jueves, 19 de diciembre de 2013

viernes, 8 de noviembre de 2013


PRABHUPADA NÉCTAR

SRILA PRABHUPADA ÉSTA AQUÍ

 

De Nandanandana Das (ACBSP)
 
 

Junio 1º, 1976, Srila Prabhupada llegó de Hawái al templo de Los Ángeles. Él estaba acompañado por su sirviente Hari Sauri dasa, quien escribió en su Diario Trascendental Vol. 2:

“Mientras el avión se deslizaba en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el piloto hizo un anuncio especial. Él informó que debido a que la sala de llegadas se encontraba especialmente demasiado atestada, que aquellos que no esperaban que nadie los recibiera podían salir por una vía especialmente designada para evitar la conglomeración. Lo que no mencionó fue que la sala estaba abarrotada de cientos de devotos ansiosos de ver a Srila Prabhupada.  Ellos habían venido de toda la Costa Oeste y de más allá.

El vuelo a la Costa Oeste había tomado cuatro y media horas. Así que con el ajuste de los horarios, eran las 9 P.M. cuando llegamos a Los Ángeles.

Tamal Krishna, Hridayananda, Trivikrama y Ramesvara Swamis y Jagadisha Prabhu recibieron a Srila Prabhupada, cada uno llevando una opulenta guirnalda de flores de varios tamaños, incluyendo una que le llegaba a los pies. Al tiempo que le ponían las guirnaldas en su cuello, los devotos, debido al afecto espontaneo, irrumpieron en éxtasis puro al verlo. El largo pasillo del aeropuerto fue tumultuoso con los devotos cantando y bailando con desinhibición sublime, atropellándose entre ellos tratando de ver al devoto puro del Señor Supremo. En la medida que avanzaba en las bandas móviles del pasillo, Srila Prabhupada parecía como una luna llena cruzando el firmamento rodeada por un séquito de estrellas brillantes, todos reunidos para rendirle homenaje a su amo y maestro. En reciprocación, él levantó su mano en alto en el aire, sonriendo ampliamente, sus dientes brillando ante la luz. Los devotos se desbordaron de júbilo. Las paredes se retumbaban con el bum de los tambores y el choque de los kartalos, y la vibración sonora trascendental de los santos nombres convirtieron a los aditamentos ordinarios del aeropuerto y sus alrededores en Vaikuntha. Fue la recepción más  grande que LAX, el aeropuerto de Los Ángeles, haya visto jamás, y Srila Prabhupada muy humildemente aceptó la tremenda glorificación con las palmas de las manos juntas y exclamaciones de   “Hare Krishna” y “¡Jaya!”.

 

Las visitas de Srila Prabhupada a Nueva Dwaraka eran tremendamente extáticas, mucho muy festivas, eran apoteósicas.

Llegaban devotos de todas partes a Nueva Dwaraka justo para recibir a Srila Prabhupada y poder mirarlo y escuchar sus conferencias. Era semejante a las descripciones de El Srimad-Bhagavatam del Señor Krishna entrando a Dwaraka. Parecía como si miles de semidioses se hubieran reunido cantando y bailando jubilosamente tan sólo para recibir a Srila Prabhupada y esparcir pétalos de flores a su paso y sobre su persona, y glorificarlo.

Definitivamente sentíamos que Nueva Dwaraka era el hogar de Srila Prabhupada. Sentíamos los sentimientos que se describen en El Srimad-Bhagavatam (1.11.8-10) como nuestros.  

¡Oh!, es nuestra buena suerte que hoy estemos de nuevo bajo Tu protección con Tu presencia, pues Vuestra Señoría rara vez visita ni siquiera a los ciudadanos del cielo. Ahora nos es posible mirar Tu cara sonriente, que está llena de miradas afectuosas. Ahora podemos ver Tu forma trascendental, llena de todo lo auspicioso.

¡Oh, Señor de los ojos de loto!, cuando quiera que te vas a Mathura, Vrindavana o Hastinapura a reunirte con Tus amigos y parientes, cada instante de Tu ausencia parecer ser un millón de años. ¡Oh, Tú, el infalible!, en esos momentos nuestros ojos se vuelven inútiles, como si estuvieran privados del Sol.

¡Oh, amo!, si vives todo el tiempo en el exterior, no podremos entonces mirar Tu atractiva cara, cuyas sonrisas vencen todos nuestros sufrimientos. ¿Cómo podremos existir sin Tu presencia?

Al oír sus palabras, el Señor, quien es muy bondadoso con los ciudadanos y los devotos, entró en la ciudad de Dwaraka, y agradeció todos sus saludos lanzándoles Su trascendental mirada.

