantaba: “Yasomatinandana Yasodanandana”, y de inmediato procedió con: “Yasomatinandana braja bara nagara” y Srila Prabhupada sonrió, ahora está demasiado débil, incluso para sentarse en su palanquín e ir a recibir darsana de las Deidades, esta mañana lo único que tomó fueron tres cucharadas de caranamrta y rechazó cualquier otra cosa, cuando se le preguntó si bebería algo, dijo: “Beberé harinama amiya vilasa”, y sonrió plenamente.

Más tarde se encontraba hablando con Tamal Krishna, Brahmananda y Guru Krpa swamis, y citó un verso: nivrtta-tarsair upagiyamanad, diciendo, esto es bhavausadhi, (el hari kirtana) que significa medicina, y caranamrta es dieta, y sonrió diciendo: “dieta y medicina, dependeré de ello”.

Más tarde como a las 12:30, Upendra trató de persuadirlo para que bebiera algo, pero él no lo hizo, a pesar de que le explicó que a menos que bebiera algo, se deshidrataría y Srila Prabhupada respondió: “No siento ningún inconveniente”, después que el discípulo salió, él se dirigió a otro de sus sirvientes: “Temo por la tos”, cuando se le preguntó si quería agua, se quedó pensando un momento y entonces respondió: “Discutan entre ustedes y decidan que quieren que haga”. “¿Acerca de su recuperación, Srila Prabhupada?”, y dijo: “No quiero”, “¿No quiere recobrarse Srila Prabhupada?”, contestando: “Así es”.

Después como a la 1:30, Srila Prabhupada mandó llamar a Tamal Krishna y unos cuántos de nosotros entramos y nos sentamos alrededor de su cama, su voz era muy débil, y comenzó así: “Si quiero sobrevivir, por supuesto que tendré que tomar algo, no es posible sobrevivir sin tomar alimento, pero mi sobrevivencia significa tantas complicaciones, una tras otra; por consiguiente, he decidido morir apaciblemente en Vrndavana”. Todos estábamos desconcertados y no pudimos decir nada, su voz se fue desvaneciendo poco a poco, y nosotros lo mirábamos muy azorados, mientras se encontraba acostado frente a nosotros y con los ojos cerrados, después de algunos minutos, él escuchó sollozar a un devoto, volteó y dijo: “¿Por qué quieren que viva?, y después de una pausa: “Si quiero morir, este es el camino de una muerte tranquila”. Algunos devotos comenzaron a llorar, entonces Tamal Krishna le dijo a Srila Prabhupada que saldría por unos minutos para discutir y él le contestó: “Sí, discutan, ellos quieren que yo sobreviva, yo quiero morir en paz, no puedo hacer milagros; al cuerpo físico se le tiene que mantener, si es que he de sobrevivir, pero sin tomar alimentos, ¿cómo puede continuar el cuerpo físico?, eso es fanatismo”.

Después de una larga pausa, Tamal Krishna dijo: “Todo está en las manos de Krishna, Srila Prabhupada”, hubo otra larga pausa, él yacía con sus ojos cerrados, ocasionalmente hacía un sonido como: “mmm, mmm”, después de dos o tres minutos, abrió sus ojos mirando hacia nosotros y habló: “Krishna quiere como yo guste, Krishna me ha dado completa libertad”, lo dijo de tal manera, como si nos estuviera diciendo que ahora la alternativa era suya, ya nos había dicho previamente que ya sea vida o muerte, a él no le importaba, pero ahora nos estaba dando una alternativa; sin embargo, en ese momento aún nadie había apreciado el significado de eso, y otro devoto dijo: “Ya sea que viva o muera, usted siempre será el sirviente de Krishhna, Srila Prabhupada, y nosotros estaremos con usted porque seguiremos sus instrucciones”, y él respondió: “Ya sea que viva o muera, siempre seré el sirviente de Krishna, si Brahmananda me ha asegurado que este movimiento continuará, entonces mejor déjenme morir tranquilo”, unos minutos más tarde, mientras Hamsaduta Maharaj estaba cantando, Srila Prabhupada pidió que se cantara especialmente un verso de las oraciones Cintamani (Br.S.): Advaitam acyutam anadim ananta-rupam, junto con Yasomatinandana y el mantra Hare Krishna.

Después de algunos minutos, el cuarto gradualmente se fue desalojando, entonces hubo una reunión de los GBC y sannyasis, donde se discutió lo que Srila Prabhupada había dicho; hasta este momento, todos estábamos convencidos de que él iba a partir y que no había posibilidad de que se recuperara, pero de pronto el humor cambió, uno por uno empezamos a estar de acuerdo que deberíamos entrar y pedirle que por favor se quedara con nosotros, él pedía una razón y esta fue que aún no había terminado el Srimad-Bhagavatam y que todavía quedaba mucho trabajo por hacer. Se le pidió a Kirtanananda Maharaj que presentara todo ante Srila Prabhupada y le suplicara que por favor permaneciera con nosotros, así que después de algunos minutos, entramos y él se encontraba acostado con mucha tranquilidad y todos nos situamos alrededor de su cama; Kirtanananda Maharaj se dirigió hacia él, pero a medida que se le acercaba más, fue sobrecogido por la emoción y estalló en sollozos al lado de la cama de Srila Prabhupada, nadie pudo decir nada, todo era tan increíblemente intenso…. Todos estábamos esperando a que Kirtanananda Swami hablara, Srila Prabhupada esperó uno o dos minutos y entonces puso su mano sobre su cabeza y le dio una palmada, diciendo: “¿Qué desean?”, después de otro minuto recobró un poco el control, levantó su cabeza y miró a Srila Prabhupada: “Si Krishna le permite elegir, por favor no se vaya, nosotros le necesitamos”, y entonces otra vez estalló en sollozos. Srila Prabhupada escuchó sin moverse y después levantó su mano en el aire y la movió de lado a lado para señalar a todos los devotos: “¿Es entonces esta su opinión conjunta, ya lo han discutido?”. Brahmananda Swami continuó: “Nos hemos reunido todos, Srila Prabhupada, queremos que se quede y que dirija este movimiento y que termine el Srimad-Bhagavatam, hemos dicho que debe permanecer por lo menos otros diez años, únicamente ha hecho el cincuenta por ciento del trabajo”. Otra vez hubo silencio y él permanecía muy callado con sus ojos cerrados y en ocasiones hacía un fuerte “mm”, como si estuviera considerando nuestra propuesta, todos permanecíamos en suspenso, sin poder apartar nuestros ojos de su rostro y sin poder hablar o hacer ninguna otra cosa más que mirarlo muy atentamente, entonces con sus ojos aun cerrados empezó a bostezar, al tiempo que su boca se abría y sus dientes de oro se mostraban, dijo: “Está bien”, esta fue la decisión más casual totalmente jamás hecha sobre la vida o la muerte.

1 comentario:

  1. yo nunca conosi a prabhupada pero lo que e escuchado de el me llena de goso aunque el no este,,,,,,,, el atrabes de sus debotos a canbiado mi vida y agran parte del mundo, grasias srila pabhupada gracias por canviar mi vida, ,,,hare krishna.hare rama.,,,,

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