un socio vitalicio, Mr. Kartikeya Mahadevia. La tentativa de Srila Prabhupada de obtener tierra en Juhu Beach se había hecho embrolladora. El propietario ahora se negaba a vender la propiedad y estaba tratando de desahuciar a los devotos, a pesar que Srila Prabhupada ya había instalado Deidades de Radha-Krsna en el terreno. Estos asuntos le estaban causando ansiedad a Srila Prabhupada. El no podía tolerar la idea de dejar el terreno y pedirle a Radha-Krsna que se mudaran.
Srila Prabhupada continuó con sus deberes usuales de cada día recibiendo noticias de sus centros en todo el mundo. Salía a sus caminatas matutinas y daba clases de “EL NECTAR DE LA DEVOCION” por las noches. Junto con sus devotos que permanecían en la India, también estaba organizando un festival PANDAL a efectuarse en enero en Bombay.
Entonces Srila Prabhupada recibió noticias de la distribución de libros en Los Angeles y de otras partes del país, él estaba complacido y asombrado. A pesar de tratar muchos asuntos de todo el mundo, los hizo a un lado y saboreó la victoria sobrecogedora de la distribución de libros en América. Inmediatamente llamó a su secretario personal y le dictó cartas.
Mi querido Ramesvar,
Acuso haber recibido tu carta fechada el 27 de diciembre de 1972, y con
gran felicidad he leído las cifras de la cantidad de libros vendidos durante
el período de tres días, diciembre 22-24, 1972. ¡Es difícilmente creíble
que un solo templo haya podido vender 17,000 libros en tres días! Eso
me da la indicación que finalmente la gente de tu país se está volviendo
un poco seria en cuanto a este movimiento de la Conciencia de Krishna.
De otra forma, ¿por qué habrían de comprar nuestros libros? Pero ellos
pueden ver que nuestros muchachos y muchachas, devotos, son muy
serios y sinceros en distribuir el mensaje de conciencia de Krishna, que
inmediatamente se sorprenden al verlos y por lo tanto aprecian y
compran. Esto es único en el mundo…. Así yo estoy muy complacido
con todos los muchachos y muchachas en Los Angeles y de todo el
mundo que están entendiendo y apreciando esta cualidad única de
nuestra literatura trascendental y que voluntariamente están saliendo a
distribuir a pesar de todas las circunstancias de dificultades. Tan sólo
por este esfuerzo tienen asegurado regresar a casa, regresar a Dios.
El mismo día Prabhupada dictó una carta para Karandhara:
“Jamás podría haber pensado que fuera posible distribuir tanto de nuestra
literatura. Por lo tanto puedo entender que es sencillamente Krishna
bendiciéndonos debido a que están trabajando sinceramente por parte
de Él. En realidad, ese es el secreto de mi éxito, no es que yo
personalmente haya hecho nada maravilloso, sino que eso se debe a que
aquellos que me están ayudando son sinceros, ellos han hecho el
trabajo, esa es la razón de nuestro éxito en todo el mundo donde otros
han fracasado. Un poco de sinceridad es una cosa muy difícil en esta era
de hipocresía y engaño, pero yo soy tan afortunado que Krsna me ha
enviado a todos ustedes que son buenos muchachos y muchachas que
están trabajando sinceramente. Por favor extienda a todos ellos mi más
profunda apreciación.
Las cartas de Srila Prabhupada reconociendo el maratón de Navidad y asegurando a los devotos que ellos regresarían a Dios, envió volando al movimiento de la distribución de libros hacia el año nuevo con gran impulso. Los devotos siguieron encontrando nuevos lugares para distribuir libros. Los altos resultados del ayer siempre eran derribados por nuevos records, mientras que al mismo tiempo se hacían proyectos para el futuro. Era una época de posibilidades infinitas, libertad y éxtasis. Aquellos que participaron se sintieron muy afortunados ellos mismos.
En su carta informativa de febrero de 1973, Ramesvara publicó una carta de una persona que había leído un libro de Srila Prabhupada. La oficina de pedidos por correo de ISKCON estaba recibiendo cientos de cartas al mes y ésta era una típica.
Señor:
Hace unas semanas, los devotos de Krishna de Denver, (tengo entendido)
Estuvieron aquí en la Universidad de Arkansas distribuyendo literatura.
Un joven se dirigió a mí, con una tenaz insistencia para que comprara
un ejemplar de la traducción de El Bhagavad-gita de Prabhupada;
inicialmente fui un tanto escéptico (tanta gente se ha vuelto rica
vendiendo su versión de “la respuesta”) y le dije que no me molestara.
Pero él insistió y finalmente cedí.
He estado leyendo el Gita, no lo he terminado todavía, y lo he encontrado
totalmente provechoso; mi mente, formada por la lógica y el empiricismo,
parece encontrarse puramente gustando el material trascendental en el
libro; lo he discutido con otros; y me descubro a mi mismo recordando
ciertos pasajes….
Genuinamente ha estimulado mi interés, por mencionar algo, en tal forma
que no lo han logrado mi escasa lectura sobre Cristianismo, Budismo Zen
o las formas “más bajas” de yoga. etc.
En resumen, yo PIENSO que finalmente he encontrado el principio.
Ramesvara continuó golpeando el tambor de SANKIRTANA.
“En realidad nadie puede medir apropiadamente el efecto de nuestra
distribución de libros. ¡Si se supiera cuantos libros distribuimos cada
mes apareceríamos en cada lista de “best-sellers” del país!. Por ejemplo,
como muchos de ustedes saben, el nuevo GITA, ya se ha vendido más
que cualquier otra edición del GITA jamás antes publicada. La
MacMillan Company ya ha vendido decenas de miles de ejemplares, en
tanto que nosotros hemos vendido más de 27,000 desde su aparición en
agosto pasado.
Con el incremento de ingresos al fondo editorial, Srila Prabhupada aprobó la decisión de sus representantes de imprimir más y más libros y depositarlos en un almacén para hacerlos más asequibles para su distribución masiva durante el año. No obstante, incluso con almacén, era difícil mantener el paso con la demanda de los distribuidores. Los libros pequeños, de Srila Prabhupada, fácil de vender, tales como MAS ALLA DEL NACIMIENTO Y LA MUERTE, EN EL SENDERO A KRSNA, RAJA-VIDYA, se publicaron en decenas de miles. Los distribuidores salían llevando una variedad de libros en sus mochilas: “KRSNA, LA SUPREMA PERSONALIDAD
DE DIOS”, SRI ISOPANISAD, BHAGAVAD-GITA, SRIMAD-BHAGAVATAM, así como una variedad de libros pequeños, revistas DE VUELTA AL SUPREMO, y algunos panfletos económicos como; KRSNA, LA FUENTE DE PLACER, SOBRE EL CANTAR DE HARE KRSNA, etc.
* * *
Tripurari vivía con su esposa en Santa Cruz, California. Después de asistir a un festival del Señor Caitanya en Berkeley, durante el cual estuvo cantando todo el día, y después de leer el BHAGAVAD-GITA de Srila Prabhupada, decidió que deseaba ser un discípulo de Srila Prabhupada, y empezó a tratar de convencer a su esposa y amigos. Después llegó un grupo de BRAHMACARIS a iniciar un centro en Santa Cruz. Tripurari les dijo que él deseaba ingresar. Inicialmente no estaban seguros que en realidad lo dijera en serio, pero un día cuando Tripurari se presentó con la cabeza afeitada y DHOTI, los devotos se dieron cuenta que era sincero.
Tripurari: “Empecé a salir diariamente con el grupo que salía a cantar. Después gradualmente empecé a separarme del grupo de KIRTANA para vender libros chicos en los centros comerciales. Un día, ya de regreso, uno de los BRAHMACARIS, Sarvabhauma, me criticó. Me preguntó que cuantos libros grandes había distribuido. Yo le dije: “no vendí ninguno”. Me dijo: “¿cuántos te llevaste contigo?”. A lo que respondí: “no me llevé ninguno”. “Entonces estás en MAYA”, él dijo. “¿No te llevaste ningún libro grande?”. “¿Cómo esperas venderlos?”. “Prabhupada quiere que se vendan estos libros grandes”. Así que yo pensé para mis adentros; “¡caramba, debo estar en MAYA!”. Le pregunté: “¿Cómo se hace para vender esos libros?”. Y respondió: “oras a Prabhupada, Prabhupada te da su misericordia”. Pensé: “bueno, eso tiene sentido. Esa es la manera como todo funciona en conciencia de Krishna”.
Fui a mi casa. Estuve pensando en el tema y le oré a Prabhupada que yo pudiera vender estos libros grandes. Oré toda la noche y me acosté a descansar. A la mañana siguiente me levanté, y esto estaba presente en mi mente, así que puse un libro grande en mi mochila de libros chicos; LAS ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAITANYA. Pero en el transcurso de distribuir los libros chicos me olvidé del libro grande.
De pronto una señora se me acercó y dijo: “¿qué es ese libro grande que tienes allí?”. Entonces recordé a Prabhupada y mis oraciones y le dije: “son LAS ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAINTAYA”. “Le di el libro y ella me dio tres dólares. Cuando regresé al templo, les conté a los devotos como Prabhupada había vendido un libro”.
Praghosa: Iba regularmente al templo de Detroit a la clase de la noche, y además hacia diversos trabajos para ayudar a los devotos a preparar el templo. Todas las noches yo pintaba, y miraba a los devotos regresando de SANKIRTANA. Ellos se veían muy extáticos y entusiasmados, siempre tenía un poco de curiosidad en saber que es lo que hacían afuera que los hacía volver de esa manera. Yo estaría subido en mi escalera, pintando y escuchándolos hablar mientras tomaban leche sentados en el piso. Hablaban cómo habían tocado la puerta de una persona y que esto y aquello había sucedido – era algo muy atractivo para mí.
Después de mudarme al templo y de ser devoto por espacio de una semana, alguien me preguntó si me gustaría salir y tratar de distribuir libros. Así que salí con mi DHOTI y TILAKA, usando una presentación directa, dirigiéndome a la gente, les daba una tarjeta y un libro, les hablaba acerca del contenido del libro, mostrándoles la foto de Prabhupada, y les pedía un donativo. El regocijo que obtuve de hacer esto es sencillamente increíble. Se convirtió en algo extremadamente bienaventurado salir y hacerlo. Realmente ninguno de nosotros podía indicar porqué era tan extático.
En las noches solíamos estar acostados sin poder dormir. Todos los BRAHMACARIS se quedaban en una gran habitación, y allí acostados en el piso murmurando nos contábamos unos a otros: “¿qué les decías a las personas?”. Todo este tipo de conversaciones se suscitaban en la habitación en la noche con las luces apagadas y todos hablando, tratando de relatar cómo estábamos presentando los libros de Prabhupada.
Jagad-dhatri-devi-dasi: Mi primer servicio fue limpiar el templo. Yo limpiaba todo el templo. Miraba por la ventana a los hombres subiéndose a las camionetas listos para SANKIRTANA, y siempre pensaba que en verdad me gustaría hacer eso.
Finalmente nuestro templo formó dos grupos de SANKIRTANA viajero, uno de hombres y otro de mujeres, y en el verano fui a las ferias del estado de Washington a distribuir libros. Los hombres y las muchachas solían competir para ver quien podía distribuir más.
Sura dasa: Ingresé a la conciencia de Krsna en Seattle en 1973, y en mí primer día me enviaron fuera a distribuir libros. Siempre recibíamos noticias de Los Angeles acerca de las cartas que Srila Prabhupada estaba enviando. Todo lo que escuchábamos se centraba en el deseo de Prabhupada que sus libros se distribuyesen. Fue por escuchar esto que devotos nuevos deseaban salir y ser parte del grupo de SANKIRTANA. Queríamos ser soldados del ejército de distribución de libros de Prabhupada.
Después recibimos la contestación de Prabhupada diciendo que no podía ir pero que los devotos debían ir a la feria y predicar en su representación. “Cumplan mi misión” dijo Prabhupada, “que todo hombre y mujer de Estados Unidos obtenga un libro”.
Eso era justamente lo que estábamos esperando recibir, una orden directamente de Prabhupada que esto era lo que le complacía. Nuestra distribución de libros siguió creciendo, y nosotros tan sólo pensamos que jamás antes nos habíamos divertido tanto. No era ninguna austeridad. Algunos devotos pensaban: “bueno, es realmente difícil salir a SANKIRTANA”. Nosotros pensábamos: “¡deben estar locos!, salir a SANKIRTANA y vender libros es la cosa más divertida que uno puede hacer”. Era divertido, no para la complacencia de los sentidos sino para el alma, debido a que estábamos vinculados al maestro espiritual y Krishna mediante el servicio. Yo lo aprecié de esa manera, y cuando conocí a Praghosa por primera vez pude ver que él era realmente dedicado y un verdadero amante de Prabhupada porque estaba tan dedicado a complacer a Prabhupada mediante la distribución de libros.
Praghosa: Distribuíamos libros en Santa Barbara, California. Esa área ya se había trabajado antes muchas veces, y la gente era muy orgullosa. Fui allí con Premarnava y Vyasatirtha. Un día, después de tratar de distribuir libros durante siete horas únicamente había vendido un libro.
Nunca antes me había sucedido algo como esto en toda mi vida como devoto. Verdaderamente estaba yo tratando, nunca me detuve.