Por supuesto que las ausencias de Srila Prabhupada de Nueva Dwaraka eran para ir a otros confines del mundo a predicar, a inspirar a los devotos y a dirigirlos personalmente. Pero por nuestra parte siempre existía el sentimiento y deseo personal y egoísta, un anhelo, de obtener su darshan, audiencia, obtener una de sus miradas, escuchar sus palabras y tener la oportunidad de poder prestarle algún servicio personal. Seguramente otros devotos, en otros lugares del mundo tenían los mismos sentimientos.

De cualquier manera, simplemente quiero compartir este letrero que refleja el humor que imperaba cuando Srila Prabhupada estaba presente ahí.

Este letrero fue colocado en junio de 1976 en los cuartos de pujaris de Nueva Dwaraka, los cuales se encuentran justo debajo de las habitaciones de Srila Prabhupada. En ese entonces Srila Prabhupada quería concentrarse en la traducción de sus libros y no tanto en la administración.

“(…) Pero ahora tengo que recordarles que tengo que completar la traducción de El Srimad-Bhagavatam. Es la más grande contribución; nuestros libros nos han dado una posición respetable. La gente no tiene fe en la adoración en las iglesias o en los templos. Esos días se han ido. Por supuesto que tenemos que mantener los templos, ya que es necesario conservar nuestra buena conciencia. Simplemente intelectualismo no funcionará, tiene que haber purificación práctica.

Así que les pido que releven de las responsabilidades de la administración cada vez más, a fin de que yo pueda completar la traducción de El Srimad-Bhagavatam. Si siempre tengo que estar administrando, entonces no puedo hacer mi trabajo con los libros. Es documento, tengo que escoger cada palabra de una manera muy sobria y si tengo que pensar en la administración entonces no puedo hacer esto. No puedo ser como esos pícaros que presentan alguna elucubración mental para engañar al público”.- Carta de Srila Prabhupada a los Secretarios del GBC, Honolulu, a 19 de mayo, 1976.




Navadwip dasa era el jefe de pujaris en ese entonces y posible que él haya puesto el letrero.

EL LETRERO DICE:

SRILA PRABHUPADA ESTÁ AQUÍ POR LO TANTO: POR FAVOR NO HABLAR SUSURRAR SÓLO SI ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO. NO AZOTAR PUERTAS. ¡CAMINA SILENCIOSAMENTE! PRABHUPADA NESECITA SILENCIO PARA TRABAJAR – ¡JAYA GURUDEVA!

 

 

 

jueves, 10 de octubre de 2013


Prueba de  Una Página que Atribuirle Conciencia al Cerebro es Absurdo

De JON RAPPOPORT

Sep 22, 2013 — CANADA (SUN) — Consideren esta una carta abierta a todos los filósofos, investigadores del cerebro, físicos, tecnócratas, a Ray Kurzweil, y a los ejecutivos de TED que censuraron conferencias de Graham Hancock y Rupert Sheldrake sobre conciencia.

La ciencia convencional fácilmente admite (insiste) que el cerebro está hecho de las mismas partículas que constituyen todo lo demás en el universo: rocas, sillas, cometas, meteoros, galaxias. De acuerdo con los científicos de la Física, estas partículas o son conscientes.

Por lo tanto no existe razónpara concluir que el cerebro es consciente.

El cerebro no tiene más habilidad de engendrar conciencia que una roca.

Fin de la historia. Fin de la prueba.

De nada. [Respondiendo a gracias]

Por supuesto unos cuantos científicos argumentarían (y muchos más privadamente creerán) ya que los seres humanos SON conscientes, eso prueba que el cerebro produce conciencia –porque ¿dónde más podríamos buscar una explicación?

Lo cual se llama razonamiento en círculo. Lo que significa: que asumes lo que estás tratando de probar. Cualquier estudiante de lógica del primer semestre lo calificaría como INVALIDO.

 Algunos científicos, repentinamente invocando un tipo de misticismo que de otra manera desaprueban, afirman que la configuración compleja única de partículas llamadas el cerebro de una manera u otra –en este caso- tiene la capacidad de romper toda regla rscrita en el manual y proporcionar conciencia.

Pero sin prueba, sólo fe. Suposición.

Finalmente, existen unos cuantos físicos renegados que aseveran que todo en el universo –rocas, sillas, lápices, lámparas, árboles, estrellas y galaxias, que son conscientes.  

Muy bien. Sin embargo, su argumento trivializa al cerebro como la residencia de la conciencia, porque el brazo humano, la pierna, el pulgar, el ombligo y las sentaderas también son conscientes. En tal caso, ¿y qué?

¿En conclusión? Todos los argumentos científicos convencionales del cerebro como “el lugar de la conciencia” son fútiles y absurdos. Y esto conduce más allá materialismo científico y filosófico.

Dirige a una conciencia no material.

La falla de los físicos en admitir esto es únicamente mera obstinación, evasión y la negación de categorías. 

