sábado, 10 de diciembre de 2011

Marathón Dicembrino 2011 / Distribuyan Libros 1

¡Hare Krishna prabhus y matajis! Ya estamos en pleno marathón dicembrino y cómo mi aportación a su gran servicio les entrego esta traducción del libro Distribuyan Libros de Satsvarupa Maharaja. Años atrás traduje este libro con la autorización de quien era el GBC para México en ese entonces y más tarde recibí una carta de Satsvarupa Maharaja confirmando la autorización, pues se hizo con la finalidad de inspirar a los devotos, sin ningún fin de lucro.

Este libro narra la historia de la distribución de libros en ISKCON bajo la dirección de Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada.

Esta obra será entregada en varias partes. Y así comenzamos, ¡que lo disfruten y mucho éxito en su servicio a Srila Prabhupada!

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“¡DISTRIBUYAN LIBROS,


DISTRIBUYAN LIBROS,

DISTRIBUYAN LIBROS!”



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UNA HISTORIA DE LA DISTRIBUCIÓN

DE LIBROS EN ISKCON

1970 – 1975





SATSVARUPA DASA GOSWAMI





Título del original:



“Distribute Books,

Distribute Books,

Distribute Books”


Traducción Nandanandana das (ACBSP)














































C O N T E N I D O





INTRODUCCIÓN 3

“¡DISTRIBUYAN LIBROS,

DISTRIBUYAN LIBROS,

DISTRIBUYAN LIBROS!”. 9

















APÉNDICE:

EXTRACTOS DE CARTAS Y

CONFERENCIAS DE SRILA PRABHUPADA 82

RECONOCIMIENTOS 107







NOTA DEL AUTOR



Como se establece en la Introducción de este libro, no he intentado dar aquí una historia completa y minuciosa de ISKCON, o incluso de la distribución de libros en ISKCON. Lo que he procurado es narrar como en los años de 1970 a 1974 Srila Prabhupada y sus discípulos incrementaron la distribución de libros de ISKCON. También he procurado describir algo acerca de la publicación de libros de ISKCON, especialmente en 1975.



Si habría de narrar la historia total de la distribución de libros hasta el momento presente, la narración incluiría los logros de muchos devotos que no se mencionan aquí, o que se mencionan sólo brevemente. De Tamal Krishna Goswami y del Grupo de Radha-Damodara, por ejemplo, se menciona que se formó en 1974, pero, para 1975 se convirtieron en los líderes de los templos de ISKCON. En forma similar a Europa se le describe aquí únicamente en sus etapas iniciales; sin embargo para 1976, el Sur y Norte de Europa, al igual que Inglaterra, se convirtieron en los gigantes mundiales del SANKIRTANA. Y recientemente, los templos de Europa del Sur han estado a la cabeza de todos los demás en libros distribuidos.



En Sudamérica, Hridayananda Goswami y Pancadravida Swami han desarrollado un programa fenomenal de distribución de libros. Y en la India, Gopala Krishna Goswami también ha impreso y distribuido tanto como los que se describen aquí. Hacerles justicia a todos ellos no sería posible.



No obstante, este libro es preciso para el período histórico que cubre. Espero que esta narración inflame las llamas del deseo en los corazones de los devotos de ISKCON por distribuir los libros de Srila Prabhupada y así complacer a Srila Prabhupada y a Krishna.

S D G



INTRODUCCIÓN



En los años de los setentas los seguidores de Srila Prabhupada se unieron en una contienda, entusiastamente, para distribuir sus libros en cantidades cada vez más grandes. Las docenas de libros que Srila Prabhupada escribió y publicó, los millones de copias que sus discípulos distribuyeron por todo el mundo constituyen tal vez el mayor logro de Srila Prabhupada y de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krsna durante el transcurso de la vida de Srila Prabhupada. Esta historia es real y con frecuencia un testimonio asombroso de como el maestro espiritual puede facultar a sus discípulos para hacer “lo imposible”. Como se establece en las escrituras: “Por la misericordia del maestro espiritual el ciego puede ver, el cojo puede cruzar montañas y un tonto puede hablar como un orador”.



Si tratamos de encontrar el principio de la distribución de libros concientes de Krishna, descubriremos que no tiene principio. Ya que esparcir conciencia de Krishna a las almas condicionadas es una actividad eterna de la Suprema Personalidad de Dios, el conocimiento conciente de Krishna existe eternamente.



En el mundo espiritual las almas liberadas comparten amor por Krishna en una atmósfera de eternidad, bienaventuranza y conocimiento. En el mundo material la literatura Védica preserva y enseña conciencia de Krishna a las almas condicionadas, quienes han sido cubiertas por la ilusión (MAYA) debido al mal uso de su libre albedrío.



Al principio de la creación de los universos materiales el Ser Supremo proporciona conocimiento trascendental en la forma de los VEDAS, las escrituras originales. Los VEDAS contienen una vasta literatura sánscrita que el Señor Krishna instruyó a la primera personalidad creada de este universo, el Señor Brahma.



El SRIMADA BHAGAVATAM narra como los VEDAS personificados ofrecen oraciones a la Persona Suprema cuando la creación se lleva a cabo, rogándole que les distribuya a las almas condicionadas conocimiento acerca de Krishna.