En un momento dado simplemente ya no podía soportar más. Traté de darle un libro a alguien tan sólo para que se burlara de mí en una forma verdaderamente grosera. Tenía tanto deseo, estaba tratando tan arduamente, que cuando hizo eso, simplemente me desbastó. Yo solo quería pegarle al tipo en la nariz. Toda mi intensidad brotó e irrumpí en llanto. Únicamente me senté en un poste viejo de teléfonos que estaba tirado en la calle y empecé a llorar.
Entonces este devoto Premarnava llegó y me encontró sentado así como si hubiera perdido a mi mejor amigo. Él dijo: “Prabhu, ¿qué pasa?”, le dije: “no sé que es lo que pasa. Sencillamente no puedo distribuir ni un libro. Nadie se lleva ningún libro. He estado aquí por siete horas. ¿Sabes cuántos libros he distribuido?, un libro”. Entonces él se sentó y me predicó, y me repuse.
Al día siguiente realmente estaba tratando de tener un día mejor, tomé mi mochila de libros y corrí de una persona a otra toda la mañana. Más tarde mostraba un libro a una chica y ella me dijo que no podía pagarme con dinero pero que gustosamente me pagaría. Yo era joven e ingenuo y por un minuto no supe exactamente de qué me estaba hablando. Pero cuando finalmente me di cuenta grité: “¡Hare Krishna! Le arrebaté el libro, me quité la peluca y me fui a otro estacionamiento. Estuve corriendo de una persona a otra todo el día, orando mucho a KRSNA. Al final del día había distribuido una buena cantidad de libros.
Lavanga-latika-devi dasi: Cuando llegué a Los Angeles, Srimati me dijo que Srila Prabhupada había dicho que estar en el templo todo el tiempo era MAYA. Que Prabhupada quería que saliéramos y distribuyéramos “DE VUELTA AL SUPREMO” de casa en casa. Yo aprendí de los otros devotos cómo distribuir libros. Había muchos devotos con talento que sabían cómo hacerlo, así que simplemente seguí sus pasos. Yo hacía lo que ellos hacían y decía lo que ellos decían. Entonces se hizo fácil. Cuando una persona tomaba un libro y daba un donativo, podía ver que era el Señor Caitanya actuando. Veía que todo trabajaba bajo la dirección de la energía interna de Krsna.
* * *
Tripurari se mudó de Santa Cruz a Los Angeles, y por su asociación con otros devotos y distribuidores de libros, pronto se convirtió en líder. Diariamente iba al estacionamiento de un supermercado cerca del templo y distribuía unos doscientos ejemplares de “FÁCIL VIAJE A OTROS PLANETAS”.
Una tarde él y otros distribuidores asistieron a una conferencia en la Universidad de California en Long Beach dada por un popular líder de YOGA.
Ramesvara: Recuerdo cuando regresaron. Fue en medio de la clase de BHAGAVAD-GITA. Yo estaba dando la clase en el templo, de pronto la puerta se abrió violentamente, y ellos estaban allí parados. Tripurari estaba vestido con su ropa de calle, y las chicas con SARIS. Simplemente habían corrido al templo. Uno podía ver que algo muy especial había sucedido, pues sus caras brillaban. Ni siquiera podían hablar. Estaban pasmados. Todos en el templo estaban ansiosos de escuchar las noticias, así que rápidamente terminé la clase. Entonces Tripurari nos dijo que acababa de distribuir diecisiete BHAGAVAD-GITAS en dos horas – BHAGAVAD-GITAS gruesos, completos, de pasta dura. Lila-sakti había distribuido trece, Vrindavana once, Tilaka también once y Makhanlal nueve. Nunca antes se había hecho algo así. Estábamos asombrados que alguien pudiera vender libros grandes de esa manera.
Poco después de vender tan exitosamente tantos BHAGAVAD-GITAS, Tripurari circulaba por la autopista a San Diego en su auto para ir a SANKIRTANA viajero
cuando vio el letrero del aeropuerto de Los Angeles y decidió impulsivamente probarlo. Ese día vendió una docena de libros grandes y se dio cuenta que el aeropuerto era una maravillosa facilidad para la distribución de libros. Empezó a ir regularmente al aeropuerto y pronto estaba distribuyendo de treinta a cuarenta libros diarios, algunas veces daba seis volúmenes del SRIMAD BHAGAVATAM juntos a una sola persona.
NOTA DE Maha Punya d.d.: *(Este texto que comienza con: Poco después…. Puedes notar que aparece duplicado pero termina de diferente manera, para que lo corrijas por favor)*.
En Abril Srila Prabhupada voló de Nueva York a Los Angeles, y un nutrido grupo de devotos lo recibió.
Tripurari: Prabhupada iba a llegar a las dos de la tarde, y todos los devotos iban a recibirlo. Pero también era el fin de semana de Pascuas y además un día grande para la distribución de libros en el aeropuerto. Me iba muy bien y para la una y media ya había vendido como treinta libros. Entonces me cambié de ropas, me puse mi DHOTI y me dirigí al área de llegadas para recibir a Su Divina Gracia. Cuando entró a la sala de recepción, me miró y sonrió, yo me derretí en éxtasis.
Tuvimos KIRTANA bajando las escaleras y por todo el pasillo, cuando llegamos afuera todos los devotos empezaron a regresar al templo. Entonces pensé: “¿Qué tengo que ver en regresar al templo y cantar con todos los devotos? Mi deber es estar afuera y distribuir libros. Ese es mi servicio a Prabhupada”. Así que yo fui el único que no regresó al templo. Me quedé y distribuí sesenta y siete libros grandes. Cuando regresé, supe que Karandhara le había hablado a Prabhupada acerca de mí y de cómo había estado distribuyendo libros. Cuando escuché eso, me puse muy entusiasta y esa semana seguí saliendo diariamente.
En Los Angeles Srila Prabhupada iba a sus caminatas matutinas ya fuera a la costa del océano Pacífico o al Cheviot Hills Park. Cada día un grupo de algunos devotos se le unían, especialmente Svarupa Damodara, un candidato para doctorado (PH.D) en química orgánica de la Universidad de California.
Regularmente Srila Prabhupada discutía con Svarupa Damodara acerca de la teoría científica del origen de la vida a partir de la materia. Día tras día Prabhupada demostraba cómo la teoría de Darwin era tonta y nada científica.
El sol empezaba a surgir en el horizonte mientras que Prabhupada y el pequeño grupo de discípulos caminaba. El aire era fresco, Srila Prabhupada usaba su abrigo color azafrán con capucha, mientras que sus discípulos, usando suéteres y envueltos en CHADARS, lo seguían, ya escuchando o haciendo preguntas.
Sin embargo, la mayor parte de la conversación se efectuaba entre Srila Prabhupada y Svarupa Damodara, quien hacía el papel, de científico y, por petición de Srila Prabhupada, proveía argumentos ateos, los cuales Srila Prabhupada derrotaba respaldado con escrituras y lógica. “Yo le digo a los científicos”, diría Srila Prabhupada: “Si la vida se originó a partir de elementos químicos, y si su ciencia es tan avanzada, entonces, ¿por qué no pueden crear vida bioquímicamente en sus laboratorios?”.
Ramesvara y Tripurari eran relativamente devotos nuevos, a pesar que sus actividades de SANKIRTANA eran bien conocidas en todo ISKCON. Ramesvara también había recibido su primera carta de Srila Prabhupada al final del maratón de Navidad en 1972 – la carta en la cual Srila Prabhupada decía: “por este esfuerzo ellos (los distribuidores de libros) tienen asegurado regresar al hogar, regresar a Dios”. Y sin embargo, a pesar de ser osados con los que no eran devotos, Ramesvara y Tripurari eran tímidos con su maestro espiritual.
Fue en una de estas caminatas matutinas que los devotos mayores presentaron a Ramesvara con Srila Prabhupada. Por petición de los devotos Ramesvara empezó a decir a Srila Prabhupada narraciones de lo que pasaba cuando los devotos salían a distribuir libros. Ramesvara mencionó que en ocasiones de encontraban con impersonalistas y los convencían que compraran un ejemplar del BHAGAVA-GITA TAL COMO ES. Srila Prabhupada se volvió gravemente, se detuvo, y miró a Ramesvara. “¿Qué les dicen?”, le preguntó.
Ramesvara le dijo a Prabhupada algunas de sus técnicas para vender libros. “¿Es eso todo lo que les dices?”, preguntó Prabhupada.
“Bueno, sí”, respondió Ramesvara. “Debido a que queremos decir algo tan pronto como sea posible a fin de distribuir tantos libros como sea posible. Sólo decimos un poquito para hacer que se lleven el libro”.
Prabhupada lo interrumpió y dijo: “¿No conocen mis libros?, ¿no sabes cómo predicar?”. La atmósfera se volvió tensa. “¿Asistes a las clases?”. Prabhupada continuó: “¿Lees mis libros?”. Ramesvara respondió que él asistía a todas las clases fielmente y que estudiaba sus libros regularmente. Entonces Prabhupada respondió: “¿Sabes este verso?”, y citó un verso en sánscrito. “EL BHAGAVAD-GITA TAL COMO ES” de la Mc Millan con sánscrito solo tenía un año de haberse publicado, y muy pocos devotos en el movimiento sabían los versos en sánscrito. Ramesvara no sabía el verso. Prabhupada se puso silencioso y continuó caminando. Después de unos momentos dijo: “Nuestros hombres necesitan estudiar nuestros libros”. Ramesvara entendió que su intercambio con Srila Prabhupada era misericordia especial y continuó caminando con los demás, sintiéndose aterrado y humillado en la presencia de su maestro espiritual.
Otra mañana Tripurari obtuvo la oportunidad de ir a la caminata matutina. Esa mañana en particular Prabhupada estaba muy silencioso, caminando por la playa. Únicamente cuando era hora de regresar y Prabhupada caminaba hacia su coche uno de los devotos mencionó: “Srila Prabhupada, aquí está Tripurari”.
Prabhupada se volvió a Tripurari y sonrió. “Ah, ¿cómo va la distribución de libros?”, le preguntó. Era la primera vez que le hablaba a Tripurari.
Tripurari amaba el SANKIRTANA y a Srila Prabhupada, él quería decir muchas cosas a la vez, pero no pudo hablar apropiadamente. Con un entusiasmo nervioso empezó a decir atropelladamente sus realizaciones.
Prabhupada lo interrumpió. “Este es el mejor servicio a la humanidad”. Y citó del BHAGAVAD-GITA: “Jamás habrá un devoto más querido para mí que aquel que predica este mensaje”.
Aparte de los breves encuentros de Ramesvara y Tripurari con Prabhupada, ninguno de los otros distribuidores de libros en Los Ángeles tuvo ningún intercambio personal con su maestro espiritual. Pero la cercanía de su relación con él no dependía del intercambio personal o de la proximidad física. Las escrituras enfatizan que seguir las instrucciones del maestro espiritual es lo más importante. El maestro espiritual no siempre está físicamente presente con su discípulo, pero siempre permanece con él en la forma de sus instrucciones. Los distribuidores de libros habían escuchado muchas veces en las clases de Prabhupada, en sus libros y conversaciones que la distribución de libros era la orden primordial que él había recibido de SU maestro espiritual. Por consiguiente, cualquiera que ayudase a Srila Prabhupada a distribuir libros de conciencia de Krishna era un siervo confidencial de Srila Prabhupada y Bhaktisiddhanta Sarasvati. Quienquiera que sinceramente aceptara su orden tenía garantizada una relación íntima con Srila Prabhupada.
Tripurari: Mi asociación con Srila Prabhupada siempre fue más o menos en separación y en el campo de batalla. Mientras que muchos de los devotos mayores fueron entrenados personalmente por Srila Prabhupada, yo nunca tuve ese entrenamiento. Yo fui entrenado por Srila Prabhupada más desde dentro de mi corazón. Pienso que ése es el caso de todos nuestros distribuidores de libros. Ellos tenían un sentimiento muy íntimo por Prabhupada, pero jamás tuvieron mucho contacto personal. Su intimidad y su verdadero sentimiento de conocer a Srila Prabhupada muy de cerca se debía a ese servicio el cual Prabhupada decía ser su vida y alma, ver que los libros se distribuyeran. La poca asociación que tuve fue para servir como portavoz de los distribuidores de libros”.
A Srila Prabhupada le gustaba sentarse en su jardín, con rosas, jazmines, azaleas, madreselvas, menta, enredaderas, zempasuchiles y árboles de plátano. Le gustaba el sonido del agua de la fuente.
Era un pequeño jardín con césped, arbustos, flores y un asiento para Srila Prabhupada. Si él tenía invitados especiales los devotos les llevaban sillas, y los discípulos se sentaban en esterillas sobre el césped y lo miraban. El vecindario era más tranquilo y silencioso por las tardes, Prabhupada podía escuchar el KIRTAN en el templo, los coches que pasaban por Venice Boulevard. El único disturbio era causado por los gritos de karate de una escuela cercana, y eso también había llegado a tolerarlo.