Su único refugio es negar que la conciencia exista. En lugar de eso, considerar que toda vida es meramente mecánica. “Conciencia” es una falsa ilusión/concepto contenida en una programación defectuosa, y el instalar una mejor programación hará a los hombres más “realistas”.

Ésta es la posición declinante de los tecnócratas, la cual los capacita para ensayar y tratar todo y cualquier experimento transhumano, ya que para ellos los humanos son sólo máquinas. Quita este alambre, inserta aquel alambre.

Este tipo de tecnócrata no es simplemente un chiflado que piense que almacenar una computadora clon del cerebro humano sea un ser humano. No. Él es un rabioso Dr. Frankenstein.    

Jon Rappoport


Un artículo muy interesante que apareción en el Sampradaya Sun.

viernes, 4 de octubre de 2013

TODAS LAS GLORIAS A SRILA PRABHUPADA!


Cómo Vine a Conciencia de Krishna

Nandanandana Das

La siguiente recopilaciòn la hice a peticiòn de mis hermanos espirituales Ritu das y Pippolai prabhu.




Nací y crecí en la ciudad de México D.F. Aunque me crié en una familia que me inculcó valores religiosos que yo mismo cultivé, para 1971, cuando cursaba el último año de la escuela Preparatoria, debido al estudio de múltiples filosofías y cuestionamientos que personalmente me hacía y a la educación de corte ateo que prevalece en la vida académica en todo el mundo, me consideraba a mí mismo un ateo, aunque más bien era un escéptico en busca de respuestas. Esa situación no era satisfactoria, pero tampoco iba yo a aceptar cosas sin tener la certeza de su validez o realidad. Llegué al punto de retar a Dios y decirle: “Si realmente existes, muéstrame el camino para conocerte”. Y sin saberlo muy pronto recibiría la respuesta.
El domingo 1º  de agosto de ese 1971 me encontraba estudiando para exámenes del colegio junto con un amigo y vecino. Después de estar estudiando por horas, decidimos dar una vuelta por Chapultepec para despejar la mente. Tomamos el metro, el cual tenía unos tres años de ser inaugurado, y llegamos al bosque de Chapultepec. Caminando llegamos a un lado del lago, casi junto a las rejas que dan con Reforma. Ahí estaba una banda de Rock tocando música y gente escuchando, nosotros también nos sentamos en el césped a escuchar la banda. De pronto vimos a dos devotos, uno era alto y delgado, casi pálido (después sabríamos que era Bhutahrit), el otro era bajo y moreno (José Luis Colín). La apariencia de estos devotos resultaba atractiva: ataviados con sus ropas de monjes vaishnavas de color azafrán, ambos usaban sudaderas -una gris claro y la otra azul oscuro- con capuchas, encima de todo usaban su capa al costado, lo cual era común en esos días entre los devotos. Realmente brillaban, con sus cabezas afeitadas y con sika, y sus frentes decoradas con tilaka. Se veía en ellos serenidad y una sonrisa amable. Inmediatamente sentí el impulso de acerarme a ellos y preguntarles quiénes eran y qué hacían, así que eso fue lo que hice.  Estaban distribuyendo tarjetas de presentación como invitaciones a los programas del templo. Explicaron que tenían poco en México y que habían abierto un templo, así que nos invitaron.
Las tarjetas invitaban a la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, conferencias de Bhakti-yoga y del Bhagavad-gita, y a un banquete vegetariano, todo esto me sonó como muy formal; una sociedad internacional y con un banquete, ¡increíble y además entrada libre! La dirección era Calzada de Tacubaya 70, Colonia Condesa, cerca del metro Chapultepec. Al reverso estaba escrita la leyenda que decía: “Cante los Santos Nombres y su vida será feliz”, y enseguida estaba escrito el Hare Krishna maha-mantra.  
Asistimos al día siguiente lunes, -era Pavitropana Ekadasi y el inicio de Radha-Govinda Jhulana Yatra, desde luego esto nosotros no lo sabíamos. Nos recibió bhakta Paco (más tarde Prakashananda), un devoto mexicano de aspecto místico y de un hablar pausado y articulado que causaba interés. Lo primero de lo que nos habló fue de Srila Prabhupada, y nos explicó el significado de su nombre: Srila Prabhupada, Bhaktivedanta, etc. Un poco después entramos al templo propio para celebrar aratik. Todo el ambiente era místico con el aroma de incienso, las luces estaban apagadas sólo había la iluminación de las velas del altar y algunas veladoras alrededor del salón del templo, había una ofrenda en el altar que ente otras preparaciones contenía sandía y una copa de leche. Después del aratik empezó la clase de El Bhagavad-gita. Cit-sukhananda dasa empezó cantando y después leyó un verso de El Bhagavad-gita y el comentario dado por Srila Prabhupada. Cit-sukhananda dasa empezó a dar su elucidación, se trataba de un verso del Segundo Capítulo de El Bhagavad-gita que trataba de la naturaleza del alma, e increíblemente empezó a contestar muchas de las preguntas e inquietudes que yo tenía. En la sección de preguntas y respuestas, lo bombardeé con preguntas a las que les daba respuestas satisfactorias. Y le hice tantas preguntas que él comentó analógicamente acerca de Srila Prabhupada cuando Srila Bhaktisiddhanta dijo que lo iba a hacer su discípulo porque  le gustaba escuchar.