“Todos los SRUTIS o VEDAS personificados ofrecieron glorias

al Señor una y otra vez, cantando, “¡JAYA!, ¡JAYA!”. Esto

indica que Él es alabado por Sus glorias. De todas Sus glorias

la más importante es Su misericordia sin causa para con las

almas condicionadas en reclamarlas de las garras de MAYA”.

-“El Libro de Krsna”, Vol. III, Cap. 18.



Brahma, el creador de los planetas materiales y de todas las especies de vida, es el sabio más intelectual. Y él instruye el conocimiento védico a su hijo, Narada, quien a su vez instruye a su discípulo, Vyasadeva, quien más tarde compiló y dividió el conocimiento en cuatro VEDAS, los UPANISHADS, el MAHABHARATA y los PURANAS.



En épocas pasadas no había necesidad de escribir estas enseñanzas para preservarlas, ya que todos podían memorizarlas. Pero cinco mil años atrás, Vyasadeva vio la inminente deteriorización de la humanidad y compiló en libros las enseñanzas védicas. Por lo tanto, la distribución de libros de conciencia de Krishna empezó en este mundo con el primer sabio Brahma, y ha continuado siendo la responsabilidad de cada maestro espiritual de la sucesión discipular el propagar este conocimiento. El conocimiento védico es tan importante que durante los tiempos de la devastación, el Señor Supremo encarna justamente para proteger los VEDAS. Cuando sucedió el gran diluvio el Señor encarnó como Matsya y salvó a los VEDAS. En otra era apareció como Hayagriva con el mismo propósito.



Cuando Vyasadeva compilaba la literatura védica su maestro espiritual también le instruyó que escribiera una producción literaria última y sublime que contuviera la suma total de todas las enseñanzas Védicas, devoción al Señor Krishna, la Suprema Personalidad de Dios. El SRIMAD-BHAGAVATAM junto con el BHAGAVAD-GITA constituyen las enseñanzas Védicas más importantes; estos son los libros que Srila Prabhupada especialmente enfatizó en su campaña de distribución masiva de libros.



Srila Prabhupada está en la sucesión discipular que desciende de Sri Caitanya Mahaprabhu, quien apareciera hace quinientos años y quien es el Señor Krishna mismo de acuerdo con EL SRIMAD-BHAGAVATAM y otras escrituras. La misión del Señor Krishna en Su aparición como el Señor Caintaya fue introducir el canto de los nombres de Dios (Hare Krishna) como el mejor método en la era actual para revivir la conciencia de Dios. El Señor Caitanya Mismo propagó el canto de Hare Krishna por toda la India y mantuvo discusiones eruditas con los filósofos principales de la época, convirtiéndolos a la Conciencia de Krishna. También instruyó a Sus seguidores, los seis Goswamis, que preservaran Sus enseñanzas en libros. Los seis Goswamis fueron a Vrindavana, el lugar de nacimiento de Krsna, y allí estudiaron todas las escrituras reveladas y fielmente expusieron las enseñanzas del Señor Caitanya. Srila Prabhupada ha dicho acerca de la obra de los seis Goswamis: “El Señor Caitanya instruyó a Sus discípulos que escribieran libros sobre la ciencia de Krishna, una obra que es continuada hasta los días actuales. Las elaboraciones y exposiciones acerca de la filosofía enseñada por el Señor Caitanya son, en verdad, las más voluminosas, estrictas y consistentes, debido al sistema de sucesión discipular”.



La vida del Señor y Sus enseñanzas fueron anotadas en muchas biografías, de las cuales la más importante es El CAITANYA-CARITAMRTA de Krishnadasa Kaviraja. El CAITANYA-CARITAMRTA fue también una de las principales obras que Srila Prabhupada tradujera.



Pocos siglos más tarde después de Sri Caitanya Mahaprabhu, personas que se desviaban del sendero estricto del Señor Caitanya daban mal reputación al sendero de conciencia de Krsna. Y a fin de poner en claro la posición real del Señor Caitanya y Sus seguidores, el gran maestro vaishnava Bhaktivinoda Thakura apareció en Bengala y vigorosamente predicó las verdaderas conclusiones de Caitanya Mahaprabhu. Bhaktivinoda Thakura escribió cerca de cien libros tanto en bengalí como en inglés, y previó que la conciencia de Krsna se esparciría por el mundo occidental. En 1896, el año del nacimiento de Srila Prabhupada, Bhaktivinoda Thakura envió uno de sus libros en inglés, un pequeño volumen intitulado “CAITANYA MAHAPRABHU: SU VIDA Y PRECEPTOS”, a la biblioteca de la Universidad McGill de Montreal.



El hijo de Bhaktivinoda Thakura fue Bhaktisiddhanta Sarasvati, el maestro espiritual de Srila Prabhupada. Continuando con la obra de su ilustre padre, viajó por toda la India, dictando conferencias y organizando una red de aproximadamente sesenta centros para la diseminación de las enseñanzas del Señor Caitanya. También escribió y publicó muchos libros, principalmente traducciones de la literatura védica al bengalí, y envió predicadores al extranjero, aunque ellos tuvieron poco éxito.



Bhaktisiddhanta Sarasvati inculcó en su discípulo, Srila Prabhupada, que la distribución de libros de conciencia de Krishna era de mayor importancia. En Radha-kunda cerca de Vrindavana, en Noviembre, 1935, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati le dijo a Srila Prabhupada, “si alguna vez obtienes dinero imprime libros”. Estas palabras entraron profundamente en la vida de Srila Prabhupada, y él se esforzó al máximo en ejecutar esas instrucciones, con plena fe en su maestro espiritual.