Prabhupada permaneció escuchando de una a dos horas mientras un devoto leía del libro de “KRISHNA, LA SUPREMA PERSONALIDAD DE DIOS”, en tanto que los demás compartían el momento trascendental con él. Prabhupada estaba completamente satisfecho escuchando KRISHNA LILA, sentado, con la cabeza erecta, en una modalidad meditativa. Era un grupo informal, pero su presencia hacía que fuera una ocasión trascendental. Oír el libro KRISHNA no era una cosa ligera, especialmente en la presencia del devoto puro de KRISHNA. En ocasiones interrumpía la lectura y hacía algún comentario. La noche caía, Prabhupada detenía la lectura y se retiraba del jardín caminando por el sendero de grava, entraba a la edificación y subía a su suite en el segundo piso.
A Srila Prabhupada le gustaba tanto su jardín de Los Ángeles, que decidió que quería uno similar en su sede de Mayapur.
“En tanto que a la casa de Mayapur, te sugiero que hagan un jardín en la azotea. En el techo se pueden poner seis pulgadas de tierra y plantar muchas tulasis y otras plantas bonitas. Me gusta mucho el jardín. Como aquí en el templo de Los Ángeles, han hecho para mí un jardín muy bonito en el cual me siento todas las tardes. Por favor, también hagan uno de primera en Mayapur”.
Normalmente Srila Prabhupada se retiraba a descansar a las diez de la noche. Iba a su recámara y se acostaba y su sirviente Srutakirti, le daba masaje en sus piernas. Entonces cerraba sus ojos.
Cada noche mientras le daban masaje a Srila Prabhupada, Ramesvara esperaba al pie de las escaleras, con la esperanza que el secretario o el sirviente bajaran con algún mensaje de Srila Prabhupada después de su masaje. Todos los días como a las diez, ya todos los distribuidores habían regresado al templo y Ramesvara reunía sus totales y los escribía a máquina en un reporte para su maestro espiritual. Por lo general, el reporte empezaba con una cita del CAITANYA CARITAMRTA y después la lista de los devotos con sus resultados.
El reporte terminaba con una oración a Srila Prabhupada y Krishna para que permitieran a los devotos siempre hacer SANKIRTANA.
Ramesvara: Estaba demasiado temeroso para ir al cuarto de Srila Prabhupada, así que esperaba al pie de las escaleras, simplemente esperando una palabra. Srila Prabhupada con frecuencia decía algo y después me lo decían a mí. A la mañana siguiente los devotos de SANKIRTANA me rodeaban y preguntaban: “¿Qué dijo?”. Ellos rogaban por un poco de néctar. Era una experiencia intensa. Sentíamos que todos teníamos una conexión directa con Srila Prabhupada.
Esta era la primera vez que los devotos iban a los aeropuertos. Nadie más en el movimiento lo hacía, excepto los devotos de Los Ángeles, así que era algo especial. Nadie más estaba distribuyendo tantos libros grandes como nosotros.
En cierto momento, cuando Srila Prabhupada vio uno de mis reportes diarios, comentó: “¿Quién es Ramesvara?”. Srila Prabhupada veía que estas cartas extáticas llegaban día tras día, rociadas con citas nectáreas de su CAITANYA CARITAMRTA ADI-LILA que había sido publicado. Él se dio cuenta que estos discípulos estaban en éxtasis, y preguntó: “¿Quiénes son ellos?”. Él podía ver que los devotos amaban el SANKIRTANA. No era una carga artificial o que estuviéramos luchando.
Era extático y bienaventurado. Estábamos conectados con la filosofía del CAITANYA CARITAMRTA donde se explica que el Señor Caitanya desciende con Sus asociados confidenciales a esparcir amor a Dios pero no discriminan quién es un candidato adecuado y quién no lo es. Este era nuestro entendimiento.
Desde el punto de vista de Srutakirti, sirviente de Srila Prabhupada, el momento del masaje de la noche era un momento especial, ya que Srila Prabhupada parecía estar libre de la presión de la administración del día. Prabhupada le pedía que trajera del jardín tres o cinco jazmines florecientes y Srila Prabhupada ponía los fragantes brotes cerca de su nariz durante el masaje. Él estaría incluso más silencioso y relajado que durante la lectura del libro de KRISHNA. No había ningún asunto por atender. Había tenido un día de ardua labor y se levantaría otra vez, después de solo tres horas de descanso. Pero ahora estaba acostado, absorto en pensamientos o cantando en voz baja.
Algunas noches Srila Prabhupada retardaba el masaje y caminaba en su recámara de ida y vuelta cantando con sus cuentas, o se sentaba en su cama y cantaba. Pero la mayoría de las noches estaría acostado boca arriba mientras Srutakirti masajeaba sus piernas. Si Srila Prabhupada conversaba con su sirviente, no era acerca de la administración de ISKCON. Él quizá miraría un cuadro en la pared y diría: “¡Qué hermoso es KRISHNA!”, ¿cómo es posible que uno no sea atraído por KRISHNA?”. O algunas veces hablaba de su infancia y de otros temas informales. Pero incluso en este tiempo de relajamiento, se deleitaba escuchando los resultados de SANKIRTANA y así, algunas veces leía el reporte de Ramesvara o simplemente decía algo acerca de predicar Conciencia de KRISHNA. Los sirvientes de Srila Prabhupada reportaban fielmente todas estas cosas a los demás.
Una noche, después del extático reporte diario de SANKIRTANA de Ramesvara, Srila Prabhupada se sintió inclinado a escribir un mensaje en el reverso del reporte. Asentando la fecha del 20 de abril de 1973, escribió:
- 29 -
“Mis queridos muchachos y muchachas, ustedes están trabajando tan arduamente para propagar las glorias de los pies de loto del Señor KRISHNA y así, mi Guru Maharaj estará muy complacido con ustedes. Ciertamente mi Guru Maharaj les otorgará sus bendiciones miles de veces más que yo y esa es mi satisfacción. Todas las glorias a los devotos reunidos.
Ramesvara se mostraba con reservas, mientras esperaba silenciosamente al pie de las escaleras, el más ligero reconocimiento por parte de Srila Prabhupada, pero cuando recibió la preciosa joya de este manuscrito, salió corriendo, gritando para compartir la buena fortuna con cualquier devoto que aun estuviera despierto.
Tripurari: Cada mañana después de MANGALA-ARATI siempre había un pequeño grupo apiñado cerca de la puerta del templo, ya que se suponía que nadie debía estar hablando en el templo mientras se cantaba JAPA temprano por la mañana. Así que Ramesvara estaba parado en el quicio, cantando y nos llamó, hasta que se reunió un grupo de devotos que se ubicó en la entrada. Nos mostró la nota de Srila Prabhupada. Algunos de los devotos se frustraron al ver que estábamos hablando durante el canto de JAPA. Ellos pensaron que nos distraíamos o que no estábamos absortos en nuestro servicio o en nuestra JAPA. Pero en verdad estábamos realmente absortos intensamente pensando en SANKIRTANA y cuando volvimos a cantar nuestras rondas, lo hicimos con el deseo de poder salir y complacer a Srila Prabhupada.
Fue cuestión de días que las palabras de Srila Prabhupada llegaron a los otros templos – “Todos deben salir con el grupo de SANKIRTANA tan pronto como sea posible”. Pronto Srila Prabhupada dejó Los Ángeles y regresó a la India. Pero su mensaje permaneció, él hizo más profundas las convicciones de los devotos.
* * *
En el boletín del BBT del mes de julio, apareció la carta de una chica que acababa de leer los libros de Srila Prabhupada y fue escrita en papel membretado de un vuelo de la TWA, y decía lo siguiente:
A.C. Bhaktivedanta Swami:
“Uno de sus seguidores me dio el libro “Krishna” en el aeropuerto de San Francisco, previamente a mi partida hacia Londres……
Nunca me había sentido tan feliz y privilegiada u honrada sería una mejor frase…….
Estoy cansada de esta lucha material constante. Quiero una vida más elevada sin riquezas y juegos materiales”.
En su regreso de Londres compró otro libro en el aeropuerto de Chicago: EL RAJA VIDYA y ahora pedía más ayuda. “Es hermoso”, ella concluyó.
En el verano de 1973 los devotos descubrieron que podía distribuir cientos de libros de KRISHNA en unas cuantas horas en los conciertos. El libro KRISHNA ahora disponible en una trilogía de pasta suave con prólogo de George Harrison, era especialmente atractivo para la gente joven. En julio, Ramesvara le escribió a Srila Prabhupada a Londres, informándole que tan sólo en Los Ángeles vendieron dos mil libros de KRISHNA en una semana y que en un concierto los devotos habían distribuido seiscientos volúmenes. Los devotos decidieron que Tripurari y algunos otros de los devotos principales de SANKIRTANA deberían viajar de templo en templo y compartir su experiencia. Ramesvara le escribió a Srila Prabhupada: “Es la misericordia de Sri Sri Rukmini-Dvarakadisa (las Deidades adorables del templo de Los Ángeles), que podamos enviar a tantos devotos a otros centros. Esta es la verdadera opulencia de Nueva Dwaraka”.
Srila Prabhupada respondió el día 3 de agosto:
“No hay duda de ello, es nuestra actividad más importante distribuir libros. El templo no es un lugar para comer y dormir, sino una base de la cual enviamos soldados para luchar contra maya. Luchar con maya significa lanzar miles y millones de libros en los regazos de las almas condicionadas. Exactamente como en tiempos de guerra que las bombas llueven del cielo como nada …..
También me gusta su programa de enviar a sus mejores hombres a enseñar a otros. Ese es el verdadero progreso de la Conciencia de Krishna, entrenar a otros. Continúa con este programa a fin de que en el futuro cada devoto en nuestro movimiento sepa el arte de distribuir libros. Esto es aprobado por mí”.
De acuerdo como Tripurari viajaba e introducía el SANKIRTANA, más devotos siguieron su ejemplo y empezaron a salir con ropa convencional y usando peluca. Esto hizo más fácil relacionarse con la gente. Sin embargo, algunos devotos pensaron que así no se debía hacer.
Un día en septiembre de 1973, mientras Srila Prabhupada efectuaba su caminata matutina en la playa de Bombay algunos de sus discípulos SANNYASIS le presentaron el caso. Como de costumbre muchos caballeros respetables caminaban por la playa Juhu Beach, y cuando pasaban junto a los devotos, ofrecían sus respetos y decían: “Hare Krishna”. Srila Prabhupada comentó que éste era síntoma de un verdadero Vaisnava: quienquiera que lo ve inmediatamente piensa en Krishna. Por lo tanto, los devotos deben portar visiblemente todos los símbolos Vaisnavas tales como TILAKA, SIKHA y las cuentas del cuello a fin de que la gente sepa, “son gente Hare Krishna”. Uno de los SANNYASIS señaló que ahora los devotos usaban pelucas de cabello largo y que se vestían como hippies para distribuir libros. El SANNYASI dijo que él no permitía a sus hombres que hicieron eso porque sentía que significaba derrotarse a sí mismo; la gente ni siquiera sabría que estaba hablando con un devoto. Cuando alguien quiere distribuir libros - él dijo - Krishna le ayudará a encontrar un lugar donde pueda distribuir sin tener que disfrazarse.
Srila Prabhupada se volvió a los demás y les pidió su opinión. Uno de los devotos sugirió que la razón por la cual los devotos usaban “disfraces” se debía a que en muchos lugares no se les permitía distribuir libros con ropas devocionales. Prabhupada escuchó las opiniones y después expresó su decisión: que estos disfraces debían parar inmediatamente. “No sacrificaremos de ninguna manera nuestro estándar”. Prabhupada dijo: “Tenemos que mantener nuestros principios estrictamente. Vestirse con ropa KARMI y usar cabellos largos es la tendencia de volverse hippies otra vez. Debido a que fueron hippies, la tendencia sigue presente. Así que esto debe parar”.
Caminando de regreso al templo, Srila Prabhupada vio a un hombre pobre evacuando a un lado del camino a la vista del público. “Él no cambia su estándar de vida a pesar de la opinión pública”, Prabhupada señaló: “¿No podemos mantener nuestro nivel de vida tan estrictamente como ellos lo hacen con el suyo?”.
Se escribió una carta firmada por Tamala Krishna Goswami, el GBC y Srila Prabhupada también firmó sobre una línea impresa. “Aprobado”. La carta establecía que todos los grupos de SANKIRTANA viajero y de los templos, deberían siempre usar DHOTIS, TILAKA, cuentas en el cuello y SIKHA y depender absolutamente de KRISHNA y no de ningún disfraz para ayudarse a distribuir libros. No obstante, en la parte inferior de la carta había una posdata, “Srila Prabhupada después de revisar lo anterior añadió: Si ellos quieren pueden usar abrigos y pantalones ….. pero el TILAKA, SIKHA y cuentas - estos casos deben estar presentes”.
Previamente Srila Prabhupada había abordado el tema en diversas cartas. Cuando de Canadá, Jagadisha prabhu le hizo la misma pregunta, él respondió que no había objeción en que usaran ropas occidentales, inclusive peluca o sombrero. “Tenemos que aceptar cualquier posición favorable para la ejecución de Conciencia de Krishna”, “algunas veces tenemos que adoptar tales medios para auxiliar la distribución de libros”. Pero en febrero de 1973, le escribió a Rupanuga informándole que los devotos se vistieron como hippies.
“… Esto se debe parar, no le debemos dar a nadie una causa para que nos llamen hippies, pero los devotos se pueden vestir como damas y caballeros a fin de distribuir mi literatura bajo circunstancias especiales...
Donde sea que haya individuos, están destinados a diferir en opinión”.