Es por demás decir que salí de ahí lleno de alegría, literalmente brincando y bailando de alegría. ¡Por fin encontraba las respuestas a tantos cuestionamientos! ¡Acerca del alma, del ser, de la existencia de Dios, del propósito de la vida, del origen de la misma! Y además algo de suma importancia, ¡que hay un método para realizar todo este conocimiento! El Bhagavad-gita, este movimiento, Srila Prabhupada nos daban todas las respuestas. Empecé a asistir a las clases de El Bhagavad-gita por las tardes todos los días y después empecé a visitar el templo en el transcurso del día; una mañana tuve la oportunidad de hacer mi primer servicio de ayudar a pintar el templo. De esta manera tuve mayor oportunidad de asociarme con los devotos, especialmente con Cit-sukhananda que era de mucha inspiración, hablaba mucho de Srila Prabhupada, de dónde estaba él, qué estaba haciendo, qué decía, de sus cartas. Éstas eran las conversaciones comunes de los devotos en ese tiempo. Pero en particular en Cit-sukhananda se notaba su amor por Srila Prabhupada, lo cual me inspiraba cada vez más en querer conocerlo personalmente. Cit-sukhananda había llegado muy inspirado a México deseando servir a Srila Prabhupada abriendo templos y predicando, cantando los Santos Nombres.




Algunas veces yo acompañaba a Cit-sukhananda a hacer compras o al banco, etc. También me encontraba a los devotos en la Glorieta de Insurgentes en la Zona Rosa vendiendo incienso, yo asistía a una escuela de inglés en la calle de Hamburgo. Así conciencia de Krishna había llegado a México con estos emisarios de Srila Prabhupada, a saber, Cit-sukhananda, Bhutahrit (a quien algunos devotos llamaban Bhutafarít) y bhakta Jan. Y los primeros devotos mexicanos de esa prédica, Prakshananda dasa prabhu, José Luis Colín y un servidor Nandanandana dasa, en ese orden.
Me parece, en mi humilde opinión, que todos los devotos en Latinoamérica estamos en deuda con Cit-sukhananda prabhu por su servicio a Srila Prabhupada de abrir el templo de México y el campo de toda América Latina y del mundo de habla hispana a la conciencia de Krishna.





jueves, 12 de septiembre de 2013

¡Feliz Radhastami 2013 a todos!
 
 
¡Oh Hermosa Radhika!

¡Oh Hermosa Radhika! No podemos servir a Sri Krishna directamente, tenemos que obtener primero Tu favor para poder acercarnos a Él. Krishna es Tu propiedad ¡Oh Hermosa Radharani! Pero tampoco nos podemos acerca a Ti directamente, prescindimos de la Misericordia de Sri Sri Caitanya y Nityananda. Sólo por la misericordia del Señor Nityananda podemos participar en el movimiento del Señor Sri Caitanya. ¡Oh Hermosa Radharani! El Señor Gauranga es Tú y Sri Krishna combinados, ¡qué maravilla! Con razón hay tanta prema y misericordia en Él. ¡Oh Hermosa Radharani! Su tez es de color dorado, ¡de Tu color! Y tiene Tu actitud de magnanimidad, vadanyaya. Sri Caitanya experimenta el mismo amor que sientes por Sri Krishna. ¡Oh querida bhakti-devi. Srimati Radhika! Y nos permite participar en Sus pasatiempos trascendentales de kirtan y baile, sankirtan y Ratha-yatra, mahapraboh kirtana-nrtya-gita- por la gracia de guru. Por la gracia de guru gradualmente se revela todo; el Santo Nombre y nuestra svarupa-siddhi, nuestro nitya-deha.
Para llegar a la misericordia de Sri Caitanya sólo se logra por la misericordia del Señor Nityananda, el guru original. ¡Oh Señor Nityanada!, la hermosa y munificente Sri Radhika sólo acepta aquellas almas recomendadas por Ti; ya sea para ocuparlas en el madhurya-rasa, sakhya-rasa, o cualquier rasa del servicio devocional.
Y para obtener la misericordia de Sri Sri Caitanya y Nityananda, ¡Oh Hermosa Radhika!, sólo es posible por la misericordia sin causa de Sri guru, Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada. Sin él no sé nada, sin él no hay nada. Con él tengo todo, y sé todo. Con él, por su misericordia, se puede conocer a todos Ustedes, atravesar el Paravyoma y llegar al mundo espiritual, en esta vida.
¡Oh Hermosa Radharani! Por favor disculpa mi impertinencia porque Les he hablado de Tú. Pero en español se habla de “tú” con Dios, sin embargo con el mayor respeto y confiabilidad.
Después de todo, son los jovencitos, Kishora-Kishori, de Vrindavan. Cuando Brahma Le ofreció oraciones a Sri Krishna, Krishna le dijo a Brahma, “Tu padre es Narayan, Yo sólo soy un niño”.
¡Oh Hermosa Radhika! por favor dame la pureza para servir a Srila Prabhupad. Eso es todo lo que Te pido. Sé misericordiosa conmigo. Dame el deseo de sólo servir a Srila Prabhupada, imploro a Tus pies de loto.
Nadie es tan tonto y caído como yo, aquí está la oportunidad única en millones de vidas y aún así no la aprovecho.
¡Oh Hermosa Radhika! Hladini-sakti, nada es imposible para Ti.
Siento que aunque Tu misericordia está presente, que tendré que luchar mucho por ella
 