El primer volumen del SRILA PRABHUPADA-LILAMRTA describe como Srila Prabhupada solo, sin ayuda, escribió, imprimió y distribuyó una revista quincenal, BACK TO GODHEAD, (De Vuelta al Supremo), Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati le había dicho: “si alguna vez obtienes dinero” – pero incluso aún cuando no tenía suficiente dinero para alimentos o para pagar un taxi rikshaw”,** él procuró publicar literatura de conciencia de Krishna. Así durante dos décadas distribuyó BACK TO GODHEAD en la India.



Después de adoptar la orden de SANNYASA, vida de renuncia, en 1959, Srila Prabhupada se concentró en escribir e imprimir, con portadas de pasta dura, volúmenes de sus traducciones del Primer Canto del SRIMAD BHAGAVATAM, sin ayuda alguna, en la pobreza e incertidumbre.



Cuando Srila Prabhupada logró obtener pasaje para los Estados Unidos en 1965, llevó consigo ejemplares de sus tres primeros volúmenes del SRIMADA-BHAGAVATAM ya publicados, transportándolos en dos baúles los cuales prácticamente constituían su única posesión. El vivió pagando la renta mes tras mes por vender personalmente algunos de sus libros en las librerías de Manhattan. A pesar que durante sus primeros años en América no pudo publicar más libros suyos, y aún cuando pasaba la mayor parte de su tiempo con sus primeros seguidores en la ciudad de Nueva York y dirigiéndolos, aún así continuó traduciendo y escribiendo sus significados Bhaktivedanta al SRIMAD-BHAGAVATAM.

Incluso aún después de que Srila Prabhupada tuviera varias docenas de seguidores y unos cuantos centros pequeños en América, no podía llevar a cabo sus ambiciosos planes de impresión de libros, debido a la juventud sin experiencia de sus seguidores. Mientras tanto, Prabhupada se contentó con ver que estos jóvenes

_________________

**N del T.: Transporte económico en triciclo-taxi.

estadounidenses estaban desechando la vida pecaminosa y que cantaban Hare Krsna, aún cuando no pudieran organizar o asistir su misión en grande.

Pero Prabhupada esperaba que con el tiempo sus discípulos se hicieran competentes para ejecutar la importante misión de conciencia de Krishna en América. En 1969 le escribió a un discípulo en Nueva York expresando su decepción que aunque su vida estaba dedicada a la publicación del SRIMAD-BHAGAVATAM y que a pesar de tener cientos de asistentes y de estar en un país rico, no podía lograr lo que él solo había hecho en la India.

“Ahora desde que vine a su país, no he podido publicar el

cuarto volumen del SRIMAD-BHAGAVATAM, pero

con su ayuda y asistencia, desde 1965 únicamente este

sólo libro se ha publicado (Enseñanzas del Señor

Caitanya)…

De cualquier manera, estoy muy ansioso de hacer

que mis libros sean publicados. Los manuscritos que

actualmente poseo se les puede convertir en ocho

diferentes libros del mismo tamaño que generalmente

publicó (400 páginas). Pero no sé como hacer que los

publiquen. Cualquier cosa que se haya hecho ya está

hecha, ahora estoy muy serio en cuanto a la

publicación de mis libros… Yo requiero que estos

ocho libros se publiquen al precio de seis mil

dólares lo cual es lo que cobra Dai Nippon, necesitaré

como cincuenta mil dólares inmediatamente. Ya sea

que se vendan o no, quiero ver estos libros publicados.

Esa es mi ambición”.

Gradualmente jóvenes discípulos de Srila Prabhupada obtuvieron el conocimiento para cumplir la orden de su maestro espiritual. En el verano de 1968, los devotos descubrieron que yendo a los parques públicos y efectuando KIRTANA del maha-mantra Hare Krsna podían atraer grandes números de personas y entonces venderles revistas BACK TO GODHEAD. En la medida que más devotos ingresaron a ISKCON y que nuevos centros fueron abiertos, el futuro para la conciencia de Krishna se abrillantó hasta que a principios de 1970 ocurrió una gran oleada, y por la gracia de

Krishna, los miembros del movimiento de conciencia de Krsna empezaron a distribuir los libros de Prabhupada a una escala cada vez mayor.

Aunque mi intención es presentar aquí una parte de la biografía de Srila Prabhupada, manteniendo la historia de ISKCON como trasfondo, aún así la historia de ISKCON está inseparablemente enlazada a la vida de Srila Prabhupada. Srila Prabhupada algunas veces dijo que él era ISKCON, y en una ocasión dijo que él era “un miembro de ISKCON”. Sin embargo, dejaré la narración más exhaustiva de la historia de ISKCON en los primeros años a un futuro cronista y presentaré aquí una narración condensada y concisa de cómo la distribución de libros floreció a principios de la década de los setentas bajo la dirección de Srila Prabhupada.































“¡DISTRIBUYAN LIBROS,

DISTRIBUYAN LIBROS

DISTRIBUYAN LIBROS!”





5 de julio de 1970.

San Francisco.