Srila Prabhupada quería que le ahorraran el hecho de decir tales detalles. Él quería que sus hombres del GBC consultarn entre ellos y que le presentaran su conclusión para una decisión final. “De esta forma”-él le escribió a Rupanuga- “estaré libre para concentrarme en mi traducción del SRIMAD-BHAGAVATAM”. Pero porque HABÍA individualidad y algunos de los detalles particulares eran muy cruciales, una y otra vez se recurría a Srila Prabhupada para hacer un juicio final.
Cuando la carta llegó de la India a Karandhara en Los Ángeles, él hizo un elaborado contrareporte a Srila Prabhupada acerca de los beneficios de este tipo de SANKIRTANA. Antes de correr la voz que todo el SANKIRTANA en ropas occidentales debía parar, Karandhara quería que Prabhupada escuchara su versión. Él concluyó que la principal cosa que Srila Prabhupada objetaba era el dar una apariencia desacreditable, y al escuchar que los devotos parecían hippies él había objetado. Karandhara le escribió a Srila Prabhupada que los distribuidores siempre estaban limpios, bien peinados y presentables. Él dijo que si se les restringía a salir a distribuir libros únicamente con la cabeza afeitada y DHOTI, entonces la distribución decrecería alrededor de dos tercios”. Si ha ocurrido algún extremismo o una mala aplicación”, escribió, “deben corregirlo en lugar de desechar todo el programa”.
Esta vez Srila Prabhupada respondió definitivamente a favor del SANKIRTANA con ropas occidentales.
“Sí, ustedes pueden continuar con su distribución de libros como lo estaban haciendo anteriormente, no tiene nada de malo. Pensé que nuestros hombres se estaban volviendo como hippies, pero por ti ahora puedo entender que ese no es el caso. Así que no tengo objeción. Nuestro asunto principal es distribuir libros; y de acuerdo con los reportes que estoy recibiendo de todo el mundo, el progreso es muy alentador”.
Sin embargo, no todas las controversias fueron privadas. Surgió un desacuerdo en cuanto a las técnicas usadas en la distribución de libros. Algunas personas habían escrito quejas al BBT que ellos habían sido engañados o presionados a comprar el libro.
Los devotos respondieron de diferentes maneras a estas quejas. Los distribuidores de libros eran proteccionistas de la orden de Srila Prabhupada de distribuir libros como fuera posible. Ellos argumentaron que únicamente porque algunas personas se habían quejado, no era razón para moderar la distribución. E incluso citaron las afirmaciones de Srila Prabhupada que la oposición al SANKIRTANA indicaba su pureza y genuinidad. Srila Prabhupada había explicado este tema en sus libros al discutir el incidente histórico cuando los grupos de SANKIRTANA del Señor Caitanya fueron parados por el gobierno musulmán. “Debemos recordar”, Srila Prabhupada había escrito, “que tales incidentes ocurrieron en el pasado, hace quinientos años y el hecho de que aún estén sucediendo indica que nuestro movimiento de SANKIRTANA es realmente autorizado, ya que si el SANKIRTANA fuera un asunto material insignificante, los demonios no se opondrían a él”. La gente en Estados Unidos también se había opuesto a la forma de vestir de los devotos, a la filosofía y a la comida. Cualquier cosa que uno hiciera, ALGUIEN se opondría. La cosa principal, decían los distribuidores de libros, era que ellos salvarían a las almas condicionadas, quienes se dirigían a una siguiente vida infernal. Si una persona obtenía un libro y leía nada más una página, su vida podría cambiar.
Sin embargo otros devotos, incluyendo a los presidentes de los templos, estaban a disgusto con las quejas. Alguien mencionó que Srila Prabhupada ya había abordado este tema en una carta de 1970. “Efectúen todas las actividades con gran entusiasmo”, le había escrito a un devoto. “Todas nuestras actividades deben ser abiertas a fin de que nadie pueda criticar nuestra misión, todos nuestros tratos deben ser al nivel del Vaisnavismo. Si todo se efectúa en Conciencia de Krishna de una manera conciente de Krishna, entonces el Señor Krishna se complacerá en proveer todas las facilidades para auxiliar tal servicio sincero”. Srila Prabhupada quería que los distribuidores de libros ejecutaran su orden, pero no les daba licencia de hacer todo y cualquier cosa y proclamar que eso era para Krishna. Predicar requería de pericia, no únicamente en hacer que la gente se llevara el libro sino también en darles la impresión correcta.
Los distribuidores de libros lo hacían lo mejor que podían, lo mantenían y trataban de mejorarlo. Si algún devoto creía que lo podía hacer mejor, entonces él debía salir y demostrar cómo distribuir libros sin perturbar a nadie. Las técnicas para vender libros no podían ser solo teóricas. Los libros tenían que salir y el número de libros vendidos no debía disminuir en nombre de mejorar las relaciones públicas. Distribuir libros todo el día, día tras día, era arduo. La gente ya estaba agitada por su mente y sus sentidos y molestos por sus ocupaciones, gobierno y relaciones personales. No era de sorprenderse que incluso un inocente devoto también les resultara molesto en ocasiones.
Las tácticas en cuestión, eran principalmente, lo que los distribuidores de libros decían. Mencionaban que eran estudiantes, que ayudaban a jóvenes a librarse de la adicción a los estimulantes, o que los libros trataban de cómo resolver las crisis de estos tiempos modernos. Ninguna de estas cosas era falsa, pero algunas veces el énfasis era excesivo. Un devoto maduro, podía hablar más directamente. Tripurari les decía cómo los libros describían una antigua civilización en la cual la gente tenía el conocimiento de cómo se debía vivir la vida. Él se presentaba como miembro de una organización con comunidades alrededor del mundo con las cuales la gente se podría beneficiar mediante el ejemplo de un estilo de vida como alternativa. Tripurari y otros podían ser personales y de una manera casual, filosóficos, al mismo tiempo que hablaban de vida espiritual. Hacían rápidamente amistad con extraños y los convencían de que se llevaran los libros. Pero más y más devotos salían y algunos eran toscos. Obviamente necesitaban más entrenamiento.
La polémica consistía en si los devotos deberían ser directos y abiertos o basarse en técnicas de ventas.
Bhakta dasa, el presidente del tempo de San Diego, le escribió a Srila Prabhupada en busca de esclarecimiento. Bhakta dasa personalmente era un distribuidor de libros, él viajaba con un grupo de devotos por todo el país en una camioneta cuyas placas decían “KRISHNA”. Y su esposa viajaba por separado con un grupo de devotas en una camioneta cuyas placas decían “RADHA”. Bhakta dasa le preguntó a Srila Prabhupada la definición de la palabra ENGAÑAR de acuerdo como se aplicaba al SANKIRTANA. Srila Prabhupada respondió:
“Referente al significado de la palabra “engañar”, únicamente hay tres cosas que se deben saber que Krishna es el Disfrutador Supremo, el Propietario Supremo de todo y el Amigo Supremo de todos y nosotros decimos que honestidad es actuar de acuerdo con el conocimiento de estas tres verdades. Aquella persona que siempre actúa de acuerdo con este conocimiento es verdaderamente honesta y si alguien no actúa de acuerdo a este conocimiento, entonces siempre está engañando o siendo deshonesto. De esa manera, si aplicas esto a tus técnicas de vender literatura a personas cuando estás en Sankirtana, entonces entenderás cuál es el significado de la palabra “engañar”.
La filosofía de Srila Prabhupada era clara, pero persistiendo diferentes interpretaciones. A un devoto sincero tratando de vender un libro, no se le podía considerar ser un engañador ya que estaba glorificando a Krishna. Hasta allí estaba claro. ¿Pero se aplicaba esto a las prácticas en SANKIRTANA?. La respuesta de Srila Prabhupada no había hecho referencia a ninguna técnica específica; simplemente había enfatizado la pureza de la distribución de libros y alentó a los distribuidores a continuar sin interrupción. El asunto principal era distribuir libros. Los criticones del movimiento de SANKIRTANA, aquellos que no aceptaban a Krishna como el Supremo, ni obedecían Sus instrucciones, eran engañadores al reconocer a Krishna como el propietario, disfrutador y amigo supremo. Srila Prabhupada aconsejó que si uno consideraba cuidadosamente los puntos de la carta y lo aplicaba, que entonces uno sería iluminado en todos los aspectos de distribución de libros.
Los devotos continuaron insistiéndole a Srila Prabhupada que les aclarara más. Los distribuidores estaban preocupados en que la urgencia de la distribución no fuera minimizada, en tanto que a otros líderes de ISKCON responsables les preocupaba que algunas prácticas no estrictas, pudieran dañar el progreso de la sociedad. Srila Prabhupada le respondió preguntas a Balimardana de Nueva York con una carta que fue especialmente influyente.
“Tienes que vender libros, hazlo ya sea a tuertas o a derechas. La verdadera prédica es vender libros. Debes saber la táctica de cómo vender sin irritar. Que es lo que hará tu conferencia de tres minutos, pero si leen una página, su vida puede cambiar. Sin embargo, no queremos irritar a nadie. Si la persona se va por tus tácticas agresivas, entonces eres un necio y es tu fracaso. Ni pudiste vender un libro ni la persona se quedó. Pero si compra un libro, esa es verdadera prédica exitosa”.
Por un lado la frase de Prabhupada: “a tuertas o derechas”, parecía dar completa licencia para que los distribuidores usaran cualquier medio para vender un libro. Pero si uno revisaba cuidadosamente su carta, encontraría que Srila Prabhupada repetidamente decía que el devoto no debe irritar a la gente en SANKIRTANA. Su posición era clara: los libros se tenían que vender, pero de una buena manera. Y si había dudas, Srila Prabhupada reiteraba que la distribución de libros era la mejor prédica. “El éxito de tu prédica”, escribió, “será corroborado por los libros vendidos”. Era una prueba de inteligencia y habilidad en el servicio a Krishna. No era muy fácil de obtener el placer de Srila Prabhupada. Si se reducía la distribución de libros por temor a que el público se fuera a irritar, ¿entonces, cómo alentarían a Srila Prabhupada?. Pero – “si únicamente irritas a la persona y se va, eso es tu menos inteligencia”. Srila Prabhupada también escribió: “El arte es vender muchos libros y no irritar al público, por consiguiente puedes instruir a los demás en cómo hacer esto exitosamente. Eso es sannyasa, eso es GBC”.
De acuerdo como los libros continuaron saliendo por millones, muchas personas expresaron su agradecimiento por recibir un libro, aunque ocasionalmente alguien se quejaba. El diálogo continuó dentro de ISKCON en lo referente a la aplicación de las declaraciones de Srila Prabhupada. Algunos distribuidores continuaron vendiendo libros por cualquier medio que les fuera posible. En el sentido absoluto, ellos decían, el fin justifica los medios. Pero otros razonaron que tales medios habían sido cuidadosamente definidos por Srila Prabhupada; el fin absoluto no se debía tomar como una licencia para actuar irresponsablemente. El devoto es responsable en ayudar a las almas condicionadas a entender Conciencia de Krishna. Para el materialista ya era suficientemente difícil apreciar la renunciación; por consiguiente los devotos habían
optado por usar ropas occidentales. Tales materialistas jamás podrían aceptar tal aplicación brusca de “el fin justifica los medios”; en consecuencia, ¿por qué distribuidores demasiado agresivos habrían de ahuyentar al público de la vida espiritual?
Algunos distribuidores pensaban que mientras que la discusión de técnicas era bien acogida, hablar mucho era inútil. Era mejor si todos salían y distribuían los libros de Srila Prabhupada al máximo de su capacidad. Ocasionalmente Srila Prabhupada presentaba afirmaciones volviendo a definir el tema. Sus instrucciones en las cartas estaban especialmente dirigidas a los individuos que estaba escribiendo. Cuando Govinda das, el presidente de ISKCON Chicago, le escribió a Srila Prabhupada, este lo alentó en su empeño de reformar a los devotos dedicados con prácticas excesivas.
“Referente a inventar alguna historia para colectar dinero o vender libros, por supuesto podemos hacer cualquier cosa para Krishna, pero eso se supone que está reservado para devotos expertos muy avanzados en Conciencia de Krishna - ellos saben cómo atrapar al pez sin mojarse ellos mismos. Por consiguiente no es muy aconsejable inventar mentiras tan sólo para vender el libro. Si simplemente nos apegamos a describir lo maravilloso que es Krishna, entonces cualquier cosa que podamos exagerar, ¡eso no será mentira!, pero otras cosas, mentiras, no nos ayudarán a educarnos en la veracidad. Mentirles a algunos, y a otros no, eso no es buena filosofía. Los brahmanes son siempre veraces, incluso hacia sus enemigos. Nuestros libros tienen suficientes méritos y si simplemente los describes sinceramente a cualesquiera, ellos lo comprarán. Ese arte se debe desarrollar, más no el arte de mentir. Convéncelos a que cooperen mediante tu prédica de la Verdad Absoluta, no mediante trucos, esa es una etapa de desarrollo de Conciencia de Krishna”.