 
 


miércoles, 31 de julio de 2013


Llegada a Los Ángeles, 1 de junio 1976.

 



Mientras el avión se deslizaba en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el piloto hizo un anuncio especial. Él informó que debido a que la sala de llegadas se encontraba especialmente demasiado atestada, que aquellos que no esperaban que nadie los recibiera podían salir por una vía especialmente designada para evitar la conglomeración. Lo que no mencionó fue que la sala estaba abarrotada de cientos de devotos ansiosos de ver a Srila Prabhupada. Ellos habían venido de toda la Costa Oeste y de más allá.
Tamal Krishna, Hridayananda, Trivikrama and Ramesvara Swamis y Jagadisha Prabhu recibieron a Srila Prabhupada, cada uno llevando una opulenta guirnalda de flores de varios tamaños, incluyendo una que le llegaba a los pies. Al tiempo que le ponían las guirnaldas en su cuello, los devotos, debido al afecto espontaneo, irrumpieron en éxtasis puro al verlo. El largo pasillo del aeropuerto fue tumultuoso con los devotos cantando y bailando con desinhibición sublime, atropellándose entre ellos tratando de ver al devoto puro del Señor Supremo. En la medida que avanzaba en las bandas móviles del pasillo, Srila Prabhupada parecía como una luna llena cruzando el firmamento rodeada por un séquito de estrellas brillantes, todos reunidos para rendirle homenaje a su amo y maestro. En reciprocación, él levantó su mano en alto en el aire, sonriendo ampliamente, sus dientes brillando ante la luz. Los devotos se desbordaron de júbilo. Las paredes se retumbaban con el bum de los tambores y el choque de los kartalos, y la vibración sonora trascendental de los santos nombres convirtieron a los aditamentos ordinarios del aeropuerto y sus alrededores en Vaikuntha. Fue la recepción más  grande que LAX, el aeropuerto de Los Ángeles, haya visto jamás, y Srila Prabhupada
muy humildemente aceptó la tremenda glorificación con las palmas de las manos juntas y exclamaciones de   “Hare Krishna” y “¡Jaya!”.

Cabe mencionar que estuve en el recibimiento de Srila Prabhupada en el aeropuerto, fue realmente extático, con todos los devotos alborozados y kirtan todo el camino por los pasillos del aeropuerto y la banda móvil por la   que iba Prabhupada. – Nandanandana das. 


En el templo del 3764 Wateska Ave.

En el templo ciento más de devotos esperaban a Su Divina Gracia, haciendo valla a los lados de una alfombra roja que iba de la calle hasta la entrada al templo. Prabhupada descendió del auto enguirnaldado con gardenias y rosas. En la medida que se acercaba a los grandes portones de madera, y al igual de cuando entraba al templo, llovían miles de pétalos multicolores de flores lanzados por devotas emocionadas desde el balcón. Eran tantos pétalos que caminó sobre una verdadera alfombra de ellos. Era una verdadera bienvenida a casa.