Srila Prabhupada asistía al Ratha-Yatra de 1970 en San Francisco. El día era frío y con viento, cerca de diez mil personas se habían reunido al paso de la procesión del Señor Jagannatha cuando procedía a través del Golden Gate Park. Srila Prabhupada había bailado en las calles con miles de participantes durante el desfile, le había hablado a la multitud en un gran auditorio cerca de la playa, y había visto a sus discípulos distribuyendo abundante PRASADAM, banquete vegetariano gratuito, a miles. Pero cuando un devoto llegó con volúmenes del Tomo I de “KRISHNA, LA SUPREMA PERSONALIDAD DE DIOS”, Srila Prabhupada pareció estar especialmente complacido.

Rodeado por devotos y curiosos asistentes al festival, Srila Prabhupada sostuvo uno de los libros, admirando la cubierta frontal, una ilustración a todo color de Radha y Krisnha. El volumen era grande, casi de ocho pulgadas y media por once, y su sobrecubierta plateada resplandecía con grandes letras rojas brillantes. “KRSNA”. Era una maravilla trascendental en las manos reverentes de Srila Prabhupada. Las personas que se encontraban cerca difícilmente podían evitar apretujarse contra Srila Prabhupada para atisbar por encima de sus hombres para ver el libro. Y no contuvieron sus exclamaciones cuando Srila Prabhupada sonrió y abrió el volumen. El examinó las ilustraciones, la impresión, el papel y la encuadernación. “Muy bien”, dijo. Por unos momentos fijó su atención en una página, leyéndola. Después levantó la vista y anunció que este libro altamente valioso, “KRSNA”, justamente había llegado y que todos debían leerlo. Sosteniendo un libro en su mano y con los otros volúmenes apilados ante él, pidió que quien así lo desease se acercara y comprara un ejemplar.

La gente se alborotó, empujándose unos a otros, con las manos extendidas con billetes de diez dólares, mientras las voces resonaban, solicitando uno de los primeros



ejemplares del libros “KRSNA” de Srila Prabhupada. Prabhupada inmediatamente vendió cada uno de los ejemplares, sin retener siquiera uno para sí mismo.

Para los devotos ver a Srila Prabhupada vender los libros de Krishna fue el evento espectacular del festival de Ratha-yatra de 1970. Se arremolinaron en grupos. Examinando detenidamente los libros, discutiendo los libros y el afecto que tendrían en la gente de América quienes jamás habían escuchado acerca de Krishna. Brahmananda narró como en su habitación del número 26 de la Segunda Avenida en la ciudad de Nueva York, Srila Prabhupada regaló su ejemplar anticipado de la publicación de ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAITANYA. Exactamente poco antes de recibir ese libro, Srila Prabhupada estaba sentado hablando con un discípulo, Satyavrata, quien recientemente había dejado la asociación de Srila Prabhupada debido a algunas discusiones insignificantes con otros devotos. Cuando llegó el ejemplar de

ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAITANYA, Srila Prabhupada breve y amorosamente

lo examinó con gran placer inmediatamente después se lo ofreció a Satyavata como regalo. Brahmananda que estaba presente, se asombró que Srila Prabhupada obsequiara su único ejemplar. Habiendo ayudado a Srila Prabhupada a publicar este libro, Brahmananda sabía con cuanto esmero Prabhupada lo había escrito y esperado ansiosamente un año que finalmente el impresor lo imprimiera; sin embargo una vez que lo recibió, Srila Prabhupada casi inmediatamente lo obsequió, a un discípulo que ni siquiera se encontraba en una buena posición. Satyavrata tomó el libro, le agradeció a Srila Prabhupada, salió y jamás se le volvió a ver otra vez en el templo.

Obviamente Srila Prabhupada estaba demostrando que los devotos de Krishna deben ser muy misericordiosos y ansiosos de distribuir libros de conciencia de Krishna.



Pero en 1970 casi nadie sabía CÓMO hacerlo. Distribuir una revista y pedir un pequeño donativo era una cosa pero, ¿libros grandes, de pasta dura? Srila Prabhupada lo había hecho, por supuesto, pero eso era especial – él era el autor del libro y el maestro espiritual de todo el movimiento Hare Krishna. Y habían sido media docena de libros. Pero más tarde cuando llegaran miles de libros a los templos, entonces, ¿qué harían los devotos con ellos? Sería igual que con ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAITANYA, que ahora se encontraban almacenados en diferentes Centros de ISKCON. Todo el envío de LAS ENSEÑANZAS DEL SEÑOR CAITANYA había llegado a Nueva York, los devotos rentaron un camión, recogieron los libros en los muelles y los depositaron en el 26 de la Segunda Avenida. De allí los enviaron a los centros de ISKCON en Los Angeles, San Francisco, Boston, Montreal y otros lugares. En todas partes los devotos tenían la misma pregunta: “¿Qué hacemos con ellos?”, ¿cómo vamos a poder distribuir tantos libros de pasta dura tan lujosos?”.

Srila Prabhupada escribió una carta a Kirtiraja:

“Dices que estás muy ocupado imprimiendo los libros de tal manera

que no puedes distribuirlos. Entonces, ¿de qué sirve imprimir si no

podemos distribuirlos? También debe haber un buen programa

para distribuirlos. Por consiguiente yo considero que si incrementan

dando énfasis a la distribución, este movimiento nuestro de la

Conciencia de Krsna será fuerte en dos aspectos, en lugar de serlo

en uno solo, de imprimir únicamente, entonces el progreso será

rápido”.



Algunos devotos probaron poniendo anuncios en revistas y ubicando libros a consignación en librerías. Pero estos métodos no vendían libros. El cómo vender libros grandes seguía siendo un misterio.