* * *
Noviembre de 1973.Cada día salían grupos de hombres y mujeres a distribuir libros. Un día de noviembre los devotos del templo de la ciudad de Nueva York rompieron el record mundial de ISKCON al distribuir en un día 13,200 ejemplares de literatura. El mismo día distribuyeron 15,000 piezas de PRASADAM. El total de libros distribuidos por la sociedad en todo el mundo en 1973 fue de 4’169,004 libros y millones de dólares colectados. Cuando Srila Prabhupada recibió estas cifras, le respondió a Ramesvara:
“Yo tengo fe en tus palabras que el próximo año las cifras serán muy superiores a las del año pasado. Esa es la naturaleza de la energía espiritual, ello está siempre incrementando si nosotros aplicamos nuestra energía”.
A principios de enero de 1974, Srila Prabhupada otra vez regresó a Los Ángeles. Una mañana dio una clase sobre el SRIMAD-BHAGAVATAM, enfatizando la distribución de libros, “en todo el universo no hay literatura como el SRIMAD-BHAGAVATAM”, él dijo: “no existe comparación o competencia. Cada palabra es para el beneficio de la sociedad, todas y cada una de las palabras. Por lo tanto, enfatizamos mucho la distribución de libros. Si de una manera u otra, los libros van a las manos de alguien, él se beneficiará. Por lo menos él verá: “he pagado tanto, veamos de qué se trata”. ¡Si él lee un SLOKA, una palabra!, esto es una cosa tan buena. Por lo tanto, estamos enfatizando mucho, por favor distribuyan muchos libros, distribuyan libros, distribuyan libros”.
Sin embargo, 1974 empezó con lo que parecía ser un serio retroceso. La Suprema Corte legisló contra los que protestaban en contra de la guerra de Vietnam, quienes distribuían volantes políticos en centros comerciales privados. Los derechos de la propiedad privada estaban siendo violados, la Corte legisló y los ciudadanos de grupos no lucrativos – incluyendo los religiosos – únicamente podían solicitar o distribuir en la propiedad privada bajo la invitación del propietario de dicha propiedad. Mediante esta resolución, los centros comerciales que frecuentaban los distribuidores de libros fueron repentinamente cerrados. Los abogados predijeron que habría gran dificultad en cambiar el decreto de la Suprema Corte. Más no obstante, la misma constitución que les impedía a los devotos su acceso a la propiedad privada, les dio acceso a la propiedad pública.
Los devotos de ISKCON presentaron una demanda contra el aeropuerto de Las Vegas, propiedad de la ciudad y ganaron de inmediato una amonestación en base a que el aeropuerto estaba privando a los devotos de su derecho de libre expresión. El caso abrió una nueva era, con posibilidades de legalizar el SANKIRTANA en todos los aeropuertos principales. Ramesvara le escribió a Srila Prabhupada acerca de los planes de abrir aeropuerto y otras áreas públicas, especialmente centros de transportación, trabajando con abogados. Srila Prabhupada aprobó el plan:
“Estoy extremadamente feliz al escuchar que una firma de jóvenes abogados está trabajando ahora con nosotros para ayudarnos a esparcir este movimiento mediante su asistencia, para inundar al mundo con nuestros libros. Estas son noticias muy bien venidas. Las cosas se ven muy favorables para nosotros, ahora simplemente tenemos que esforzarnos aún más arduamente para ejecutar sinceramente las órdenes de Sri Caitanya Mahaprabhu y Él estará complacido en proveernos con más y más facilidades. Cooperen bien entre ustedes e impulsen esta misión imprimiendo y distribuyendo nuestros libros en cantidades ilimitadas”.
Bajo la fuerza de la autorización de Srila Prabhupada se abrieron más aeropuertos importantes para la distribución de libros. Srila Prabhupada le escribió al presidente del templo de Chicago:
“El reportaje del periódico que enviaste, los seguidores de Krishna libres del acosamiento policiaco, es otro testimonio de la gran victoria hecha por Sri Caitanya Mahaprabhu en Chicago. Tengo entendido que el área de Chicago es el lugar más lucrativo en el mundo para la distribución de nuestros libros y que has hecho un trabajo muy cuidadoso en obtener todos los permisos”.
En esta carta, Srila Prabhupada también reprimió un rumor entre los devotos que en pocos años la represión policiaca y la crisis económica harían imposible el SANKIRTANA.
“Quienquiera que te dijo eso es un malvado, al decir eso en mi nombre. Yo jamás dije eso. Por el contrario, el movimiento de SANKIRTANA se expandirá, continuando en tanto que seamos sinceros. Cuando en un principio yo vine, se empezó a expandir y ahora continúa expandiéndose y no hay razón de detenerse. Por lo tanto, continúen con sus planes de por vida para asegurar la distribución de libros. No existe un alto. Este movimiento es eterno”.
Previamente, únicamente unos pocos devotos habían sido lo suficientemente osados para aventurarse en los aeropuertos. Pero ahora podían distribuir en ellos legalmente. Los devotos vieron esto como una prueba que Krishna estaba trabajando a través de Srila Prabhupada para hacer los ajustes para más distribución de libros. Ningún maestro espiritual previo jamás había obtenido tal facilidad de distribuir la literatura védica en tal gran escala. Esta fue otra señal que Srila Prabhupada era un representante empoderado por Krishna. Y por sus esfuerzos en seguir la orden de Srila Prabhupada, Krishna también estaba dando facilidades. Pero únicamente si ellos estaban dispuestos a someterse a las pruebas de entrega y renunciación.
Praghosa: “Un día fui al aeropuerto, y me dirigí a un hombre de color y le dije: “discúlpeme señor”, ¡Y BAM!, él me dio un recto en la cara y me noqueó. En ese momento pasaron muchos pensamientos por mi mente. Yo únicamente podía escuchar las palabras de Tripurari de la clase de esa mañana vibrando en mis oídos: ”debemos estar determinados…..” Así que me dije para mí mismo: “bueno, me voy a parar de nuevo y voy a seguir tratando”. Me levanté y tuve la inspiración de simplemente voltear y tratar de dar el libro de Srila Prabhupada a la siguiente persona”.
En otra ocasión un matrimonio se acercaba, pero el esposo no quería saber nada de mí. Cuando la mujer vio que el libro era espiritual, ella se detuvo y dijo: “¿de qué trata ese libro?, le dije llanamente: “este libro explica el nacimiento y la muerte y qué es lo que hay más allá”, ella dijo: “por favor cómpralo”, pero él dijo: “yo no lo quiero, ven, vámonos”, ella dijo: “¡por favor!, pero el esposo dijo: “tú cómpralo!, y se fue.
Entonces ella se quedó conmigo y dijo: “¿me puede decir un poco más acerca de esto?”. Le empecé a explicar el libro, después le pregunté: “¿de dónde vienen?”, ella dijo: “vengo de Rochester”. Entonces me reveló que venía de la Clínica Maya, que tenía un cáncer incurable y que iba a morir, ella dijo: “desesperadamente quiero ver este
libro”. Me dio un billete de diez dólares, y dijo: “muchas gracias”, de esa manera tomó el libro y se fue corriendo.
Un poco más tarde ella regresó, me encontró y me estrechó la mano y me agradeció. Este tipo de experiencias que los devotos tenían día a día nos daban el sentimiento de ser como emisarios o representantes de algo muy especial. Por esto nos volvimos más apegados a Srila Prabhupada y a ejecutar su obra. Nosotros veíamos cómo se efectuaban estos milagros.
Kesava Bharati: Acostumbraba distribuir libros en el aeropuerto de San Francisco, y pensaba que este aeropuerto era especialmente difícil porque la gente era sofisticada, pero que si pudiera ir a Los Ángeles, probablemente podría distribuir tantos libros como Tripurari. Yo estaba un poco envanecido, después obtuve la oportunidad de distribuir con Tripurari.
Soy muy comunicativo y sociable, por lo tanto no tengo ningún problema en detener a la gente o cosa por el estilo, pero había pasado media hora y después una hora y Tripurari ya había distribuido cinco y diez libros. Pero yo no podía lograr que alguna persona se detuviera y estrechara mi mano, ¡era increíble!, pero yo sabía que se debía a que estaba demasiado envanecido. Pasó otra hora, y aún no había logrado detener a nadie y saludarlo. Estaba confundido pues quería distribuir los libros de Srila Prabhupada. Finalmente me senté por frustración, estaba a punto de llorar.
Tripurari se me acercó y me predicó, me dijo que debía orar al Señor Caitanya y Nityananda en momentos como éste y no preocuparme, que estas cosas suceden. Así que me compuse, y después de eso, de 10 a 15 personas seguidas se detuvieron y les hablé. Más tarde cuando discutimos el asunto, pudimos entender que éramos simplemente los instrumentos en las manos del Señor Caitanya. Esa fue la forma en la que desarrollamos la filosofía de SANKIRTANA. Mediante la distribución de libros, pudimos realizar quién era Srila Prabhupada y apreciarlo más.
Lavanga-latika: “Todo el día yo permanecía al final de las escaleras en el aeropuerto y miles de personas pasaban. Nosotros distribuíamos cientos y cientos de libros, solíamos tomar frases de los libros de Srila Prabhupada, Tripurari les hablaba de los cisnes extrayendo leche del agua. Acostumbrábamos usar mucho esa frase al dirigirnos a alguna persona. Le decíamos cómo estos grandes sabios sabían cómo separar la leche del agua, la esencia. Él también les decía que las ilustraciones eran ventanas al mundo espiritual.
Les diríamos: “Este libro es tan brillante como el sol que erradica la oscuridad de la ignorancia en esta era de Kali”.
Descubrí que la mejor manera de distribuir los libros, era usando las propias palabras de Srila Prabhupada, él decía que si le leíamos una línea a alguien, esa persona haría avance espiritual cientos de veces. En una ocasión, un devoto se quejó con Srila Prabhupada de que la gente estaba tirando algunos de los libros. Pero entonces pudimos entender que él quería que se distribuyeran a gran escala, no que se guardaran para una persona especial que uno creyera que era lo suficientemente inteligente para leerlos. Ya que Srila Prabhupada había dicho que si ellos leían únicamente una línea, entonces serían muy beneficiados. De esa manera pudimos entender que Srila Prabhupada quería una distribución masiva, no que los reserváramos para alguna persona en especial, para la persona correcta.
Sura dasa: Vaisesika y yo estábamos en el aeropuerto vendiendo libros. Él se dirigía a la gente y les decía: “Hola, ¿cómo está señor?, todas las glorias al movimiento de SANKIRTANA de Sri Krishna, la bendición principal para la humanidad en general, la cual limpia el corazón”. Él repetía las oraciones del Señor Caitanya del “SIKSASTAKA”, los leía del libro y sin embargo, él estaba distribuyendo libros. Los libros tenían ilustraciones de Krishna y de escenas devocionales en la cubierta, en ocasiones algunos devotos no podían entender cómo la gente se podría identificar con estos libros. Pero Srila Prabhupada quería que se distribuyeran. Y él decía que debíamos predicar en base al mérito del libro. Cuando un devoto le preguntó a Srila Prabhupada qué era lo que debíamos decir para distribuir los libros, él respondió: KRSNE SVA-DHAMOPAGATE, este es un verso del SRIMAD-BHAGAVATAM y dice que éste es tan brillante como el sol que ha surgido para dar a la gente religión en esta era de oscuridad. De esa manera también repetíamos ese verso distribuyendo los libros con fe.
Salíamos y veíamos que la gente realmente se asombraba con la Conciencia de Krishna. Ellos veían que los devotos eran muy sinceros y serios, y la gente se impresionaba. Diariamente veíamos en SANKIRTANA cómo la gente apreciaba los libros de Srila Prabhupada. También había hostigamiento, pero él ya había hablado del tema, que siempre habría dificultades.
Por consiguiente, todo venía de Srila Prabhupada para confirmar cualquier realización que nosotros teníamos. Srila Prabhupada dijo que un vendedor de libros tiene que salir y tener dificultades, porque algunas veces será aceptado y otras rechazado. Pero él tolera.
En el aeropuerto nos encontrábamos con profesores, abogados y todo tipo de personas que se detenían y hablaban. En ocasiones ellos retaban y constantemente teníamos que defender los libros de Srila Prabhupada y su movimiento, y hablar en su representación, más aún que cuando éramos jovenzuelos y andábamos en los estacionamientos hablando con mujeres y pidiéndoles cincuenta centavos por un paquete de incienso. Ahora estábamos presentando los libros de Srila Prabhupada a eruditos, nos cruzamos con mayavadis, científicos, hombres de negocios y gente que era muy aguda en Chicago, Nueva York, Los Ángeles y san Diego. La gente de ahí era muy aguda y ruda. Y justamente por tener que combatir espiritualmente con todos ellos y defender el movimiento, nos volvimos más maduros en nuestro entendimiento de los libros de Srila Prabhupada y cómo presentarlos, de tal manera que convencieran a la gente, incluso aún cuando no quisieran ser convencidos. Tuvimos que estudiar los libros de Srila Prabhupada”.
En 1974 se formaron diversos grupos para distribuir los libros. Tripurari había estado viajando como un emisario de Los Ángeles, pero ahora, con el permiso de Srila Prabhupada, él formó un grupo de SANKIRTANA del Bhaktivedanta Book Trust (BBT) con algunos de los principales distribuidores de libros, quienes se establecieron en diferentes aeropuertos. Esto en sí mismo, causó un incremento importante en la distribución de libros.