 Srila Prabhupada caminó firmemente a través del templo de opulento interior el cual me pareció asombroso. Los pisos son de mármol, y muchas de las pinturas al oleo originales de ISKCON, reproducidas en los libros de Srila Prabhupada, cuelgan por todas partes. De igual manera el techo está cubierto con grandes murales del Caitanya-lila, rodeando una cavidad cubierta de espejos. Columnas y arcos de ónix verde, con dioramas de músicos celestiales en la parte superior, a ambos lados, conducen hacia el recinto de la Deidad.
Caminando firmemente hasta el frente delante del altar, Srila Prabhupada me dio su bastón y las pesadas guirnaldas que usaba se las dio a los sannyasis. Luego al sonido de caracolas y trompetas de monte ofreció sus postradas reverencias a las resplandecientes y regias personalidades situadas en los tres tronos dorados, los objetos últimos de adoración en toda la creación – Sus Señorías Sri Sri Guru y Gauranga, Sri Sri Rukmini-Dvarakadisha y el Señor Jagannatha, Baladeva y Subhadra. Cuando Prabhupada se dirigía de vuelta para subirse a su opulenta vyasasana decorada con hoja de oro yo miraba alrededor, contemplando la gran opulencia del templo  y el océano de devotos. Era fácil ver porque  Prabhupada había nombrado la comunidad en honor de la ciudad más opulenta de Krishna, Dwaraka.


Los sannyasis se acercaron para lavar los pies de Srila Prabhupada, primero con pañcamrita – leche, yogurt, ghí, miel y agua endulzada- agua perfumada con esencia de rosas, mientras que el resto de los devotos lo adoraban con arati y flores. 

Finalmente, una vez que  la celebración de llegada había concluido, Prabhupada se retiró a sus habitaciones en el piso superior sin dar un discurso. Antes de que saliéramos de Bombay en abril él nos dijo que desde el punto de vista administrativo que no era necesario para él venir al Occidente; que sus discípulos estaban haciéndose cargo de todo de una manera muy competente. Pero que aún así él venía simplemente para entusiasmar a los devotos y para darles fuerza y transmitirles mayor ímpetu, a fin de que la prédica siguiera creciendo. Su llegada esta noche más que justificaba el esfuerzo de viajar tan lejos. Después de esta recepción él estaba radiante y muy satisfecho de ver el entusiasmo de sus discípulos. 
En esta época yo prestaba mi servicio en el BBT en Español. Teníamos unos apartamentos en uno de los edificios enfrente del templo, al cruzar la calle, que nos servían de oficinas y de ashram. En esos días de la visita de Srila Prabhupada, Tamal Krishna Maharaja se estaba quedando con nosotros. Esa tarde, después de la recepción que le habíamos
brindado a Srila Prabhupada, yo estaba sentado detrás del escritorio a nivel del piso en la primera habitación que fungía como oficina. Estaba yo meditando en los eventos de ese día, la llegada de Srila Prabhupada, etc. cuando repentinamente entró Tamal Krishna Maharaja, traía en su mano la toalla con la que había secado los pies de loto de Srila Prabhupada, desde luego se veía extático, se acercó y me puso la toalla en la cabeza y yo caí en éxtasis. Luego él miró a la toalla, me miró a mí, se quedo como pensando, y ¡me dio la toalla!¡Jaya Srila Prabhupada! –Nandanandana das.
 


 Junio 9, 1976.

Por la tarde, Ramesvara Swami y Radhaballabha le entregaron a Srila Prabhupada  el volumen más reciente de El Srimad-Bhagavatam, la segunda parte del Séptimo Canto. Srila Prabhupada  brillaba de satisfacción… Mientras él examinaba el nuevo volumen, admirando la alta calidad de la presentación, llegó Kirtanananda Swami. Él voló desde Pittsburgh especialmente para asistir a la premier del filme hecho por Yaduvara dasa acerca de Nueva Vrindavan, intitulada Frontera Espiritual. Él trajo consigo helado casero y una cantidad considerable de dulces de Nueva Vrindavan. 

 


Yo estuve presente durante la presentación del filme que se llevó a cabo en el salón del templo. Esto fue por la tarde-noche  Srila Prabhupada estaba sentado en su vyasasana, las puertas del altar de las Deidades estaban abiertas, todas las luces estaban apagadas con excepción de las luces de las Deidades, los devotos estábamos sentados en el piso; yo traté de estar cerca de Srila Prabhupada. En cierto momento en que en el filme aparecen devotos de Nueva Vrindavan friendo puris, y estos se inflan, Srila Prabhupada dijo: “Tráiganme unos”, y sonrió. Fue algo muy dulce, imagínense “ir al cine” con Srila Prabhupada. Y por supuesto las Deidades también estaban observando. -Nandanandana das.




martes, 16 de julio de 2013

Visitas de Srila Prabhupada al Templo de Los Ángeles en 1975 y 1976

En esta fecha Srila Prabhupada conoce por primera vez el nuevo templo de Nueva Dwaraka construido en lo que anteriormente se conocía como el “sanctuary”. El recibimiento es apoteósico, con mucho júbilo de los devotos. Después de ofrecer sus reverencias a las Deidades y cuando se dirige a su vyasasana, Srila Prabhupada hace un recorrido del templo observando todo. Este templo es de suma opulencia con acabados de mármol y pinturas devocionales por todas partes incluyendo grandes pinturas al oleo de los pasatiempos del Señor Caitanya cubriendo el techo interior del templo, los altares y el cuarto de las Deidades también son de suma opulencia con grandes portones de madera.