Entonces en 1971 sucedió algo importante, un cierto descubrimiento accidental. Un día, después de estar cantando en el centro de San Francisco, de regreso al templo, dos BRAHMACARIS detuvieron su auto en una gasolinera para abastecerse. Ellos tenían consigo algunos ejemplares del libro de KRSNA, cuando el empleado se acercó a cobrar el dinero de la gasolina, uno de los devotos le mostró el libro. El empleado se interesó, y los dos devotos empezaron a predicarle acerca de las glorias de conciencia de Krishna. Cuando le sugirieron que aceptara el libro como pago por la gasolina, él aceptó.

Asombrados con lo que había sucedido e inspirados por su éxito, los dos BRAHMACARIS, Buddhimanta y Premarnava, al día siguiente salieron con varios libros de “KRSNA” y se situaron enfrente de una tienda de abarrotes. Después de unas

horas sucedió otra vez; en esta ocasión vendieron dos libros. Keshava, el presidente del templo de San Francisco, telefoneó a su G.B.C., Karandhara, en Los Angeles y le contó lo que había pasado. Keshava lo describió como milagroso, y Karandhar lo alentó para que continuara con más experimentos. Los devotos de San Francisco pronto organizaron un grupo de media docena de hombres para que fueran de casa en casa mostrando los libros a las personas en sus hogares. Cuando Buddhimanta empezó a distribuir tantos como cinco libros al día, los devotos en otros templos empezaron a seguir su ejemplo, especialmente en Los Angeles, San Diego y Denver. Y quienquiera que lo probó y que vendía un libro – fue atrapado en una excitación eufórica.

Quizás el lector se recree al oír estas actividades, de venta de libros descritas en términos entusiastas, como si fuera algo poco común. Muchas grandes empresas han

empezado en pequeño, y la venta de libros de casa en casa no es nada fuera de lo común. Sin embargo la experiencia y el testimonio de los devotos participando en esta distribución de libros describe un sabor especial, diferente de la felicidad que ordinariamente jóvenes pudiesen experimentar al tropezar con una técnica de ventas y que se encontraron a punto de ganar grandes cantidades de dinero. La diferencia entre la emoción de empezar un negocio ordinario y el gusto de saber como distribuir libros de conciencia de Krishna estriba en que la distribución de libros del devoto es servicio devocional para Krishna y por lo tanto puede producir un éxtasis trascendental que no es posible ni siquiera encontrándose en la cima de la felicidad material.

Los negocios ordinarios y la distribución de libros conscientes de Krishna son tan diferentes como lo son la vida espiritual de la vida material. Si alguien intenta observar la vida espiritual desde el punto de vista material, tal persona será incapaz de entenderla. Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati describe al intento del académico de entender conciencia de Krsna como un intento de probar la miel lamiendo la parte externa de la botella. De acuerdo con Rupa Goswami en “EL NECTAR DE LA DEVOCIÓN”, el sabor especial de la felicidad en conciencia de Krsna consiste en que es eterno. El gusto de servir a Krsna es la felicidad original y eterna del ser viviente; por consiguiente, únicamente éste da satisfacción plena al ser.

Los jóvenes y las jovencitas que habían empezado a distribuir libros en América habían visto y escuchado a Srila Prabhupada y habían leído sus libros. Ellos sabían que él los había salvado de la vida infernal al darles conciencia de Krishna, y ellos querían trabajar por su causa, la cual entendieron que era la causa de Krishna. Srila Prabhupada había inspirado dentro de ellos el deseo de ser devotos y de cantar y escuchar acerca de Krishna. Y cuando supieron de las cualidades de un devoto; entendieron que un devoto avanzado también es un predicador. Ellos quisieron seguir a Prabhupada y predicar. Esto era extático, y su felicidad era espiritual.



Para mediados de 1971, los templos estaban vendiendo cientos de libros de “KRSNA” a la semana. Karandhar, el administrador de los fondos de libros de Prabhupada, comenzó a enviar cartas informativas de SANKIRTANA a los templos de Norteamérica y a Srila Prabhupada. Con la lista de resultados de cada templo, el boletín informativo incitó una competencia trascendental. El boletín informativo de Karandhar de diciembre de 1971 resumió el humor del año y animó a los devotos a incrementar.



“Recientemente, en un programa de “todos afuera a vender libros”,

el templo de San Francisco ha dado un promedio de una distribución de

20 libros de Krsna por día. ¿Cuál es su técnica?, Keshava Prabhu

dice: “simplemente la hacemos nuestra actividad prioritaria. Todo

lo que tienes que hacer es querer hacerlo y entonces esforzarte tan

arduamente como puedas. A donde sea que vamos llevamos

revistas De Vuelta al Supremo y libros de Krsna”, él dice: “a

Sankirtan en la calle, de puerta en puerta, a la lavandería, a la

tienda, a todas partes. Hemos estado forzando nuestros cerebros

de muchas maneras complicadas y fantasiosas tratando de incrementar

nada es más exitoso que simplemente tomar personalmente los libros

en la mano e ir de casa en casa con esta misericordia sin causa.

Tan sólo consideren, ¿cuántas horas al día empleamos específicamente

tratando de distribuir la literatura de Srila Prabhupada, lo cual es la

cosa más querida para él?”.



Sin embargo, el toque de la coronación no vino del boletín informativo, sino de Srila Prabhupada mismo quien le escribió a Keshava, el “rey” de la distribución de los libros “KRSNA”.