Tripurari empezó a tener correspondencia directa con Srila Prabhupada, él le escribió: “Yo autorizo todo tu programa”. Cuando Tripurari le preguntó si podía tomar SANNYASA, Srila Prabhupada le respondió que ya estaba haciendo más que cualquier SANNYASI. En otra carta Srila Prabhupada lo designó como “la encarnación de la distribución de libros”.
Otro gran incremento en la distribución de libros sucedió cuando Tamala Krishna Goswami, quien había sido el secretario de Srila Prabhupada para la India durante cuatro años, regresó a los Estados Unidos. Él y su amigo Visnujana Swami se unieron y formaron el grupo de SANKIRTANA de Radha-Damodara y viajaban en un autobús con Deidades de Radha-Krishna, para distribuir libros y efectuar festivales por
todo Estados Unidos.
* * *
Al ver que Srila Prabhupada enfatizaba la distribución de libros, Tamal Krishna Maharaj pronto estableció esta actividad como la más importante del grupo de Radha-Damodara. Srila Prabhupada personalmente se interesó en el grupo y aprobó préstamos del BBT para comprar más autobuses, incrementando de esa forma todo un ejército de SANKIRTANA viajero en autobuses de pasajeros renovados. Para fines de año, el grupo de Radha-Damodara tenía ya cinco autobuses, una flotilla de camionetas y ciento cuatro hombres. “Estoy muy complacido al ver que han entendido la importancia de mis libros - escribió Srila Prabhupada – por lo tanto, lo estoy enfatizando mucho, que todo el mundo tome estos libros”. Srila Prabhupada alentó al grupo de Radha-Damodara que se expandiera con cientos de autobuses y que de esa manera cumpliera el mensaje de Sri Caitanya Mahaprabhu, de llevar la Conciencia de Krishna a toda ciudad y poblado.
“Estoy complacido al escuchar que no únicamente quieres mantener tales programas, sino que también quieres expandirlos. Sí, esa es nuestra filosofía: ANANDAM BUDDHI VARDHANAM. Esto quiere decir: expandirse o incrementar”.
Srila Prabhupada llamó a los autobuses: templos móviles y exhortó a los devotos de Radha-Damodara que continuaran su programa con la seguridad de que estaban complaciendo al Señor Caitanya.
Surgió una competencia trascendental muy reñida entre el templo de Los Ángeles, el grupo del BBT de Tripurari y el grupo de Radha-Damodara. Srila Prabhupada observó eso y lo aprobó con placer.
Otro grupo que se formó en 1974 fue la Banda de Bibliotecas del BBT (BBT LIBRARY PARTY), ésta empezó cuando Hrdayananda Swami enviaba a algunos de los BRAHMACARIS de su banda, a que visitaran las prestigiadas universidades de Nueva Inglaterra. Los devotos trataron de vender juegos completos de los libros de Srila Prabhupada a los profesores, e incluso en sus primeras tentativas, tuvieron gran éxito.
De mucho tiempo atrás Srila Prabhupada había acariciado esta idea. En la India había ido personalmente a las bibliotecas con ejemplares de su Primer Canto del SRIMAD-BHAGAVATAM, antes de venir a América. Por el esfuerzo de Srila Prabhupada, la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en Nueva Delhi, había obtenido un juego completo del SRIMAD-BHAGAVATAM. Ahora su deseo de ver sus libros colocados en todas las bibliotecas y universidades de los Estados Unidos, se estaba volviendo una realidad.
En pocos meses los profesores empezaron a escribir críticas favorables acerca de los libros de Srila Prabhupada, y algunos de ellos, incluso los ordenaron para sus cursos en las universidades. Era un orgullo para todos los devotos ver que los libros de Srila Prabhupada finalmente estaban siendo apreciados por los eruditos. Srila Prabhupada escribió: “Me agrada mucho este programa de órdenes por adelantado. Traten de incrementar el número hasta cincuenta mil órdenes por parte de las bibliotecas”.
Otra banda se formó en 1974, el NAMA-HATTA, un grupo de BRAHMACARIS dirigidos por dos SANNYASIS. Esta banda viajaba y hacía SANKIRTANA, sus ganancias iban directamente a los proyectos de Srila Prabhupada en la India; Bombay, Mayapur y Vrndavana.
Cuando Srila Prabhupada se enfermó durante una semana en septiembre, los reportes de la distribución de libros fueron su mejor medicina. Srila Prabhupada escribió al grupo de las bibliotecas: “Cuando recibo el reporte de la venta de mis libros me siento fuerte. Inclusive ahora en esta condición débil, derivo fuerza de tu reporte”. Durante la misma enfermedad, Srila Prabhupada le escribió a Ramesvara:
“Concerniente a las cifras de la distribución de libros, por favor esfuércense en ese sentido. Ese es el único solaz de mi vida. Cuando escucho que mis libros se están vendiendo muy bien, me vuelvo energético como un joven”.
Srila Prabhupada recobró su salud y para finales del año, su BBT también se encontraba en extraordinaria salud y los templos compitiendo otra vez en un furioso maratón de navidad. Al final del año, la oficina del BBT reportó a Srila Prabhupada un incremento en la distribución de todo tipo de literatura.
Durante este año se vendieron aproximadamente 387,000 libros de pasta dura, un incremento del sesenta por ciento arriba de la cifra anterior. Y alrededor de cuatro millones de revistas (BACK TO GODHEAD’S) De Vuelta al Supremo, o sea un incremento del ochenta y nueve por ciento. El BBT vendió a los templos individuales un total de 6’668,000 ejemplares, lo cual se traduce a un incremento de sesenta por ciento. Tales noticias hacían que Srila Prabhupada, “se volviera energético como un joven”. Srila Prabhupada y su movimiento de distribución de libros comenzaron el año 1975 con todos los síntomas de incrementar - doblando y triplicando las cifras de 1974, las cuales ya eran asombrosas.
* * *
En 1972 Srila Prabhupada ya había creado su Fondo Editorial Bhaktivedanta [BBT] como una entidad independiente para asegurar que sus libros pudieran seguir siendo producidos y distribuidos sin importar que alguna otra cosa sucediera. El BBT operaría exclusivamente para el beneficio de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, y sin embargo existiría independientemente.
El documento del Fondo Editorial establecía que los directivos debían dividir el dinero de la venta de libros a los templos de ISKCON en dos fondos; una parte para imprimir libros y otra para comprar propiedades y templos para ISKCON. Srila Prabhupada creía que si seguía, esta fórmula de mitad y mitad que entonces Krishna garantizaría el éxito de ISKCON y repetidamente se refería a esta fórmula en numerosas conversaciones y cartas, incluso en sus significados al SRIMAD-BHAGAVATAM.
Srila Prabhupada le dio a sus directivos del BBT la autoridad para hacer planes de impresión; después ellos lo consultarían para su aprobación. Él estableció las normas y les dio a sus directivos del BBT las directrices a seguir, ellos no podían hacer ningún cambio sin primero consultarlo. Él era en particular, adverso a los cambios. Él escogía el tamaño de los libros, determinaba las ilustraciones y también hacía sugerencias acerca del tamaño particular de la impresión, acerca del sistema de envíos, de la venta a los templos – prácticamente cada aspecto de las actividades de publicación del BBT. Inclusive cuando ciertos templos no enviaban sus pagos al BBT, Srila Prabhupada se veía envuelto en la situación.
“No es bueno que tales templos grandes que están dando el ejemplo para toda la sociedad, no paguen sus deudas. Esto es de lo más irregular. Estoy tratando de retirarme de los asuntos administrativos, pero si los presidentes y los hombres del GBC causan tales disturbios, entonces ¿cómo puedo estar tranquilo? Las cosas se deben mantener automáticamente, entonces habrá paz para mí”.
Srila Prabhupada era un administrador estricto: “De acuerdo a la instrucción védica”, él dijo: “El fuego, la deuda y la enfermedad jamás se deben descuidar. Estos se deben extinguir por todos los medios”.
Srila Prabhupada sentía que la distribución de libros podría ser la base para la solidez económica de ISKCON. También se podían efectuar otros negocios, pero la venta de libros era lo mejor, combinando la prédica con una buena fuente de ingresos. Como le escribió al presidente de uno de los templos:
“He sido muy alentado por el reporte de que nuestros libros se están distribuyendo muy bien. Esta es nuestra ocupación principal en todo el mundo. Si le dedicas toda la atención a esto, jamás habrá escasez de fondos”.
Y en otra ocasión:
“Referente a que los líderes de la sociedad enfaticen los negocios, deberás entender cuál es el significado de negocio. Negocios significa asistir a la prédica. La prédica necesita de la ayuda financiera, de otra manera no necesitamos negocios. Hasta donde yo entiendo, nuestra distribución de libros es suficiente para mantener nuestro movimiento”.
Srila Prabhupada también supervisaba todos los préstamos del BBT a los templos. El proceso consistía en que el secretario del GBC o un presidente del templo se dirigían a Srila Prabhupada con una solicitud de préstamo. En 1974 Srila Prabhupada otorgó grandes préstamos para la compra de edificios y para mejorar los templos de Dallas, Hawai, Melbourne, Chicago y Vancouver. Él también otorgó préstamos al grupo Radha-Damodara para comprar “templos viajantes” y un préstamo a Sudamérica para la impresión de libros. Kirtanananda Maharaj automáticamente obtuvo un préstamo de cincuenta mil dólares cada año para Nueva Vrndavan.
Pero Srila Prabhupada negaba las peticiones de dinero para proyectos que consideraba incompatibles con los propósitos del BBT. El 6 de noviembre le escribió a Ramesvara:
“No, no podemos prestar dinero del BBT para ningún otro propósito que los que se han mencionado en el Acuerdo del BBT. Estos otros préstamos que se han hecho para vacas, equipos y restaurantes se deben pagar, y no se deben otorgar más que para la publicación de libros y construcción de templos”.
Empezando en 1974 e incrementando a gran escala en 1975, Srila Prabhupada utilizó las ganancias del BBT para construir sus principales templos en la India-Vrndavan, Mayapur y especialmente Bombay. Ramesvara informó a los devotos de esta función especial del BBT.
“Srila Prabhupada está supervisando personalmente todos los programas en la India y distribuyendo el dinero….. Si se malgasta una rupia, Srila Prabhupada es perturbado y castiga a los devotos (misericordiosamente) …..Este dinero se gana con el sudor de muchos devotos, entonces porqué no son cuidadosos…..”
Srila Prabhupada quiere ver terminado para Janmastami, nuestro templo de Vrndavan, SRI SRI KRISHNA-BALARAMA Mandir. Srila Prabhupada también quiere establecer el templo de Sri Mayapur….. Una nota interesante en relación a esto, es el hecho que en la India, de acuerdo con lo que me han dicho, 10 paisas compran ¡un ladrillo!, 10 paisas significa un centavo de dólar – tan sólo piensen, cada centavo que colecten puede comprar un ladrillo en la India. ¡CADA CENTAVO CUENTA EN ESTAS METAS TRASCENDENTALES!
“Estos en la India”, Srila Prabhupada escribió: “son espiritualmente potentes. Al establecer templos en Mayapur y Vrndavan, podemos asegurar que la pureza de nuestro movimiento se mantendrá intacta”.
En octubre de 1974, Srila Prabhupada le escribió a Hamsaduta, su secretario del GBC en Alemania: “Cuando hay una publicación en cualquier idioma, eso me entusiasma cientos de veces”.
Aunque la orden de Bhaktisiddhanta Sarasvati a Srila Prabhupada fue de predicar e imprimir en el idioma inglés, Srila Prabhupada había expandido esa orden al incluir todos los idiomas y países del mundo. “Mi primer interés es que mis libros se publiquen y distribuyan profusamente por todo el mundo”. Srila Prabhupada le escribió a uno de sus primeros devotos en Europa en 1972. Él siempre escribió en inglés y lo consideró como un idioma de uso mundial*. Pero tan pronto como ISKCON empezó a esparcirse por otros países, ya para 1968 empezó a hablar de que sus libros fueran traducidos a otros idiomas.
Cuando en 1972 apareció una edición en alemán del BHAGAVAD-GITA, Srila Prabhupada le escribió a Hamsaduta: “Tú has hecho lo correcto al imprimir el BHAGAVAD-GITA en el idioma alemán y yo aprecio mucho que has hecho este gran servicio”. Para 1973 los grupos de SANKIRTANA estaban viajando por toda Alemania distribuyendo a la semana, cientos de ejemplares del BHAGAVAD-GITA. Hamsaduta prometió que traduciría al alemán un libro por mes, y cuando en el otoño de 1974, Srila Prabhupada escuchó que recientemente se habían impreso seis traducciones al alemán, él respondió: “Estas son noticias muy halagadoras para mí, gracias, inunden Europa con
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N. del T.: *También escribió algunas obras en bengalí.
libros en alemán”. Srila Prabhupada dijo que cuando se publicaba un libro, sentía que había conquistado un imperio. Los libros serían las bases para la revolución espiritual que eventualmente cambiaría a la humanidad y la salvaría de los efectos perniciosos de la era de Kali.