En esta ocasión Srila Prabhupada dio un famoso discurso enfatizando la producción de libros en todos los idiomas y su distribución profusa:

Prabhupada: (dirige Prema-dhvani) …Ganga-mayi ki jaya, Nueva Dvaraka dhama ki jaya, Nueva Dvaraka dhama ki jaya. Samaveta bhakta-vrinda ki jaya. Todas las glorias a los devotos reunidos, Todas las glorias a los devotos reunidos, Todas las glorias a los devotos reunidos. Muchas gracias. (Los devotos ofrecen sus reverencias).

¿Puedo irme ahora? ¿Qué diga algo? Nuestro discurso es el mismo, harer nama harer nama harer namaiva kevalam [Cc. Ädi 17.21].
Devotos: ¡Haribol! ¡Prabhupada!

Prabhupada: No tenemos ningún descubrimiento nuevo. No inventamos. Éste es nuestro proceso. Nosotros simplemente seguimos la instrucción de nuestro predecesor. Eso es todo.  Nuestro movimiento es muy fácil porque no tenemos que inventar nada. Simplemente repetimos las palabras e instrucciones dadas por nuestro predecesor. Krishna instruyó a Brahma, Brahma instruyó a Narada, Narada instruyó a Vyasadeva, Vyasadeva instruyó a Mhadvacarya, de esta manera, Madhavendra Puri, Isvara Puri, Sri Caitanya Mahaprabhu, luego los Seis Gosvamis, después, Srinivasa Acarya, Kaviraja Gosvami, Narottama dasa Thakura, Vishvanatha Cakravarti, Jagannatha dasa Babaji, Bhaktivinoda Thakura,  Gaurakishora dasa Babaji, Bhaktisiddhanta Sarasvati, y luego nosotros estamos haciendo la misma cosa. No hay diferencia. Ése es el procedimiento específico  del movimiento de la conciencia de Krishna. Ustedes cantan diariamente, guru-mukha-padma-vakya, cittete koriya aikya, ar na koriho mane asa. Algo muy sencillo. 

No tengo cualificación personal, pero simplemente estoy tratando de satisfacer a mi guru. Eso es todo. Mi Guru Maharaja me pidió: “Si obtienes dinero, imprime libros”. Así hubo una reunión  privada, también él estaba hablando con algunos de mis hermanos espirituales importantes. Fue en Radha-kunda. Guru Maharaja me decía: “Desde que tenemos este templo de mármol de Bhag Bazaar ha habido muchas disensiones, y todos están pensando quien ocupará este cuarto o aquel cuarto. Por lo tanto, deseo vender este templo de mármol e imprimir algún libro”. Sí. Así que yo lo tomé de sus propias palabras, que a él le gusta la publicación de libros. Y él me dijo personalmente, “Si obtienes dinero, imprime libros”. Por lo tanto estoy enfatizando este punto: “¿Dónde está el libro? ¿Dónde está el libro? 

¿Dónde está el libro?” Así que bondadosamente ayúdenme. Ésta es mi petición. Impriman muchos libros en tantos idiomas y distribúyanlos en todo el mundo. Entonces el movimiento de conciencia de Krishna automáticamente crecerá…”


viernes, 28 de junio de 2013

Los Libros de Srila Prabhupada en todo rincón del mundo


Los libros de Srila Prabhupada

Llegando a cada rincón del mundo


 Nandanandana das (ACBSP)


“Nuestra literatura es única en el mundo y queremos introducir nuestra filosofía en círculos eruditos, por lo tanto tu reporte de distribución en bibliotecas son buenas noticias para mí. Continúen tratando de colocar mis libros en lugares auspiciosos tales como en bibliotecas, universidades, clubs, etc. y algún día el mundo realizará y apreciará esta literatura trascendental”. –CSP a Bhagavan, 18 de diciembre, 1970.

 

La Ciudad de México tuvo la primera universidad que se estableciera en todo el Continente americano, y desde entonces ha existido una tradición intelectual en el país.

Recientemente fui a una de las bibliotecas principales de la parte céntrica de la Ciudad de México, “José Vasconselos” en La Ciudadela, y me encontré que había cambiado radicalmente, en lugar de una sola gran biblioteca ésta había sido dividida en seis grandes salas. Cada sala contenía la biblioteca personal y privada de seis intelectuales mexicanos que las habían donado para uso del público en general. El lugar es tan grande que decidí visitar sólo dos de las bibliotecas de los intelectuales más populares y bien conocidos.