He estado recibiendo muchos reportes de cómo mis discípulos del

templo de San Francisco no los puede superar nadie en la

distribución de mis libros. Algunas veces ellos distribuyen hasta

70 libros “Krsna” diariamente. Así que si esto es verdad

ciertamente cuando regrese a Estados Unidos iré a su templo y

permaneceré ahí. Por distribuir mis libros profusamente me están

alentando grandemente para traducir. Y todos ustedes me están

ayudando en cumplir la orden que mi Guru Maharaja me dio. Por

lo tanto estoy muy agradecido con ustedes, y estoy seguro que

Krishna los bendecirá un millón de veces, por efectuar este trabajo.

Espero que tú y todos mis amados discípulos del templo de San Francisco se encuentren en excelente salud y en un humor gozoso”.



Pronto se enviaron copias de esta carta a todos los centros de ISKCON. Prabhupada siempre había dado sus bendiciones a todos los centros pero jamás le había dicho a algún devoto que obtendría las bendiciones de Krishna “un millón de veces”.



Srila Prabhupada expresó sus deseos a varios devotos mediante cartas. Una carta era una instrucción directa a un individuo y sin embargo la mayoría de las veces también era de aplicación universal. Mediante el intercambio de cartas con sus líderes de los templos, Srila Prabhupada hizo ver claramente que él quería que sus discípulos hicieran de la distribución de libros su prioridad más importante.



“Estoy muy complacido en escuchar que estás incrementando tu

distribución de nuestros libros y revistas. Este es un buen síntoma

de que tu labor de prédica también es fuerte. Entre más incrementes

tu fuerza en predicar, más continuarás vendiendo libros. Quiero que

especialmente mis libros se distribuyan ampliamente”.



La ambición de Srila Prabhupada era reemplazar la literatura popular con literatura trascendental. Cada persona en el mundo debería tener por lo menos un libro de conciencia de Krishna, él razonó, porque si alguien lee tan sólo una página, su vida podría cambiar en dirección a la perfección. Prabhupada escribió: “si el uno por ciento de los lectores se vuelven devotos, eso cambiará al mundo”. Los propagandistas por correo se darían por satisfechos en recibir respuesta de un cinco por ciento de sus envíos en tanto que Srila Prabhupada hablaba de un porcentaje aún menor, el uno por ciento, quienes pensaban que verdaderamente se podrían convertir en devotos puros en respuesta del recibimiento de un libro. El Señor Krishna también confirma esto en el BHAGAVAD-GITA: “de entre miles de hombres, puede ser que uno se esfuerce por alcanzar la perfección, y de entre aquellos que han alcanzado la perfección difícilmente uno Me conoce en verdad”. Por lo tanto, un plan para hacer al mundo consciente de Krishna requería de una amplia distribución.

Srila Prabhupada siempre actuó en términos del SIDDHANTA, la conclusión de la filosofía de conciencia de Krishna. Y él quería que sus discípulos también entendieran PÓRQUE debían distribuir sus libros.




“Quien es Dios se puede resumir en solo cinco palabras – Krishna es el

Controlador Supremo. Si te convences de esto y lo predicas entusias-

tamente, el éxito es garantizado, y estarás efectuando el servicio más

grande para todas las entidades vivientes”.



En noviembre le escribió a Jayadvaita:



“Me alienta ver tu reporte de libros vendidos porque esta prueba que

consideras tu responsabilidad ver que cada vez más y más personas

están leyendo nuestra literatura. En realidad ésta es la base sólida

para nuestra obra de prédica - ningún otro movimiento tiene tal

pródiga autoridad para predicar, y si alguien lee nuestra filosofía de

conciencia de Krsna, tal persona se convence”.



Prabhupada continuó para insistir que se mantuvieran todos los programas principales de conciencia de Krishna, incluyendo; la adoración de la Deidad, cantar Hare Krishna en público y dar conferencias en diversas partes, que todos los programas de prédica eran importantes. Pero que debían ser acompañados con la distribución de libros. Srila Prabhupada le escribió a un SANNYASI cuyo programa principal era dictar conferencias públicas:



“Distribuyan libros, tantos como sea posible. Si alguien escucha de

nosotros la filosofía, eso le ayudará. Pero si compra un libro, eso

puede cambiar su vida. Por lo tanto vender libros es la mejor actividad

de prédica. Vendan libros, ejecuten kirtana en lugares públicos tales

como escuelas y universidades, prediquen”.



Y Srila Prabhupada repitió la misma cosa a Bhagavan dasa, su secretario G.B.C. en Francia: “¿qué harán tus tres minutos de prédica? - pero si ellos compran un libro, éste puede cambiar su vida”.



Durante este tiempo, uno de los discípulos de Srila Prabhupada recientemente iniciado como SANNYASA ideó que los devotos debían ocuparse más tiempo en leer. Cuando pasaba por el templo de Nueva Cork, este SANNYASI abiertamente sostuvo que los devotos leyeran los libros de Srila Prabhupada de cinco a ocho horas diarias. En ese preciso entonces en el templo se seguía un nuevo horario que Srila Prabhupada acababa de establecer, los devotos asistían al programa de la mañana después salían a las calles a cantar y a la distribución de libros, regresando en la tarde para la clase. Surgió una controversia, y se estableció una llamada telefónica urgente con Srila Prabhupada en Los Angeles. Cuando Srila Prabhupada supo de su secretario lo que estaba sucediendo, inmediatamente respondió:



“Mi respuesta es que este SANKIRTANA o canto en la calle debe

continuar, es nuestro programa más importante. El movimiento del

Señor Caitanya significa el movimiento de SANKIRTANA.