“Produzcan voluminosamente literatura en el idioma español”, pidió. Cuando su discípulo Hrdayananda Goswami se convirtió en el dirigente de la zona de América del Sur, Srila Prabhupada le dio instrucciones específicas de enfatizar la impresión y distribución de libros aún antes que abrir templos. “Yo también estaba imprimiendo incluso antes que tuviera grandes templos en Estados Unidos. De esa manera tú puedes seguir los pasos de los acaryas previos”. Hrdayananda Goswami hizo de la distribución de libros su programa número uno y organizó el BBT en español en México para la traducción y publicación de libros. En los inicios de 1974, cuando el BBT en español estaba listo para imprimir las traducciones del SRIMAD-BHAGAVATAM, vol. 1, el BHAGAVAD-GITA y KRISHNA, LA SUPREMA PERSONALIDAD DE DIOS, Srila Prabhupada escribió lo siguiente:
“Por imprimir estos libros de nuestra filosofía de Conciencia de Krishna en tantos diferentes idiomas, también podemos inyectar nuestro movimiento en las masas de personas en todo el mundo, especialmente en los países occidentales y podemos literalmente convertir naciones enteras en naciones concientes de Krishna”.
Con cien mil ejemplares de la edición DE VUELTA AL SUPREMO impresos, Srila Prabhupada escribió: “Ahora entréguenlos a todos”. La distribución de libros en español, rápidamente se convirtió en la segunda más grande en todo el mundo, después de la división en inglés.
En la parte sur de Europa, el representante de Srila Prabhupada, Bhagavan, imprimía en francés e italiano. Ya para diciembre de 1972, Bhagavan había impreso EL FÁCIL VIAJE A OTROS PLANETAS de Srila Prabhupada en francés. Y para principios de 1974 tres bandas estaban distribuyendo mil libros diarios, incluyendo al BHAGAVAD-GITA TAL COMO ES en francés por toda Francia. Bhagavan imprimió la primer revista DE VUELTA AL SUPREMO en italiano y pronto salió el SRI ISOPANISAD en francés.
A donde sea que los devotos iban, ellos sabían que su programa era cantar HARE KRISHNA, seguir los principios regulativos e imprimir y distribuir los libros de Srila Prabhupada. Cuando los primeros devotos llegaron a África del Sur, ellos procedieron exactamente de acuerdo al deseo de Srila Prabhupada y él les respondió: “Su reporte de que distribuyeron 110 GITAS en dos días en El Cabo es muy alentador para mí”.
Srila Prabhupada pensaba muy seriamente en producir libros en ruso y escribió al Ministerio de Educación y Cultura en URSS, sugiriendo que publicara “una traducción de la antigua literatura clásica védica, a saber: EL BHAGAVAD-GITA”, como ya lo había hecho “la famosa casa impresora de Londres de la M.S.S. MacMillan Company”. Él también habló con sus discípulos que imprimieron sus propias traducciones al ruso. Cuando Srila Prabhupada se encontraba con una persona interesada, experta en cualquier idioma, le pedía a ésta que tradujera sus libros. “También estoy muy alentado al saber que pronto aparecerán traducciones de algunos de mis libros en el idioma japonés”, escribió en 1972, “ya que sin libros y sin revistas, ¿qué autoridad o bases podemos tener para predicar?”. En forma similar, Srila Prabhupada le escribió a uno de sus discípulos estadounidenses en Indonesia, que se había hecho amigo de un chino:
“Estoy especialmente feliz en escuchar que está contigo un muchacho chino y que está realizando algún trabajo de traducción. Sí, la porción del mundo que habla chino es muy grande y se requiere una infiltración gradual, especialmente mediante la distribución de nuestras literaturas en los idiomas chinos. Por lo tanto, su servicio a Krishna es el más grande”.
Más tarde, cuando Srila Prabhupada escuchó que el muchacho chino, Yasomatisuta, había terminado la traducción de tres capítulos del BHAGAVAD-GITA en chino, escribió que inmediatamente debían imprimir esos tres capítulos en un libro pequeño.
También otros países de habla inglesa, aparte de los Estados Unidos se volvieron prominentes en la competencia de la distribución de libros. Australia era especialmente fuerte y para 1974, ellos estaban compitiendo por el primer lugar mundial con los templos líderes como Los Ángeles.
Un grupo australiano encabezado por Budhimanta, quien había llegado de San Francisco, distribuyó profusamente. Para el otoño de 1974 cerca de una docena de los principales distribuidores de Australia y Nueva Zelanda, estaban vendiendo regularmente todos los días más de veinte libros grandes cada uno. Los centros australianos al igual que los de América, duplicaron su distribución entre 1973 y 1974.
Cuando la distribución de libros acababa de empezar en América en 1970, en Inglaterra no había libros. Pero después de un año, se comenzó con los libros “KRISHNA”. Srila Prabhupada escribió: “Todos mis discípulos del centro de Londres son muy inteligentes y se deben unir en esta obra única de vender ampliamente los libros “KRISHNA” por toda Gran Bretaña”. Para 1974 los devotos en Gran Bretaña estaban distribuyendo valientemente los libros. Durante un período atareado de seis días, ellos distribuyeron 600 volúmenes de “LAS ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAITANYA”, 400 del SRIMAD-BHAGAVATAM y 1,000 revistas “DE VUELTA AL SUPREMO”.
La India era especial. Srila Prabhupada introdujo ahí la distribución de libros junto con su programa de miembros vitalicios. Los hindúes acaudalados se inclinaban más a aceptar los libros como parte del “paquete” de pertenecer a la membresía de ISKCON, el cual incluía beneficios tales como acomodación en cualquiera de los templos de ISKCON alrededor del mundo gratuitamente.
Pero Srila Prabhupada también quería que sus libros se distribuyeran en las universidades, bibliotecas y a los ciudadanos prominentes de la India. Para los inicios de 1975 los discípulos de Srila Prabhupada ya estaban imprimiendo versiones de la revista “DE VUELTA AL SUPREMO” en hindi y bengalí. Cuando Srila Prabhupada escuchó que sus devotos occidentales en la India se quejaban de insuficiente ocupación, él respondió: “Estoy complacido de que estén vendiendo muchos libros de “KRISHNA” diariamente. Todos nuestros hombres deben salir con libros. Hay suficiente ocupación”. A su secretario del GBC en la India, Srila Prabhupada le escribió: “Específicamente ocúpalos a todos en la distribución de libros y tú debes salir con algún grupo de SANKIRTANA”.
“Sin libros no haremos progreso en la India”, le escribió Srila Prabhupada a Tejiyas dasa, su presidente para el templo de Delhi. Srila Prabhupada también entrenó a sus líderes de la India en la política estricta de “mitad-mitad”. “De los ingresos por concepto de los miembros de vida o cualquier otra colección, se deberá destinar el cincuenta por ciento para el BBT y el otro cincuenta para construcción y otros proyectos”. Bajo su orden, el BBT de Estados Unidos había estado enviando donativos de libros a la India y para 1974 ya habían enviado $300,000 dólares de valor en libros. Aunque América había sido el pionero en la impresión y distribución de libros, Srila Prabhupada previó que la traducción e impresión y traducción en todo el mundo, con el tiempo superaría a la de Estados Unidos.
Srila Prabhupada era el autor, publicador, administrador mundial de la distribución de libros y el creador de una competencia trascendental entre sus discípulos. Cuando en 1971 él observó como Kesava dirigía el campo de la distribución de libros de “KRISHNA” en San Francisco, le escribió diciéndole que si superaba a Karandhara (su hermano, tanto espiritual como material) entonces Srila Prabhupada dejaría Los Ángeles y permanecería en San Francisco. Él continuó instigando tales competencias a través de los años, alentando los fuegos de la distribución de libros entre sus seguidores. Animó a los líderes a que enviaran sus reportes y al escucharlos les respondía con cartas que elevaban la fiebre de la distribución de libros aún más alto.
Todo ISKCON esperaba escuchar la siguiente carta o cita de parte de Srila Prabhupada, incitándolos a seguir más y más. Las vidas de los devotos cambiaron completamente por medio de estas palabras. Por ejemplo, cuando Srila Prabhupada dio una clase en enero de 1974 enfatizando:
“Distribuyan libros, distribuyan libros, distribuyan libros”, varios devotos que se encontraban en la audiencia hicieron el voto en ese mismo momento, de dedicar sus vidas a esta instrucción, por encima de todas las demás. Y cuando en Los Ángeles, Srila Prabhupada envió desde su habitación aquella nota manuscrita: - “Todos deben salir con el grupo de Sankirtana tan pronto como sea posible”, - esa única línea creó un espíritu muy profundo de sacrificio y dedicación en los corazones de muchos discípulos que se sintieron destinados a tomar esa orden como su vida y su alma. Aunque Ramesvara había sido completamente atrapado en las olas del océano del SANKIRTANA desde un principio, Srila Prabhupada mandó servicio perpetuo a la causa de la distribución de libros cuando escribió:
“Hagan programas para distribuir nuestros libros en todo el mundo. Nuestros libros están siendo apreciados por los círculos eruditos, por lo tanto debemos aprovechar. Cualquier progreso que hemos logrado, se debe simplemente a la distribución de libros. Así que continúen y no distraigan su mente de esto ni un momento”.
Cuando los devotos de Londres le reportaron a Srila Prabhupada su incremento en la distribución de libros y revistas, su respuesta fue una invitación para que compitieran.
“He escuchado que en San Francisco están vendiendo diariamente no menos de 75 libros de KRISHNA. Estoy MUY alentado de escuchar esto. Ahora adopten este espíritu trascendental de rivalidad y consulten a Dayananda y otros ahí en Inglaterra, de cómo ser vendedores de libros de primera clase”.
Cuando Srila Prabhupada le escribió a un discípulo SANNYASA que estaba predicando en Escocia, donde quizás los devotos no estaban conscientes del alcance de la distribución de libros en Estados Unidos, le dio un reporte de las últimas gráficas de la distribución de libros que acababa de recibir de Nueva York y comentó al respecto: “Nueva York encabeza la lista”.
Srila Prabhupada también inspiraba a la sociedad como un todo para competir con sus esfuerzos de los años previos. “De una manera u otra, la distribución de libros se debe duplicar y triplicar en tanto que sea posible. Háganlo”. Tan pronto como el grupo del BBT de Biblioteca se formó, Srila Prabhupada le dijo a sus miembros que hicieran 50,000 órdenes. Y le pidió al grupo de Radha-Damodara que consiguieran 100 autobuses.
Estos no eran alardes a la ligera de Srila Prabhupada. Él sabía que se requería de determinación y sacrificio para lograr estas metas casi inalcanzables, pero él quería que sus devotos trabajaran con completa dedicación, al igual que como él lo estaba haciendo. En última instancia simplemente quería que ellos trataran lo mejor posible de servir al guru y a Krishna sinceramente. A esta lógica le llamó: “Tirándole a los rinocerontes”. Si un hombre en su intento de matar a un rinoceronte fallaba, nadie lo criticaría. Pero si tenía éxito, eso sería muy maravilloso.
Le escribió a Rupanuga:
“Tus reportes de sankirtana son muy alentadores, especialmente el de la chica Gauri dasi, que ha establecido un nuevo récord para todas las mujeres en ISKCON de 108 libros grandes. Esto es muy maravilloso. Anteriormente esto se hubiera considerado imposible, pero ahora por la gracia de Krishna todo se está volviendo posible. Anímalos a todos a que incrementen más y más”.
La competencia era especialmente alta entre Los Ángeles y el grupo de Radha-Damodara y Australia y Srila Prabhupada los alentaba a todos ellos, al igual que un director indicándole a la orquesta que ejecutara un FORTISSIMO.
Sin embargo, algunos de los devotos se confundieron al ver que sus hermanos y hermanas espirituales participaban en competencia y rivalidad. Para ellos esto era rivalidad del mundo material, la cual habían esperado dejarla para siempre. Sin embargo, Srila Prabhupada tuvo que explicar la actitud apropiada de la competencia trascendental:
“El espíritu de competencia y de lucro existe siempre en la entidad viviente. No es que se puedan erradicar de una manera artificial. De hecho, hemos visto en Rusia que por eliminar la competencia y el cálculo de lucro en la sociedad, la gente no es feliz, y sin embargo aún así, estas cosas están sucediendo. Así que no debemos esperar que seamos diferentes. La única diferencia es que nuestra ganancia es para el placer de Krishna y nuestra competencia es cómo complacer a Krishna más que los demás. Incluso entre las Gopis hay competencia por complacer a Krishna y también hay envidia. Pero esa envidia no es material, es trascendental. Ellas están pensando: oh!, ella ha hecho algo más maravilloso que yo, eso es muy bueno, pero ahora voy a hacer algo más maravilloso, así de esa manera. Por lo tanto, estoy complacido con tu deseo de competencia con tus hermanos espirituales por esparcir el Movimiento de la Conciencia de Krishna por todo el mundo, al imprimir nuestros libros”.
Cuando un grupo de SANKIRTANA viajero de un templo, distribuía libros intensamente en otra ciudad, el templo de la localidad con frecuencia fue perturbado. Este problema se presentó ante Srila Prbhupada, a quien inevitablemente se le invocaba como juez para calmar los fuegos de la competencia. Srila Prabhupada le escribió a Kesava y a Bhutatma, quienes habían viajado de San Francisco a Londres para distribuir los libros, pero habían perturbado a los devotos con su fervor. Srila Prabhupada le escribió a Kesava:
“Finalmente, depende del presidente del templo de la localidad determinar si la presencia de tu grupo es favorable o no, se debe considerar todo, si él acepta puedes quedarte, si no de otra manera, si él juzga como desfavorable el momento, puede ordenarte que salgas. Pero para evitar estas cosas, es mejor hacer los acuerdos previamente con los secretarios del GBC concernientes. El nuestro es un movimiento de cooperación, con Krishna, y el avance del movimiento de Krishna en el centro y debemos continuar vendiendo tantos libros como sea posible, pero discutan todos entre ustedes mismos y háganlo bien sin irritar a nadie, ese es el arte”.