Primero visité la biblioteca privada de Carlos Monsivais, un intelectual erudito de ingenio agudo; él solía ser invitado a eventos y círculos intelectuales. Él fue un cronista de la Ciudad de México. Me encontré con él a un lado de Catedral como una semana antes que él falleciera, hace cerca de un año. Su biblioteca privada contiene ¡24, 000 libros! – las otras bibliotecas privadas tienen cantidades similares. Empecé a recorrer la biblioteca, fui muy especifico en lo que estaba buscando y ¡eureka! Allí estaba El Bhagavad-gita tal como es de Srila Prabhupada, primera edición 1975, ahora una rara edición. 






“Por favor continúen de esta manera y también introduzcan nuestros libros en las clases y en las bibliotecas. Queremos llegar a la clase inteligente de hombres…” –CSP a Jananivas, noviembre 1970.







Estos y los de arriba son los libros de Monsivais

La segunda biblioteca que visité fue la de Ali Chumacero, la cual también contiene una enorme cantidad de libros similar a la de Carlos Monsivais. Allí encontré La reencarnación. El libro estaba tan gastado que lo más probable es que lo haya leído muchas veces.     
 


“Estamos presentando estos libros para la deliberación de los más grandes pensadores de la sociedad humana. Por lo tanto, tengo que ver que nuestros libros sean publicados en todos los idiomas. Si nos esforzamos y la persona se lleva un libro a casa, un día la gente entenderá que conocimiento tan valioso han recibido. Ésta es literatura trascendental. Nadie puede retarla. Está hecha  tan bien, sin ninguna mancha, el Purana inmaculado. Por favor continúen así imprimiendo libros en todos los idiomas para el beneficio de la sufriente humanidad mal encaminada”. –CSP  a Puranjana das, 4 de mayo, 1970.

Dentro de esta tradición se encuentra Amado Nervo (1870-1919), un poeta que escribiera un poema acerca de El Bhagavad-gita y el Señor Krishna, en el cual le ora al Señor que sea su amigo como se afirma en el Gita:

“…y para mi espíritu, oh Señor, sé el amigo sublime que anuncian Tus palabras en el Bhagavad-gita”. –Febreo, 1917. Colección de poemas “El estanque de los lotos”.  

 

Otra personalidad interesante en esta línea fue Francisco I. Madero. Él empezó la revolución mexicana de 1910 para establecer verdadera democracia, igualdad y justicia. En diversos escritos usó el seudónimo de Arjuna, con quien él se identificaba.

La revolución se llevó a cabo en menos de cuatro meses; del 20 de noviembre de 1910 a marzo de 1911, cuando las facciones empezaron las conversaciones de paz. El dictador entendió que era tiempo de cambios y a fin de evitar un mayor derramamiento de sangre del país entró en negociaciones.

Durante este periodo Madero obtuvo fuerza e inspiración de El Bhagavad-gita y escribió algunas anotaciones que llamó Comentarios. Ésta no era la revolución atea propuesta por el demoniaco Carlos Marx.

El 23 de febrero, 1911, le escribió a su esposa:

“Con el licenciado te mando mi Bhagavad-gita; quiero que me lo guardes cuidadosamente, así como las notas que de él saqué…”.

Pronto Madero se convirtió en un verdadero presidente democrático, sin un espíritu revanchista en contra de aquellos que habían pertenecido a la dictadura tiránica. Sin embargo, a algunos políticos estadounidenses no les gustó que en México hubiera un gobierno democrático y conspiraron para llevar a cabo un golpe de estado. Pronto el embajador estadounidense Wilson Lane y un general borracho empedernido, que es conocido en la historia de México como “El Chacal”,  ejecutaron el plan para matar vilmente a Madero y al Vicepresidente Pinosuarez, lanzando al país a una guerra civil fratricida y sangrienta. 

Uno de los biógrafos de Madero, Enrique Krauze, escribió:

“Una leyenda no confirmada asegura que al salir de la Intendencia [de Palacio Nacional donde estuvieron presos antes de ser asesinados arteramente], Madero llevaba consigo sus Comentarios al Bhagavad-gita- ¿Qué pensaría en sus últimos momentos? ¿Hallaría consuelo en la mistica del desprendimiento que Krishna predicaba a Arjuna? ¿O su última estación le parecía incomprensible? Era, en cualquier caso, como el calvario de un niño”. 

Los devotos salen todos los días a sankirtana a distribuir los libros de Srila Prabhupada a las calles y a los lugares públicos; estos libros son tan importantes que nunca se puede saber cuando una persona va a dejar su cuerpo, pero uno de estos libros le puede cambiar la vida para siempre.

Mis respetuosas reverencias a todos los vaishnavas, devotos del Señor. ¡Todas las glorias a los más misericordiosos Señores Caitanya y Nityananda! ¡Todas las glorias a la misericordia de Srila Prabhupada!

 

 

 

 

Este artículo también apareció en el The Sampradaya Sun en inglés.

16/06/2013.