Sencillamente pueden tomarse dos horas para cantar dieciséis rondas

diariamente, dos horas para leer en congregación, y el resto del tiempo

para salir a SANKIRTANA. Debemos hacer ambas cosas, leer los

libros y distribuir libros, pero distribuir libros es nuestra propaganda

principal. La lectura en la clase por espacio de dos horas es suficiente,

se puede leer más en tiempos libres si es que uno lo tiene. No es que

uno tiene que estar siempre leyendo. Una hora en la mañana para la

clase de BHAGAVATAM y una en la noche, ya sea de BHAGAVAD-

GITA o del NECTAR DE LA DEVOCION, eso es suficiente”.



Srila Prabhupada ya había dado estos delineamientos, y estaba insatisfecho que uno de sus discípulos estuviera inventando algo nuevo. El quería que el modelo que había dado se mantuviese.



“Siempre debes pensar en nuevos mercados para distribuir mis libros”, le escribió Srila Prabhupada a Jagadisa. Y los devotos pronto encontraron nuevos mercados - centros comerciales, plazas comerciales y estacionamientos donde incluso se encontraban con más personas. Al entrar en los centros comerciales se sumergieron en el corazón de la sociedad norteamericana, encontrándose con personas piadosas e impías, ricas y pobres, blancas y negras, burdas y sensitivas. Vender libros era difícil, pero los devotos permanecieron fijos, llevando sus pesadas bolsas de libros y distribuyendo la literatura que ellos sabían que era el remedio para todos los males.



Viendo a través de los ojos de las escrituras, los devotos vieron a las multitudes de compradores como otras tantas víctimas deambulando, gente viviendo casi exclusivamente para el placer sensual y mental, y por consiguiente, condenados a una muerte inauspiciosa. Cualquier devoto serio podría explicar filosóficamente la situación difícil de los materialistas, como se describe en el BHAGAVAD-GITA. Ahora los devotos podrían también tener la experiencia de esta situación difícil con plena convicción; y por la misericordia de Prabhupada, se encontraban allí para distribuir conocimiento compasivo de la vida más allá del cuerpo.



A continuación los devotos descubrieron los beneficios de viajar de una población a otra. Algunos de los BRAHMACARIS de Los Angeles habían tenido

el sentimiento que quedándose en el templo estaban desperdiciando tiempo que se podría utilizar en la distribución de libros. De esta manera obtuvieron permiso de llenar una camioneta con libros de “KRSNA” y de ir a una área donde acamparían durante una semana, llevando una vida más sencilla, y distribuyendo libros tantas horas como fuese posible. Este SANKIRTANA viajero produjo otro incremento significativo, ya que creaba un medio ambiente en el cual los hombres se absorbieron en su servicio sin ninguna distracción. Pronto el nuevo programa se propagó por todo el mundo de ISKCON, y a Srila Prabhupada le gustó.



“Estoy muy contento en escuchar de ti las maravillosas noticias del

Sankirtan viajero en Inglaterra.

Yo creo que la gente de ese lugar se están volviendo cada vez más

inclinados por este Movimiento para la Conciencia de Krsna, ellos los

están invitando a quedarse en sus casas, están tomando libros,

algunas veces se hacen devotos - todos estos son síntomas muy

alentadores para mí. Si ustedes simplemente continúan de esta manera,

parando en toda ciudad y poblado en Inglaterra y Escocia, o si hay

otros lugares como Irlanda, simplemente deténganse por algún tiempo,

distribuyan libros y tengan procesiones de Sankirtan, respondan sus

preguntas, darles algunos volantes o pequeñas informaciones

gratuitamente, distribuyan prasadam siempre que sea posible, por lo

menos un poco de algo, y si muestran un interés genuino, entonces

soliciten a la gente del poblado que concierten programas para hablar

en sus escuelas, o en la casa de alguien, o en algún salón, etc. De esta

manera permanezcan siempre sin ansiedad en cuanto a destino o

situaciones confortables, siempre confiando únicamente en la

misericordia de Krsna para sus planes sencillamente continúen

predicando su mensaje y vendiendo sus libros, donde sea que haya

interés. No debemos perder nuestro tiempo donde la gente no está

interesada o si no son amistosos, hay tantos lugares a donde ir”.



Srila Prabhupada empezó a decir que abrir nuevos centros era menos importante ahora que las bandas viajeras estaban peinando el país. Cuando supo que el presidente del templo en Vancouver había adquirido un autobús para viajar, escribió:



“Pienso que nos estamos convirtiendo en un gigante movimiento, en una

contienda de guerrillas luchando contra maya. Viajar en autobuses es el

mejor medio para erradicar maya y establecer la Conciencia de Krsna

en todo el mundo”.



Prabhupada estaba contento en escuchar que los presidentes de los templos y los líderes regionales también estaban saliendo en SANKIRTANA viajero. El dijo que el concepto védico de comandante era que él tenía que estar en el frente de la lucha, no que se quedara sentado detrás de la línea. Habiendo sido ya testigo como algunos de sus discípulos líderes se encontraban abrumados debido a administrar muchas cosas, él les aconsejó a todos ellos que viajaran y predicaran, que distribuyeran literatura a donde quiera que fueran.