Cuando los devotos veían los poderosos esfuerzos de quienes eran los líderes que encabezaban la distribución de libros, algunas veces se volvían envidiosos, o por menos desalentados, pensando que ellos no podrían complacer a Srila Prabhupada. Este problema también fue presentado a Srila Prabhupada, quien respondió: “Siempre debe haber competencia. Eso da vida. Eso no se puede separar de la vida”. Srila Prabhupada comentó que la competencia también se encontraba dentro del sistema social de VARNASRAMA-DHARMA de la cultura védica. En la sociedad humana siempre existieron las cuatro clases, y las clases más altas en especial la de los KSATRIYAS o guerreros, siempre fueron más fuertes. Este espíritu competitivo contribuyó a formar una sociedad fuerte, no se trata de que la sociedad deba estar compuesta únicamente de hombres débiles.
Pero todos los hombres, ya sean fuertes o débiles, deberán admitir su debilidad ante la energía material de Krishna. La energía material presente en el mundo como la diosa Durga-devi, siempre está lacerando al materialista con su tridente (las tres modalidades de la naturaleza material). Por lo tanto, todos tienen que reconocer su insignificancia y la supremacía de Krishna. Por lo tanto en la sociedad védica, el débil no envidia al fuerte; todas las clases trabajan cooperativamente, con Krishna en el centro, “la sociedad perfecta”. Srila Prabhupada dijo: “no elimines la competencia pero sí elimina la ENVIDIA, ya que todos son débiles ante Krishna”.
Pero la competencia tenía sus límites. La cantidad no lo era todo. Srila Prabhupada le escribió a un BRAHMACARI de Florida que dudaba:
“No es tan importante la cantidad de libros que distribuimos, sino que servimos a Krishna al máximo de nuestra capacidad y que dependemos de Él para resultados; pero no se debe llegar al grado de perder nuestra conciencia de Krishna. Cuando tengas estos sentimientos no los confundas con la envidia, sino que considéralos como una apreciación indirecta del servicio hecho por tus hermanos espirituales. Esto es espiritual. En el mundo material, cuando alguien nos supera de alguna manera, nos enojamos y planeamos cómo detenerlo, pero en el mundo espiritual cuando alguien hace un servicio, nosotros mejor pensamos: “¡Oh!, él ha actuado muy bien. Voy a ayudarle a ejecutar su servicio”.
Aunque la competencia fuera un catalizador, el cometido de los devotos era su motivación de servir la orden de Srila Prabhupada. De acuerdo a las escrituras, el servir las instrucciones de un devoto puro es igual que ver a Krishna cara a cara. De hecho la asociación con Krishna se obtiene únicamente por servir al devoto puro. Y los devotos mediante su distribución fija de los libros de Srila Prabhupada estaban experimentando la esencia del amoroso servicio en separación, el cual es el tipo de reciprocidad con Krishna más elevado. El maestro espiritual de Srila Prabhupada con frecuencia había dicho: “No trate de ver a Dios, sino que actúe de tal manera que Dios lo vea a usted”. En otras palabras, por actuar sumisamente de acuerdo a la orden del sirviente del sirviente del sirviente de Krishna, el devoto tiene garantizado atraer la atención amorosa de Krishna.
Srila Prabhupada dijo que la manera más rápida de atraer la atención de Krishna, era trayendo directamente a otra persona a la conciencia de Krishna. Por consiguiente, los distribuidores de libros sentían una reciprocidad especial con su maestro espiritual y esto los impulsaba a continuar sirviendo y distribuyendo en la modalidad del sirviente eterno del sirviente del sirviente de Krishna.
Sañjaya: Filosóficamente veíamos la relación en salir a distribuir libros y el hecho de que nuestro maestro espiritual quería que hiciéramos eso. Nosotros lo sabíamos. Para nosotros estaba claro. También teníamos un verdadero sentido de idealismo - que estos libros y revistas cambiarían al mundo. Cuando se entra en contacto con la conciencia de Krishna, uno realmente ve cómo es miserable el mundo, y cómo están contaminadas las cosas, cómo son envidiosas las personas y lo horrible que es la vida material. Uno puede ver eso. Uno siente que no puede cambiarlo personalmente, pero siente que quienquiera que obtiene uno de los libros de Srila Prabhupada y lo mira, tal persona cambiará de una manera espiritual. De esto no había duda. También sentíamos que en el futuro habría un gran cambio en el mundo de acuerdo como se fuera esparciendo la conciencia de Krishna. Srila Prabhupada también dijo que si la gente tan solo tocaba uno de estos libros, sus vidas cambiarían. Nuestra fe estaba en los libros y en Srila Prabhupada.
Kesava Bharati: Cuando se da uno de estos libros, ciertamente existe una reciprocidad con Srila Prabhupada. Había una gran diferencia en nuestra experiencia interna cuando una persona tomaba un libro en comparación de cuando solamente se llevaban algún incienso o alguna otra cosa. Nosotros realmente experimentábamos la asociación con Srila Prabhupada todo el día, mediante esta distribución de libros. No nos sentíamos olvidados simplemente porque algunos devotos estuvieran más cerca físicamente de Srila Prabhupada. Los distribuidores de libros siempre obtenían un fuerte entusiasmo. Leíamos acerca de Haridasa Thakura, cómo salía y se revolcaba en el piso y le pedía a la gente que cantara. Ese tipo de cosas nos inspiraba.
Vaisesika: Nosotros teníamos los libros de Srila Prabhupada y diferentes cartas de él, y también sabíamos que nuestro nombre podría aparecer en el boletín informativo y pensábamos cómo Srila Prabhupada lo leería. Pero yo tan sólo estaba tratando de mantenerme al nivel de los demás. Algunas veces iba a SANKIRTANA y pasaban un par de horas sin que le pudiera dar un libro a nadie. Mientras que los demás los distribuían como locos, yo trataba y la gente escupía en mi cara, me empujaba a un lado, era muy pesado para mí, algunas veces simplemente paraba y empezaba a llorar. Pero yo sabía que la distribución de libros era satisfactoria para Srila Prabhupada y quería participar en ella.
Solíamos pensar cómo Srila Prabhupada pasaba mucho tiempo detrás del dictáfono justamente para escribir estos libros. Meditábamos cómo él dormía muy pocas horas al día y hacía lo mínimo, el demás tiempo era para escribir todos estos libros. Así mismo nosotros también tratamos de disminuir nuestras demás actividades y salir y distribuir libros. Srila Prabhupada dijo que un devoto debería estar en el humor de los seis Goswamis, nosotros cantábamos esas oraciones todos los días. Sentíamos una verdadera relación. Incluso en el principio un devoto me dijo: “¿Dónde está Srila Prabhupada, tú lo sabes?”. Entonces él dijo: “Él está en sus libros”. Esa modalidad siempre estaba presente, siempre sentíamos esa relación.
Jagad-dhatri: Cuando distribuía los libros de Srila Prabhupada entendí que esa era la cosa que más le complacía que yo pudiera hacer para él. Le estaba ayudando a cumplir las instrucciones de su maestro espiritual y por lo tanto, él estaba complacido. Y él estaba más complacido si lo hacía muy bien. Yo siempre escuchaba la historia de cómo Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati se ponía feliz si alguien salía a SANKIRTANA y tan sólo distribuía una revista, ya que esa es la verdadera modalidad del SANKIRTANA, salir y tratar de dar la misericordia a las almas condicionadas, eso es lo que cuenta.
Yo siempre había querido hacer una labor de ayuda. Me gustaba el sentimiento de hacer algo por la gente, y esta es la actividad summum bonum de ayuda a la gente, uno los ayuda a regresar al Supremo, esa era mi motivación. Y nosotros automáticamente nos purificamos por llevar a otras entidades vivientes a Krishna.
Tripurari Maharaj: Yo obtenía mi inspiración principalmente de la grandeza de Srila Prabhupada – como él estaba siguiendo ciegamente a su Guru Maharaj. Era la orden de su Guru Maharaj y por lo tanto, él lo estaba haciendo. Nunca fui muy erudito o inteligente. Nunca pensé que yo tuviera mucho cerebro o talento. Jamás fui entrenado prácticamente en ningún tipo de habilidad, y no tuve mucha educación. Yo lo acepté de esa manera - que yo estaba hablando con la gente más caída y que yo mismo era el más caído. Ciegamente estaba haciendo lo que Srila Prabhupada quería, porque él lo quería.
Yo le oraba que me ayudara a realizar el por qué él quería ésta distribución de libros. Entonces dentro de mí obtenía la inspiración y todo ello salía en todas mis conversaciones acerca de la distribución de libros.
En aquella ocasión en que permanecí en el aeropuerto cuando todos los devotos fueron al templo con Srila Prabhupada, me afectó mucho para toda mi vida espiritual. Yo estaba muy íntimamente relacionado con Srila Prabhupada, pero mi asociación más cercana con él consistía en seguir sus instrucciones y ponerme a trabajar y no tratar de disfrutar al maestro espiritual, si no servirlo.
Vrndavana-vilasini-dasi: Cuando Srila Prabhupada dio esa famosa clase en Los Ángeles: “Distribuyan libros, distribuyan libros, distribuyan libros”, entonces yo quise hacerlo. Cuando él le escribió a Ramesvara realmente era: “a Ramesvara y compañía”. Todos nos sentíamos incluidos. Todos nosotros somos distribuidores de libros eternos - un equipo unido. Yo quería ser parte de él. Se trataba del grupo eterno de SANKIRTANA del Señor Caitanya y todos queríamos participar en el. Esto se efectúa en cada planeta, en cada universo. Y yo sé que esto es placentero a Srila Prabhupada.
Yo consideraba a la distribución de libros como la batalla de Kuruksetra. Es una batalla, pero Krishna está ahí. Es como el Kuruksetra número dos. Estoy segura que todos los distribuidores de libros se sienten de la misma manera. Uno siente que Krishna está presente ahí mismo y que Él va a ganar. Uno simplemente tiene que refugiarse en Él. Quizá uno no gane esa batalla, pero va a ganar toda la guerra. Yo me sentía relacionada con Srila Prabhupada porque él nos habla en sus libros acerca de los grandes devotos en los cuales nos podemos refugiar. Todo no es más que su misericordia. Él nos está dando estos libros y él está en estos libros.
Sura dasa: Éramos tan adictos a vender los libros de Srila Prabhupada, que no queríamos hacer ninguna otra cosa. Nos íbamos directamente al aeropuerto y empezamos a distribuir libros sin parar, con excepción de quizá 20 minutos de intermedio para tomar nuestro almuerzo y quizá otros 20 para leer - de otra manera no parábamos hasta las 7:30 u 8:00 de la noche. Nosotros realmente sentíamos que Srila Prabhupada nos protegía.
En una ocasión en el aeropuerto, me dieron el boletín del BBT. Estaba leyendo el énfasis que Srila Prabhupada hacía acerca de la distribución de libros, y tal vez debido al cansancio o quizá debido a algún sentimentalismo falso, o por lo que haya sido, me sentí muy conmovido. Me encontraba solo en el aeropuerto y empecé a llorar, porque pensé en cómo los devotos de todo el mundo son tan maravillosos y tienen un corazón tan hermoso, que ellos están distribuyendo libros y trabajando tan arduamente. En ese entonces verdaderamente aprecié a Srila Prabhupada y al movimiento de la Conciencia de Krishna. Srila Prabhupada había dicho algo en el boletín acerca de la distribución de libros, y esto realmente tocó mi corazón. Estábamos tan absortos en libros, libros, y libros que, cuando Srila Prabhupada decía algo acerca de la distribución de libros, nosotros enloquecíamos. Eso significaba que esa era nuestra relación con él. No éramos las grandes personalidades que se podrían sentar en una reunión con Srila Prabhupada o que pudiéramos obtener mucho de su atención personal. Algunas veces en las caminatas matutinas en el festival de Mayapur quizá nos colábamos entre los SANNYASIS, pero de otra manera nuestra distribución de libros era nuestra conexión con Srila Prabhupada. Cuando él mencionaba algo acerca de la distribución de libros, eso era nuestra vida y alma.
Lavanga-latika: Habiendo escuchado a Srila Prabhupada hablar y sabiendo que él siempre leía estos libros, el SRIMAD-BHAGAVATAM, y que estaba predicando que teníamos que distribuir este conocimiento a los demás, todo esto lo hacía la cosa más sencilla, o sea, en otras palabras, sabíamos que ese era el deseo de Srila Prabhupada. Él siempre nos decía que nos estaba dando este conocimiento y que una vez que uno lo tiene, lo debe distribuir a los demás. Srila Prabhupada vino a América para predicar con sus discípulos.
Así que tenemos que hacerlo, ya que es el deseo de Srila Prabhupada. Él pasó mucho de su tiempo traduciendo estos libros para que fueran distribuidos. Así que uno sencillamente quiere distribuirlos a los demás y uno quiere que la gente tenga estos libros en sus hogares.
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