PRABHUPADA
NÉCTAR
SRILA
PRABHUPADA ÉSTA AQUÍ
De Nandanandana Das (ACBSP)
Junio 1º, 1976, Srila
Prabhupada llegó de Hawái al templo de Los Ángeles. Él estaba acompañado por su
sirviente Hari Sauri dasa, quien escribió en su Diario Trascendental Vol. 2:
“Mientras el avión se
deslizaba en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el piloto hizo un
anuncio especial. Él informó que debido a que la sala de llegadas se encontraba
especialmente demasiado atestada, que aquellos que no esperaban que nadie los recibiera
podían salir por una vía especialmente designada para evitar la conglomeración.
Lo que no mencionó fue que la sala estaba abarrotada de cientos de devotos
ansiosos de ver a Srila Prabhupada. Ellos
habían venido de toda la Costa Oeste y de más allá.
El vuelo a la Costa
Oeste había tomado cuatro y media horas. Así que con el ajuste de los horarios,
eran las 9 P.M. cuando llegamos a Los Ángeles.
Tamal Krishna,
Hridayananda, Trivikrama y Ramesvara Swamis y Jagadisha Prabhu recibieron a
Srila Prabhupada, cada uno llevando una opulenta guirnalda de flores de varios
tamaños, incluyendo una que le llegaba a los pies. Al tiempo que le ponían las
guirnaldas en su cuello, los devotos, debido al afecto espontaneo, irrumpieron
en éxtasis puro al verlo. El largo pasillo del aeropuerto fue tumultuoso con
los devotos cantando y bailando con desinhibición sublime, atropellándose entre
ellos tratando de ver al devoto puro del Señor Supremo. En la medida que
avanzaba en las bandas móviles del pasillo, Srila Prabhupada parecía como una
luna llena cruzando el firmamento rodeada por un séquito de estrellas
brillantes, todos reunidos para rendirle homenaje a su amo y maestro. En
reciprocación, él levantó su mano en alto en el aire, sonriendo ampliamente,
sus dientes brillando ante la luz. Los devotos se desbordaron de júbilo. Las
paredes se retumbaban con el bum de los tambores y el choque de los kartalos, y la vibración sonora
trascendental de los santos nombres convirtieron a los aditamentos ordinarios
del aeropuerto y sus alrededores en Vaikuntha. Fue la recepción más grande que LAX, el aeropuerto de Los Ángeles,
haya visto jamás, y Srila Prabhupada muy humildemente aceptó la tremenda
glorificación con las palmas de las manos juntas y exclamaciones de “Hare Krishna” y “¡Jaya!”.
Las visitas de Srila
Prabhupada a Nueva Dwaraka eran tremendamente extáticas, mucho muy festivas,
eran apoteósicas.
Llegaban devotos de
todas partes a Nueva Dwaraka justo para recibir a Srila Prabhupada y poder
mirarlo y escuchar sus conferencias. Era semejante a las descripciones de El Srimad-Bhagavatam del Señor Krishna
entrando a Dwaraka. Parecía como si miles de semidioses se hubieran reunido
cantando y bailando jubilosamente tan sólo para recibir a Srila Prabhupada y
esparcir pétalos de flores a su paso y sobre su persona, y glorificarlo.
Definitivamente
sentíamos que Nueva Dwaraka era el hogar de Srila Prabhupada. Sentíamos los
sentimientos que se describen en El
Srimad-Bhagavatam (1.11.8-10) como nuestros.
¡Oh!,
es nuestra buena suerte que hoy estemos de nuevo bajo Tu protección con Tu
presencia, pues Vuestra Señoría rara vez visita ni siquiera a los ciudadanos
del cielo. Ahora nos es posible mirar Tu cara sonriente, que está llena de
miradas afectuosas. Ahora podemos ver Tu forma trascendental, llena de todo lo
auspicioso.
¡Oh,
Señor de los ojos de loto!, cuando quiera que te vas a Mathura, Vrindavana o
Hastinapura a reunirte con Tus amigos y parientes, cada instante de Tu ausencia
parecer ser un millón de años. ¡Oh, Tú, el infalible!, en esos momentos
nuestros ojos se vuelven inútiles, como si estuvieran privados del Sol.
¡Oh,
amo!, si vives todo el tiempo en el exterior, no podremos entonces mirar Tu
atractiva cara, cuyas sonrisas vencen todos nuestros sufrimientos. ¿Cómo
podremos existir sin Tu presencia?
Al
oír sus palabras, el Señor, quien es muy bondadoso con los ciudadanos y los
devotos, entró en la ciudad de Dwaraka, y agradeció todos sus saludos
lanzándoles Su trascendental mirada.
Por supuesto que las
ausencias de Srila Prabhupada de Nueva Dwaraka eran para ir a otros confines
del mundo a predicar, a inspirar a los devotos y a dirigirlos personalmente.
Pero por nuestra parte siempre existía el sentimiento y deseo personal y
egoísta, un anhelo, de obtener su darshan,
audiencia, obtener una de sus miradas, escuchar sus palabras y tener la
oportunidad de poder prestarle algún servicio personal. Seguramente otros
devotos, en otros lugares del mundo tenían los mismos sentimientos.
De cualquier manera,
simplemente quiero compartir este letrero que refleja el humor que imperaba
cuando Srila Prabhupada estaba presente ahí.
Este letrero fue
colocado en junio de 1976 en los cuartos de pujaris
de Nueva Dwaraka, los cuales se encuentran justo debajo de las habitaciones
de Srila Prabhupada. En ese entonces Srila Prabhupada quería concentrarse en la
traducción de sus libros y no tanto en la administración.
“(…) Pero ahora tengo
que recordarles que tengo que completar la traducción de El Srimad-Bhagavatam. Es la más grande contribución; nuestros libros
nos han dado una posición respetable. La gente no tiene fe en la adoración en
las iglesias o en los templos. Esos días se han ido. Por supuesto que tenemos
que mantener los templos, ya que es necesario conservar nuestra buena
conciencia. Simplemente intelectualismo no funcionará, tiene que haber
purificación práctica.
Así que les pido que
releven de las responsabilidades de la administración cada vez más, a fin de
que yo pueda completar la traducción de El
Srimad-Bhagavatam. Si siempre tengo que estar administrando, entonces no
puedo hacer mi trabajo con los libros. Es documento, tengo que escoger cada
palabra de una manera muy sobria y si tengo que pensar en la administración
entonces no puedo hacer esto. No puedo ser como esos pícaros que presentan alguna
elucubración mental para engañar al público”.- Carta de Srila Prabhupada a los
Secretarios del GBC, Honolulu, a 19 de mayo, 1976.
Navadwip dasa era el
jefe de pujaris en ese entonces y
posible que él haya puesto el letrero.
EL LETRERO DICE:
SRILA PRABHUPADA ESTÁ
AQUÍ POR LO TANTO: POR FAVOR NO HABLAR SUSURRAR SÓLO SI ES ABSOLUTAMENTE
NECESARIO. NO AZOTAR PUERTAS. ¡CAMINA SILENCIOSAMENTE! PRABHUPADA
NESECITA SILENCIO PARA TRABAJAR – ¡JAYA GURUDEVA!
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