“Prácticamente, esta organización de ISKCON existe porque siempre he

estado viajando. Yo nunca me senté en mi vejez, no. De esa manera sigan

mi ejemplo y prediquen ampliamente por todo el mundo, esa es la versión

de Caitanya Mahaprabhu”.



Cuando un devoto en California le escribió a Srila Prabhupada preguntando si podía dejar su vida de casado e ir en SANKIRTANA viajero, Prabhupada respondió que no era necesario dejar la vida de casado para viajar y predicar. El Señor Caitanya había enseñado que ya fuera que uno sea SANNYASI o GRIHASTAHA que eso no importa en tanto que uno sirva totalmente a Krishna. Un casado algunas veces podría viajar también y distribuir libros, con o sin su esposa.



Casi a finalizar 1972 el boletín informativo del BBT**, ahora compilado por el asistente de Karandhara, Ramesvara, estimuló el entusiasmo al reportar los resultados constantemente crecientes de la distribución de libros.

“¡La distribución de libros continúa remontándose a lo más alto todo el


tiempo, más de 25 bandas de Sankirtan viajan por el país afectando las

vidas de cientos de miles de almas condicionadas!, ¡desde mediados de

septiembre hemos distribuido más de 15,000 juegos completos de los

tres libros de KRSNA!, y a partir de mediados de agosto hemos

distribuido más de 9000 BHAGAVAD-GITAS pasta suave y más

950 BHAGAVAD-GITAS pasta dura. MacMillan también ha vendido

todo totalmente (20,000 GITAS vendidos comercialmente) y está

reimprimiendo grandes cantidades para la carrera de Navidad”.



Otro gran descubrimiento para la distribución de libros sucedió al final de 1972. El año anterior los devotos habían aprovechado la temporada de Navidad vendiendo libros “KRSNA” de casa en casa, pero nadie se había dado cuenta lo realmente importante que podría ser la temporada navideña. En la temporada navideña de 1971, por consiguiente, únicamente había incrementado en aproximadamente un veinte por ciento. Pero para diciembre de 1972 los devotos habían creado una gran excitación por distribuir tantos libros como fuera posible.



Ramesvara: “Fue el 22 de Diciembre de 1972, que en Los Angeles accidentalmente descubrimos el maratón de Navidad. Notamos que mucha más gente iba a las tiendas, y que éstas permanecían abiertas algunas veces hasta la media noche. Yo estaba afuera del Burbank Zody’s. Teníamos en Los Angeles una competencia intensa con premios, y estaba subiendo a un nivel febril.



Así que después de distribuir como loco todo el día, eran como las diez de la noche. Yo había colectado cerca de $350 y había distribuido como 650 revistas. Estaba convencido que este era el nuevo record mundial en ISKCON y no había posibilidad que nadie me ganara ese día. A pesar que la tienda permanecería abierta hasta las doce, la gente empezó a disminuir, y pensé: “tal vez deba regresar. Indudablemente todos han regresado ya. Nadie se ha quedado jamás después de las ocho. Todos ellos me van estar esperando. No debo hacerlos esperar”. De esa manera mi mente me estaba convenciendo que regresara.



A las once la tienda estaba totalmente desierta. Me subí al coche y emprendí el regreso. Ya en camino pasé por otro Zody’s llamado Hollywood Zody’s en Sunset y Western. Me encontré en la disyuntiva de detenerme o no, porque la tienda estaba llena de gente e iba a estar abierta hasta media noche. Pero decidí: “no, regresaré ya que seré el campeón, y de ese modo se lo haré saber a todos”. Así que continué manejando.

Finalmente llegué al templo como a las diez para las doce, e irrumpí en el cuarto de sankirtana. Pero la única persona que estaba ahí era el secretario, Madhukanta. Yo dije: “oh, no, ¿ya se fueron todos a dormir?”, él dijo: “no, nadie ha regresado todavía”. ¡Yo fui el primero en regresar! Ese fue el descubrimiento del maratón de Navidad. Fue completamente sin planearse. Jamás se le había instruido a nadie que permaneciera fuera tan tarde. Tan sólo lo hicimos espontáneamente.


Finalmente todos los devotos habían regresado como a la una y media de la mañana, estábamos todos sentados en el cuarto de sankirtana simplemente mirando el mapa de sankirtana. No podíamos dormir, estábamos muy ansiosos de salir. Estábamos pensando: ¿dónde podremos encontrar gran cantidad de almas condicionadas?”. Nuestro escándalo y estridentes risas era como el de una fiesta de borrachos, que terminó por despertar a Karandhara, quien se encontraba durmiendo en su oficina en el cuarto contiguo. El entró, espantando el sueño de sus ojos, frotándolos; pero cuando nos vio y se percató de lo que estaba sucediendo, se soltó riendo y nos envió a todos a dormir: “prepárense para mañana”. De esa forma llevamos a cabo tres días de maratón, el veintidós, el veintitrés y el veinticuatro de diciembre.
Nadie antes había distribuido tantos libros en la historia de nuestro movimiento. Con una distribución entre veinticinco y cuarenta libros se le consideraba un gran día. ¡Pero nosotros estuvimos distribuyendo entre cinco mil y seis mil ejemplares de literatura diariamente por un período de tres días! Un solo templo había distribuido casi dieciocho mil ejemplares de literatura en únicamente tres días”.


**N del T.: Bhaktivedanta Book Trust (fondo Editorial Bhaktivedanta).

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